Los seres humanos estamos llenos de contradicciones y entre tantas de ellas, ésta que tiene que ver con los cambios que sentimos que tenemos que hacer, cuándo experimentamos profunda frustración frente a lo que nos sucede en la vida, es una de las más interesantes.
Podemos preguntarnos:
- ¿Por qué es tan difícil cambiar nuestra actitud frente a la vida?
- ¿Qué tipo de resistencias manifiestas u ocultas actúan sumiéndonos en la más absoluta inoperancia, obstaculizando nuestro deseo de ampliar el horizonte?
Por supuesto que podríamos seguir enumerando una cantidad de preguntas, cuyas respuestas nos pudieran ilustrar en cuánto a tratar de encontrar las razones por las que no tenemos problemas en analizar nuestra intención; somos capaces de tomar decisiones; pero a la hora de pasar a la acción, nos invade una sensación paralizante que no nos permite avanzar hacia nuestro propio equilibrio emocional
¿Qué sucede entonces con nosotros?
Una de las tantas interpretaciones que le podemos dar a esta actitud paradojal tanto de hombres como de mujeres, es que no estamos conformes con nuestra vida, pero tampoco lo suficientemente mal como para iniciar un proceso de reingeniería personal, que naturalmente nos llevaría a introducir modificaciones sustanciales en nuestro estilo de vida.
Nos conformamos mirando hacia nuestros costados, diciendo frases tales como “ yo no estoy bien, pero hay otros que están peor que yo”, por lo tanto……… y esos puntos suspensivos significan esa inercia, esa apatía y esa indiferencia que muchas veces nos gana y no nos permite darnos cuenta cabal de lo que estamos viviendo.
Y el gran peligro es que “a vivir mal también uno se acostumbra”. ¿Qué quiere decir esto? Esto significa que en la medida que no tenemos el coraje y la valentía de introducir cambios que nos protejan de las agresiones exteriores, el estilo de vida deficitario lo incorporamos como lo “normal” de nuestra vida cotidiana, perdiendo totalmente la perspectiva de cómo podríamos vivir, si fuéramos capaces de mover aunque más no sea algunas piezas del escenario dónde se desarrolla nuestra existencia.
Otra de las causas más frecuentes que nos obligan de alguna manera a quedarnos dónde estamos, es el terrible temor al fracaso que tenemos. Cada vez que nos proponemos algo el fantasma del fracaso comienza a rondar alrededor de nuestra mente, provocando una total inhibición de nuestra voluntad. Lo que no nos damos cuenta que tanto el éxito como el fracaso, son las dos posibilidades reales que existen, cada vez que un individuo intenta algo en su vida, no importa del área de que se trate.
A ver si podemos razonar juntos:
¿Cuál sería la explicación por la cuál a medida que los años van pasando, vamos perdiendo nuestra capacidad de soñar?
Ahora viene una pregunta que va dirigida directamente a usted:
¿Qué es lo que específicamente le detiene a la hora de introducir cambios que usted mismo ha comprobado que necesita instrumentar?
Respondo yo como para hacerle una sugerencia:
¿No será que el temor a no poder cumplir con las metas que se propone, le lleva una y otra vez a quedarse en el mismo lugar?
¿Será que usted es muy permeable a la opinión de los demás, y entonces en el caso de que no logre ser exitoso, no desea exponerse a la crítica de su entorno?
Vea…. Cuándo dejamos de soñar y de fijarnos un por qué y un para qué en nuestra vida, no sólo envejecemos aceleradamente, sino que la existencia se convierte en una rutina muy difícil de soportar, por la falta de estímulos que nos ayuden a sonreír, y a encontrar caminos alternativos para lograr un crecimiento y un desarrollo personal.
Créame que por ese camino no encontraremos nunca la armonía, la paz espiritual y el equilibrio que tanto necesitamos.
Lo que sí es cierto es que todo cambio interior comienza cuándo sobrepasamos lo que consideramos “tolerable”, en nuestra vida. De allí que el nivel de tolerancia sea totalmente diferente entre cada uno de nosotros. Por ello es que lo que para algunos no le provoca el más mínimo estrés, a otros los desequilibra totalmente. Lo importante es que usted encuentre su “nivel de tolerancia”, que es lo que en determinado momento lo estimulará a actuar para poder vivir mejor y de ese modo mejorar su calidad de vida.
