El resentimiento es como un cáncer que si no se detecta inmediatamente puede terminar matando a la relación que afecta.
El resentimiento es un problema o un dolor que no se ha podido resolver por lo que se carga, nutre y se la recuerda constantemente.
Uno de los errores más graves de las personas que viven con resentimiento es que sin querer creen que si vuelven a sentir el dolor que no han resuelto, aunque envenenen su corazón y el otro va a sufrir graves consecuencias.
Dentro de las formas más comunes de actuar cuando se tiene resentimiento es hacer que la persona sienta culpa o vergüenza. Logrando que las recriminaciones se hagan imposibles de manejar y las pláticas sean crueles, duras y muy difíciles. El enojo corroe al alma y la razón o la compasión se nulifican.
La vergüenza ataca al honor y la integridad de la persona, por lo que se reprocha el trato que reciben y el cómo ellos se ven ante los demás. La vergüenza son los ojos del que se siente lastimado. El malestar se enfoca a todo lo que no hacen por falta de dar el lugar frente a la gente y familiares o a las situaciones que implican reconocimiento.
La culpa tiene que ver más con un sentimiento interno de rectitud y moralidad. Es una sensación que no se puede escapar. Radica en la conciencia personal. La culpa son los oídos que escuchan lo que no se hizo o lo no se pudo hacer. Representa la voz interna que juzga y condena. La culpa es una carga pesada que no es impuesta por otros sino por uno mismo.
Cuando uno reconoce la causa del resentimiento ya sea la culpa o la vergüenza entonces puede tener el valor de enfrentar y solucionar la cuestión.
Como se reconoce el resentimiento:
- Las personas se dejan de escuchar. Se repiten las mismas acciones sin reconocer el dolor. Se vive con suposiciones que no se aclaran ni se comunican.
- Se siente invisible, como si uno no importa ni tiene valor.
- Se crea un círculo vicioso, un disco rallado y solo se discute lo mismo.
- El foco de atención se encuentra en las fallas, los desaciertos y los errores. Se acumulan los sentimientos negativos y frustraciones.
- La forma de actuar se torna en una pasividad agresiva donde se ataca por medio de cinismo, sarcasmo, venganza y burlas.
- Se crea una distancia emocional y física que evita el contacto y la cercanía.
- No se llega a ningún arreglo o solución de los problemas. Las personas se sienten atrapadas sin ver una salida segura.
- Las personas viven como compañeros de habitación sin tener contacto ni conexión. Se deja de estar disponible y se torna en una soledad fría e inhóspita.
- La relación se convierte en una condición egoísta, “solo lo que yo quiero y yo necesito”, la otra persona ya no cuenta.
- Se aferran al dolor. Es imposible sentir gratitud o compasión.
La receta
Soltando el resentimiento
Ingredientes:
Valor - aceptar la responsabilidad de las acciones y los sentimientos propios
Claridad- ser objetivo al ver la realidad y sentir el dolor ajeno
Apertura - tener la disposición para entender lo que otros tiene que decir o sienten
Empatía - aprender a ver y a entender la realidad de los demás sin juzgar
Gratitud - reconocer y expresar el esfuerzo que otros hacen con gusto y sinceridad
Afirmación personal para dejar ir al resentimiento:
Quiero tener una relación sana y duradera. Reconozco que cada persona es independiente y tiene el derecho de pedir lo que necesita sin que por eso yo me haga responsable de su bienestar o sus problemas. No ocupo tener la razón en todo momento. Soy una persona importante y merece ser escuchada y respetada. Trato de entender el punto de vista de los demás y tengo confianza para poder expresar mi visión sin sentir que me atacan. Cuido mis relaciones y a las personas que quiero. No tomo a personal los comentarios que escucho.
Cómo disolver el resentimiento:
- Los problemas se resuelven platicandonos con respeto y sinceridad nunca con humillaciones, gritos o amenazas. Hay pláticas difíciles que se tiene que tener para poder entender los sentimientos y la percepción de los otros.
- Soltar el pasado y las recriminaciones son acciones valiosas para mejorar la calidad de vida del presente y tener un mejor futuro. Reconocer que hay cosas que no se pueden cambiar pero se puede aprender para mejorar y no volver a cometer el mismo error.
- Se requiere sentir amor, empatía y tener compromiso para entender y soltar el resentimiento. Solo cuando uno decide que tener una buena calidad de vida es más importante que vivir con resentimiento y amargura, encuentra el valor necesario para dejar el dolor y reencontrarse creando una nueva razón para conectarse física y emocionalmente.
El resentimiento nunca resuelve los problemas, solo los aumenta y los empeora.Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2022 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados
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