Nuevamente aquí hablando del sistema de Autoridades y Obediencia en el que vivimos y seguimos siendo educados, ya basta de seguir repitiendo patrones de conducta (creencias y hábitos) que no nos sirven ni como personas ni como sociedad.
Al revisar las definiciones de respeto que me da el diccionario digital me quedé totalmente sorprendida al ver que sí tiene que ver con obediencia, aunque la raíz etimológica de la palabra no necesariamente. Respeto proviene del latín respectusque significa “atención” o “consideración”. Para mí respeto tiene que ver con valorar a todo ser humano y ser vivo, o bien valorar algo.
Para la mayoría de las personas el respeto se iguala a ser obediente y estás son dos cosas totalmente diferentes. Muchos padres de familia creen que si un hijo (un niño) contradice al papá o al adulto, le está faltando al respeto cuando en realidad algo que deberíamos aprender desde pequeños es a expresarnos y a decir lo que pensamos y sentimos. ¿Quién dijo que los adultos siempre tienen la razón? ¿Dónde está escrito eso que yo no lo he visto? El Respeto empieza por uno mismo y por respetar lo que cree, piensa, dice, siente y hace cada ser humano, empezando por mi.
¿Cómo exigimos respeto si nos olvidamos que los niños (hijos) son seres humanos y que tienen todo el derecho a no estar de acuerdo con los adultos, así sean sus papás? ¿Te has dado cuenta cuanto daño nos ha hecho el creer que los adultos tienen siempre la razón y el no saber expresarnos ni decidir por nosotros mismos? ¿Te has dado cuenta por qué no sabes tomar decisiones y respetar lo que piensas y sientes? ¿Te has dado cuenta por qué a veces crees que no vales nada y buscas el reconocimiento y la aprobación de los demás?
La única respuesta que tengo a estas preguntas es porque hemos sido criados en un sistema de Obediencia y Autoridades donde solamente nos enseñan a obedecer a los demás y a creer que los adultos siempre tienen la razón. Hemos estado tan equivocados que nos han hecho creer que los niños no pueden tomar decisiones por ellos mismos cuando ellos –los niños hasta los seis o siete años de edad- son los que tienen la sabiduría intacta del ser humano por lo tanto, deberían de ser los maestros. Si alguien tiene que aprender de alguien, deberíamos ser los adultos los que aprendamos de los niños y no al revés.
Los adultos somos guías de nuestros hijos o de los niños y nuestro trabajo como líderes es ayudarlos a creer en ellos mismos, a ser responsables y a tomar las mejores decisiones, pero ¿Cómo podemos hacer esto si ni siquiera nosotros creemos en nosotros mismos, no sabemos responsabilizarnos de nuestra vida y mucho menos tomar decisiones propias? Este es un trabajo casi imposible si seguimos repitiendo creencias y patrones de conducta como lo hemos hecho hasta ahora.
Para hacer el cambio requiero empezar conmigo mismo. Empezar a reconocer que el ser humano es el ser más poderoso de este mundo y que cada ser humano crea su propia vida.Empezar a darme cuenta que este sistema de Autoridades y Obediencia nos ha robado nuestro verdadero poder y nos ha convertido en seres automatizados que vamos por la vida repitiendo y repitiendo lo que los demás creen, dicen, piensan, sienten y hacen.
¿Cómo podemos respetar nuestra vida, la vida de otros personas y nuestra naturaleza si no reconocemos nuestro verdadero valor?Tu valor no te lo dan los demás, tu valor te lo das tu mismo y lo demuestras al tratar a los demás y a todo lo que te rodea. ¿Cómo puedes respetar a tu hijos y enseñarlos a confiar en ellos mismos, a ser responsables y tomar sus propias decisiones? Empezando por valorarte a ti mismo (y la vida) para poder darte cuenta que un bebé y un niño tienen el derecho –desde que es concebido- de vivir una vida grandiosa creada por ellos mismos y no por los adultos a su alrededor.
Tu eres una guía para tus hijos, ellos no son tuyos, como tú no eres de nadie.Al elegir tener hijos tú tienes la responsabilidad de educar–sacar lo mejor de cada uno de tus hijos- a tus hijos; instruirlos–darles herramientas para crear una vida maravillosa y ser felices-; e inspirarlos–despertar su deseo y poderes para crear una vida grandiosa- todo esto con la base del amor puro que es la fuente de cada ser humano.
Si todo esto te suena a fantasía, vuelve a leer el artículo y empieza por conocerte a ti mismo, estoy segura que dentro de ti estás deseoso de desechar este sistema de Autoridades y Obediencia y empezar a ser parte del nuevo sistema de Responsabilidad y Consciencia que ya está activo. ¿Cuándo empiezas?
Abrazos y bendiciones,
Patricia Anaya
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Patricia Anayaes la creadora del programa, membresía y la comunidad de YoSoyAbundancia.mey autora del Libro para niños "Los Tres Poderes, ¡La Magia de Amarse a uno Mismo! (www.LosTresPoderes.com) y "The Three Powers, Magic to Love Yourself! (www.TheThreePowers.com).
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