Mientras no seamos capaces de pasar a la acción, nos dedicaremos simplemente a “sobrevivir”, que en algunas circunstancias no es poca cosa, pero que de ninguna manera puede ser el objetivo final de nuestros desvelos por alcanzar una vida mejor. Paralelamente a ese esfuerzo por sobrevivir, yo le desafío a que usted vaya diseñando un proyecto diferente para su cotidianidad, basado en sus principios, en sus valores, y en el destino que usted quiere alcanzar, como consecuencia de lo que es importante para su armonía interior.
No olvidemos que todos sin excepción y por distintos caminos, vamos en busca de nuestro bienestar y de nuestra felicidad. Nadie vendrá en nuestra ayuda, y eso convierte a los cambios en una cuestión de autorresponsabilidad personal.
Nuestro pasado juega un rol de importancia a la hora de lanzarnos hacia un cambio radical en nuestro estilo de vida. Las heridas del alma que posiblemente aún estén abiertas, como consecuencia de pérdidas que hemos tenido en ese tiempo pasado, nos maniatan y nos hacen pensar erróneamente, que si intentamos algo nuevo, nos sucederá lo mismo.
¡No quiero que me lastimen, o no quiero salir lastimado de este nuevo intento!, son algunas de las frases que escuchamos en el diálogo con nuestros lectores y con nuestros pacientes. Pero el pasado no es más que eso, un tiempo que ya pasó y que no necesariamente en el presente y en el futuro, los hechos tienen que ser iguales o deben tener el mismo resultado.
Reflexione sobre la necesidad de iniciar usted ya, su proceso de reingeniería personal. Detecte dónde están las trabas, supérelas y póngase en marcha en un camino que no tiene retorno y que le llevará a conocer lo mejor de su persona. ¡Usted puede, aleje los fantasmas que le impiden ver el bosque, porque el árbol que tiene delante ocupa todo su campo visual!
No se arrepentirá. Se lo aseguro.
Dr. Walter Dresel
Comentarios
Waoo!!!! esta bien chido lo que escribes parese como si supieras lo que pienso y lo que estoy viviendo.
Gracias por tu tiempo y comentarios.
maravillosa informaciòn, quiere decir que empiezo el camino correcto, estoy en pleno proceso, es dificil,gracias
Es verdad, ¿porqué nos cuesta tanto trabajo soltar lo ya conocido para intentar algo que tal vez pueda ser mejor? Es el miedo lo que nos paraliza, cuesta arriesgarse aún sabiendo que lo que tenemos no nos llena ni nos hace sentir bien. Es complejo pero cuantas veces he intentado probar otros caminos, siempre vuelvo a lo mismo. ¿Cómo reforzar la seguridad en uno mismo?
Excelente artículo. Es como una guía para autoanalizarnos y descrubrir nuestro temor, ya sea al éxito o al fracaso. ¡Qué importa el resultado!, solamente tenemos estas dos opciones. Si alcanzamos el éxito, perfecto, si fracasamos, solo tenemos que intentarlo nuevamente, porque realizar los cambios que necesitamos para lograr nuestros sueños es posible.
Gracias por la informacion Dr.!
Muy buena la informaciòn y te quiero comentar que es importante que uno mismo elimine el miedo a que pasará o al que diran o a la critica es mejor preguntarnos si lo intento QUE GANO, SI LO PLANEO BIEN, Y si no resulta que aprendi y volverlo a intentar actuar siempre en forma positiva y realizar nuestros sueños y alejarnos de personas NEGATIVAS y si alguna vez te preguntas POR QUE AMI
darnos el tiempo y es espacio para que DIOS no ayuda a comprender el POR QUE tenemos el derecho divino de merecer pero lo principal es tener fe, deseos ardientes de lograr lo que deseamos es como un helado delicioso de cajeta mmmmm lo siento frio, delisioso, asi debo saborear mi triuno y ojala algun dia las escuelas ayuden a motivar la lectura, a invitar conferensistas desde el kinder eso seria fantastico