Últimamente, en mis conversaciones con amigas, me doy cuenta de que sale mucho a colación el término Peter Pan para describir a los hombres que conocemos. ‘Otro Peter Pan’, y con eso ya lo has dicho todo. Ya todas sabemos que se trata de un tipo de treinta/cuarenta cuya mente de eterno adolescente se ha quedado anclada en su juventud, en esa época en la que tocaba enajenarse los fines de semana, liarse con muchas tías, pasárselo bien con los amigotes, huir del compromiso en cualquier aspecto de su vida, incluido el laboral, no reflexionar sobre sus propios actos y defectos, ni hacerse responsable de las consecuencias de los mismos.
Madurito interesante (No te pierdas el link de la canción de la visionaria Martirio).
Obviando el hecho de que nuestros padres en plena veintena ya nos tenían a nosotros y eran capaces de hacerse responsables de toda la familia en plena juventud, no sería tan grave que muchos hombres ya supuestamente hechos y derechos siguieran pasándoselo divinamente si no fuera porque van arrasando a su paso. Quién es capaz de resistirse a esas pintas de eternos adolescentes, esa barbita tan atractiva, las maneras de seductor que ya tienen bien afianzadas, esa forma de contar tan encandiladora sus manías y aficiones, tan curiosas y particulares del perfecto soltero; esas dosis justas de ‘te deseo pero no estoy subyugado ante tu divina presencia’, ese arte para mandar mensajes en los tiempos correctos para conseguir el efecto que le conviene… Es que caes a cuatro patas (nunca mejor dicho).
Pero luego profundizas un poco más y ves que sí, madurito interesante pero: No sabe lo que quiere; si lo sabe, está demasiado ocupado en conseguirlo y no ve nada más; si lo ve, peor, porque huye para que no le estorbes en la consecución de sus objetivos; si no le estorbas, aprovecha para disfrutar contigo pero pone unos muros como el de Berlín para que no te encariñes; y, por último, si te encariñas, se muestra distante y hasta desagradable para que tú misma cojas la puerta y te olvides de él. Si no coges la puerta porque eres masoquista, saldrá corriendo y te dará un portazo en las narices.
Campanillas masoquistas
¿Y todo eso por qué?
Pues aquí me gustaría que tanto hombres como mujeres me dieseis ideas, pero yo apunto algunas: Podemos tenerlo todo sin comprometernos a nada, la faceta sexual es muy fácil de satisfacer (solos, con juguetitos o en compañía esporádica) y con los amigos llenamos muchas carencias que nuestros padres sólo cubrían en pareja (erróneamente). Por tanto, estamos muy bien solos sin hacer esfuerzos por comunicarnos y compartir con el otro, así es ‘todo para mí’. Nos ahorramos conflictos, concesiones, negociaciones… Y nos quedamos sólo con lo bueno de relacionarnos de vez en cuando con alguien del otro género. Porque en cuanto algo no va suave y sedoso, pasamos al siguiente, como si todos fuéramos de usar y tirar.
El País de Nunca Jamás
El problema es que de tanto regodearnos en el placer de estar solos, al final nos quedaremos en la más absoluta soledad, la indeseada, ésa que te cae como una losa cuando te apetecería estar con alguien a quien quieras y que te quiera, pero, simplemente, no puedes. Porque quizás te has vuelto tan egoísta que ya es demasiado tarde. Y ahí sí que nos sentiremos Campanilla y Peter Pan en El País de Nunca Jamás (nos encontraremos).
Comentarios
Deliciosa tu agilidad mental, tu perspicacia, profundidad de visión y sentido común reflejado en lo que expresas. Creo que toda mujer que esté en el punto y momento de empoderarse de su vida encontrará en lo que escribes claves realmente útiles y valiosas para decidirse a hacerlo. Responsabilidad, pero entendida en su más amplio y sencillo sentido: "Efectivamente, si después de algo así o por el estilo yo decido seguir con ese proyecto de hombre (si acaso empezado), es mi responsabilidad y no su culpa ni la de nadie, puesto que nadie me obliga a nada." Y de una mención anterior: "Y de todos modos, no pasa nada, hay gente de todo tipo en el universo, es tan fácil (y tan difícil) como intentar estar tú bien para tener claro lo que quieres y lo que no, atraer lo que te conviene y alejarte de quién te haría daño, y aprender de lo que no te sale como habrías deseado."
Ubicados en un contexto presente de que la mujer no disponga de la posibilidad de terminarlo debido a algún tipo de dependencia, y en el entendido de su natural mayor poder de influencia, me parece que en cuanto ella lograra madurar lo necesario (asimilando experiencias, cambiando y ampliando óptica de vida, no autoengañándose etc.) él podría cambiar también en parecido sentido favorable para la relación (caso de no ser un sujeto muy patológico) o si no, sobrevendría una harto celebrable ruptura, o aún cambiando él para bien, pero estimando ella no fuese eso lo necesario....también podría darle un civilizado y amistoso finiquito a la relación, para vivir en paz y deleite sola y tranquila o con un diferente compañero más en correspondencia con su plan de vida ( caso ser heterosexual), o compañera (homosexual).
