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Bienvenida a mi Mundo

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Alguna vez te has preguntado ¿qué harías si el dinero no fuera un obstáculo? Esta es una pregunta que nos puede llevar a días de reflexión y al comienzo de un auto-conocimiento para cuestionar nuestro grado de victimización.

Vemos al dinero como un objeto de gran poder y la verdad de las cosas es que el dinero no existe. Sí, leíste bien. Primero nos tenemos que concientizar de que el dinero es lo que nosotros llamamos papel moneda, monedas y plástico (tarjetas de crédito). En realidad ese dinero no tiene valor, es solo una representación. Tan no tiene valor que cuando el papel moneda se pone viejo se tritura, las monedas se funden y el plástico lo tiramos a la basura después de cortarlo con las tijeras. Entonces en si ¿qué es le dinero? Es la representación de una energía de intercambio y el dinero fue hecho para representarla. Entonces la siguiente pregunta es ¿quién controla esa energía? Esa energía es controlada por cada una de nosotras. Es así de simple y de sencillo, la cosa se vuelve complicada cuando compramos el sistema de creencias de una sociedad que nos hace ver que ante el dinero somos gente sin poder y esa es una gran mentira. Nos sentimos victimas del sistema financiero, de la bolsa de valores, de los gobernantes, del sistema monetario internacional, de la reserva federal, que no tiene nada en sus reservas y que tampoco es federal. Somos, por elección inconsciente, victimas de un complot de mentiras a nivel financiero para mantenernos controlados.

Si el dinero representa una energía que es nuestra, de cada una de nosotras, entonces tenemos más poder del que creemos con nuestro dinero, en realidad, tenemos todo el poder y debemos ejercerlo. Podemos quitarnos el traje de victimas y a través de un trabajo de concientización, de cambio de patrones y de nueva adquisición de creencias, transformar nuestra relación con el dinero a una en donde somos nosotras las que estamos en control, tomamos decisiones y tenemos opciones.

El dinero no es un obstáculo, son nuestros pensamientos y creencias las que nos obstaculizan de fluir en un mundo de suficiencia basado en el agradecimiento y la generosidad que nos ubican en el momento presente. Cuando nos sentimos sin poder con respecto al dinero siempre nos estamos proyectando al futuro pensando en lo que no tenemos y en lo que quisiéramos tener y eso no es vivir, eso es ser un robot del sistema, eso es dar nuestro poder.

Cuando nos abrimos al mundo de posibilidades el universo conspira para sincronizar las cosas y así consigamos nuestros sueños y anhelos. El requisito que el universo nos pide es confiar y salir de la zona de confort. Pero los seres humanos queremos que el universo nos garantice las cosas por adelantado, queremos seguridad y cero esfuerzo. Una Mariposa para poder volar en libertad tiene que pasar un tiempo en el capullo y después trabajar para abrirlo, eso la fortalece para tener una alas que la lleven en libertad, igual sucede con nosotras.

Nada ni nadie nos pone obstáculos, mucho menos el dinero que es un objeto inanimado que necesita de nuestra energía para moverse. Somos nosotras que hemos internalizado el miedo y la victimización colectiva. Por experiencia propia te digo que todo lo que decimos que no hacemos por falta de dinero se puede realizar de igual manera pero hay que tomar riesgos. En varias ocasiones lo he vivido en carne propia y una de ellas es precisamente el viaje de tres meses que estoy realizando por distintas ciudades de Europa. Cualquiera pudiera creer que me vine con miles de dólares en la bolsa y te puedo decir que aparte de un boleto de ida lo único que traía en la bolsa eran unos cuantos dólares, sin embargo me comprometí a confiar, a salir totalmente de mi zona de confort y a realizar un sueño largamente pospuesto. Decidí finalmente poner a trabajar a la tan famosa y a la vez olvidada Divina Providencia.

Una vez mas ratifico que el dinero definitivamente es solo un pretexto para quedarnos estáticas, sintiéndonos sin poder y para decir cosas como –que suerte tiene fulana o sutana- cuando en realidad no vemos el trabajo que ha realizado para llegar ahí. Si ponemos como pretexto el dinero entonces todo será una gran dificultad en la vida que nos garantiza la frustración hasta el fin de nuestros días. Hagamonos concientes de que el dinero es solo un pretexto más para no avanzar.

La invitación es a que tomemos responsabilidad y en lugar de preguntarnos ¿qué haríamos si el dinero no fuera un obstáculo? Nos preguntemos ¿cómo estoy yo misma obstaculizando mis sueños y victimizandome para no lograr mis anhelos? Seamos honestas.