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Hace años que llegué a los Estados Unidos siguiendo el compromiso de un matrimonio. Yo estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para conservar mi matrimonio porque uno se casa para toda la vida ¿verdad? Hasta el día de hoy no me arrepiento de las cosas que he hecho y de las decisiones que he tomado porque todo ha sido un gran aprendizaje en mi vida. Mi matrimonio terminó y yo decidí quedarme a vivir aquí, en California, y empezar de nuevo.

Uno de los principales retos para mi fue el adaptarme (mejor dicho tratar de adaptarme, porque no lo logré y ahora no lo quiero hacer) a la pobreza mental que predomina en la comunidad latina en Los Angeles, California. Yo empecé trabajando como diseñadora gráfico en una cadena latina de tiendas por departamento, y al querer hacer cosas "bonitas y limpias" con los catálogos y los materiales de promoción, la objeción siempre era "es para nuestra gente". Esta frase quería decir que "nuestra gente" o mejor dicho que a los latinos no les gustaban las cosas bonitas y limpias, y también quería decir que eran "pobres mentalmente" (ignorantes) o "poca cosa". Eso me hacía sentir rabia e impotencia porque los que decían eso eran latinos. Estaba totalmente sorprendida de cómo los "poderosos" que tenían influencia sobre las personas y la oportunidad de EDUCAR (sacar lo mejor de cada persona) a nuestra gente, colaboraba para hacerla más pobre e ignorante.

Me asustaba el grado de pobreza mental que había en los líderes. Desde ese momento me propuse y me comprometí conmigo misma a hacer todo lo que estuviera en mis manos por ayudar a nuestra comunidad (latina) en los Estados Unidos. Renuncié a mi trabajo en poco tiempo (y hasta perdí mis visa de trabajo) porque era imposible para mi conectar con este tipo de mentalidad. Yo no vine a los Estados Unidos a hacerme más pobre, yo vine a los Estados Unidos a lograr mis sueños y mejorar mi vida y la de los que me rodean… Y ese es mi compromiso día a día.

Después de años, 16 años para ser exacta, aun sigo escuchando esos comentarios "Es que a nuestra gente no le gusta comprometerse", "Es que a nuestra gente no le gusta invertir", "Es que nuestra gente no puede hacer 'eso'", "Es que tu sabes como es nuestra gente"… Lo que yo he aprendido de nuestra gente es que con líderes tan limitados y pobres mentalmente es casi imposible que nuestra gente progrese y tenga una vida mejor.

No estoy juzgando ni criticando a nadie, porque lo único que hacemos es repetir paradigmas y patrones de conducta (incluyéndome a mi misma). No somos culpables de eso, pero si somos responsables del ejemplo que damos y de lo que estamos enseñando a los demás. Tú eres un líder desde que naces porque siempre va a ver alguien que te va a imitar y a seguir, especialmente tú que eres madre, padre, jefe, empresario, empleado, consultor, maestro, director...o cualquier otro título, si tú asumes algo y piensas por los demás, automáticamente estás limitando el crecimiento de las personas a tu alrededor y el tuyo propio.

Te lo vuelvo a repetir, desde el momento que tú crees y asumes que nuestra gente (o la gente que te rodea) es así, que tus empleados son así o asá, que tu hijo es "tal cosa", que los latinos somos pobres, que tus socios son flojos... ¿Qué crees? tienes toda la razón porque esa persona (o personas) que tienes frente a ti es un reflejo tuyo. Esa persona al tener contacto contigo se convierte en una "copia" de tus creencias y tus pensamientos. Ah, pero tú no quieres ser culpable de eso, ¿verdad?, claro, no eres culpable pero Sí eres totalmente responsable.

Por supuesto que tampoco le estamos quitando responsabilidad a "nuestra gente", los empleados, hijos, socios, clientes, alumnos, etc. Cada quien tiene su propia responsabilidad, pero la responsabilidad más importante es la tuya propia, tu responsabilidad como persona y ser humano. No podemos cambiar a los demás, pero si podemos cambiarnos a nosotros mismos cambiando nuestras, memorias, creencias, ideas, conceptos, paradigmas o cualquier otro programa que nos limita y limita el crecimiento de los que nos rodean. Dejando de asumir lo que nos dicen los demás o nuestras circunstancias (realidad) y cambiando nuestro enfoque.

El concepto más complejo y difícil de entender es quizás el de que nosotros somos responsables de TODO lo que sucede en nuestras vidas (y en la vida de los que nos rodean al estar en contacto con nosotros). Es más fácil echarles la culpa a los demás y seguir asumiendo que los demás son esto o aquello, pero en realidad el que se cree eso y lo convierte en realidad eres tú (no los demás).

Que diferente sería nuestra comunidad y medio ambiente (y nuestra vida) si en lugar de asumir lo que nos limita y nos empobrece (no nos sirve) asumiéramos que cada persona que está enfrente o alrededor de nosotros es maravillosa y la mejor del mundo. Capaz y dispuesta a comprometerse, educarse, esforzarse y con deseos urgentes de crear la vida que merece y ser feliz. Siempre lo he dicho, toma el mismo esfuerzo asumir o pensar cosas que no me sirven (negativas) que asumir cosas positivas y me sirven. Toma el mismo esfuerzo ser responsable que irresponsable, y ¿qué crees? el ser irresponsable tiene un precio muy alto, tu infelicidad y la de los que te rodean. Tú decides, si te comprometes contigo mismo a ser responsable y a ver en los demás lo maravilloso que son y las cualidades que tienen, o si te sigues limitando y asumiendo lo que no te sirve…y ¡pagando un precio muy alto!

Se el cambio que quieres ver en el mundo… ¡Empieza hoy mismo!

Si quieres aprender a ser responsable y retomar tu verdadero poder de creación que tienes como ser humano, te invito a que visites http://www.YoSoyAbundancia.me y a unirte a nuestra comunidad de facebook http://www.facebook.com/yosoyabundancia.me

Patricia Anaya

Escritora, Conferencista y Coach de Transformación

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