Yo manejo una máxima parecida: " Por lo que a mí respecta, no necesito que alguien me quiera, pero sí encuentro fascinante tratar con quien se quiera".
Te saludo con afecto!
Bueno, creo que un hombre así no es enteramente un hombre, claro, es un crío, de ahí el post, jaja, Esas mujeres no les inspiran amor, lo que les inspiran es la seguridad de que nunca los van a dejar porque depende de ellos. A mí alguno me ha dicho directamente que no quería salir conmigo porque estaba seguro de que le iba a dejar yo... No me digas que no es divertidísimo. Efectivamente, si después de algo así o por el estilo yo decido seguir con ese proyecto de hombre (si acaso empezado), es mi responsabilidad y no su culpa ni la de nadie, puesto que nadie me obliga a nada. La diferencia aquí radica en las posibilidades de la mujer para elegir libremente mandarlo al carajo, o la necesidad de una dependencia (sea emocional, económica, etc) que de alguna manera la lleve a atarse a él.
Yo tampoco veo nada negativo en hacer proposiciones sexuales o aceptarlas, es más, soy una gran defensora de la causa, siempre que seas muy consciente de lo que quieres en cada momento, no te autoengañes, no pretendas aparentar ser más moderna o liberal de lo que eres, no seas incoherente contigo misma, y mires bien que la persona con la que lo vas a hacer te va a dar exactamente lo que quieres y no te va a quitar una felicidad que ya tienes. Yo siempre digo que no quiero que nadie me haga feliz, sino que me dejen seguir siéndolo. Así no exijo nada de nadie más que algo tan sencillo como no venir a fastidiar ;D
un gusto conversar contigo!
Un gran gusto Elisabeth!
Pienso que el hombre que plantea a una mujer que por el hecho de ser ella autónoma y libre es indicada sólo para relaciones sexuales y no para una relación más integral, es alguien en cuyos estándares mentales no hay cabida para la más elemental funcionalidad afectiva real de pareja. Acaso si la mujer fuera dependiente, tradicionalista, servil y sumisa, o quizá dominante, caprichosa, de alguna forma problemática, o en todo caso no más suficientemente consciente y dueña de sí misma ( digamos,como lo denota tu anterior párrafo final, sí lo eres tú)...¿entonces sí sería digna de una consideración más seria? De inspirar "amor" ¡Contrasentido! Desafortunadamente muchas mujeres así lo creen también (a nivel inconsciente, cuando no consciente); nos convendría caer en cuenta son ellas el factor clave para cambiar el orden de cosas que las lastima ( que esos hombres sigan comportándose así o no, depende en gran medida de ellas dado que tienen la última palabra, la decisión categórica...ellas dan los incentivos y de acuerdo a la naturaleza de estos se asemejan los resultados que experimentan en sus vidas.
Si yo fuera mujer no tendría inconveniente, caso de desearlo, en acceder o buscar activamente relaciones sexuales saludables, de alta calidad, siempre asegurándome con todos los medios, atención y sensibilidad de que fuera capaz, de su factibilidad, la cual por supuesto sabría es inversamente proporcional a mucho o casi todo de la ideología social convencional tanto liberal, como conservadora, a propósito de que comentas que pasa mucho...creo no son las proposiciones de sexo en sí mismas malas, sino la lógica con que se pretenden llevar a cabo cuando ésta no es la que enriquece, la que nutre debidamente.
Gracias!
Gracias, Francisco. Odio el victimismo en cualquiera de sus expresiones y considero que siempre ha sido un arma de manipulación especialmente usada por las mujeres para ejercer un poder que no podían ejercer de otra manera a los hombres. Creo que, biológicamente, eso tenía una justificación en siglos anteriores pero ahora me parecería un abuso, al menos en los casos de las mujeres que estamos en igualdad de condiciones.
Es más, cuando intentas manipular a un hombre yendo de víctima lo estás subestimando en su inteligencia, y no me parece que se pueda amar a nadie a quien subestimas.
Pero en eso intento ser coherente: no me presto a estar con ningún hombre que se siente poderoso subestimándome, por ejemplo, diciéndome que por ser autónoma y libre ya soy una fresca con la que sólo puede tener relaciones sexuales pero no podría plantearse una relación. Que pasa mucho, si te soy honesta. ;D
Y de todos modos, no pasa nada, hay gente de todo tipo en el universo, es tan fácil (y tan difícil) como intentar estar tú bien para tener claro lo que quieres y lo que no, atraer lo que te conviene y alejarte de quién te haría daño, y aprender de lo que no te sale como habrías deseado.
Un abrazo, encantada de debatir contigo!!
SI EN MI EXPERIENCIA, DE UN PADRE AUSENTE Y UNA MADRE GOLPEADORA, ME CONVERTI EN UNA CAMPANITA LINDA K LE RESOLVIA TODO A PETER Y CLARO K FUI AL FRASO AHORA INTENTO SANAR ESA PARTE DEL ABANDONO, PARA ESTAR EN CONDICIONES DE PODER OFRECER UNA COMPAÑIA MADURA, AUN ESTOY SOLA, PERO CON UNO K OTRO PRETENDIENTE ASI K A TRABAJAR. BESITOS BAY