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Las mujeres tenemos grandes retos sin lugar a dudas, muchos y a veces puede resultar agobiante lidiar con todo sobre todo cuando el sistema no nos ayuda. Los medios de comunicación nos bombardean diciéndonos las mil y una manera en que somos inadecuadas. Uno de estos grandes Retos Femeninos es la imagen que tenemos de nuestro cuerpo.

Hasta que cumplí 40 años me jacté de que era de las que podía comer lo que quisiera y me mantenía delgada, cómo me cansaba escuchar a las mujeres hablar de todas su horrorosas dietas. Pero todo cambió, fue precisamente siete meses después de convertirme en lo que yo llamo “una cuarentona fabulosa” que noté un bulto en mi abdomen, ¡que horror! Esto si que era horror. De ahí no hubo quien detuviera a esa grasa necia que se alojaba en mis caderas. Continúe con mi rutina de ejercicio y comiendo sano pero entre más pasaba el tiempo y veía que no me daba resultado comenzó la frustración y me puse comer cosas no muy buenas para mi cuerpo y las idas al gimnasio comenzaron a escasear.  El peor día de mi vida es cuando me vi en una fotografía con un vestido que me quedaba de sueño y tenia 10 años que no me ponía. ¡Mis ojos no lo podían creer! Me sentí la mujer mas horrible del mundo, ¿qué me estaba pasando? ¿por qué a mi? De verdad que no podía comprenderlo. Fueron 7  años de suplicio haciendo dietas, tomando cuanto producto natural podía, sí, porque yo tomar pastillas para adelgaza, ¡eso si que no! mi locura no llegó a tanto. Pero nada, las malditas libras de grasa habían llegado para quedarse.

Leí libros sobre la comida y como nuestras creencias nos ayudan a subir, bajar o estar en nuestro peso. Le rece a todo los santos, medite, iba y dejaba de ir al gimnasio, comía sano unos días y otros me hartaba hasta con carnitas de Michoacán. Todo se volvió una pesadilla, hasta el pasado mes de enero que estando en un curso de Terapia Regresiva Reconstruciva (TRR), terapia en la cual me estoy formando para potenciar más mi trabajo de Coach de Dinero, se necesitaba una voluntaria para demostrar un escenario de trabajo en la regresión y construcción, yo ni tarda ni perezosa dije, -ésta es mi oportunidad-.

Mi vida ha dado un vuelco de 180 grados, comprendí la raíz de mi problema y la experiencia ha resultado absolutamente sanadora. En los últimos día me he sentido mas ligera y está mañana saliendo del vapor en el gimnasio decidí pesarme por curiosidad. FINALMENTE me he deshecho de las primeras 4.5 libras. ¡Casi brinco de alegría!

Esta vez si es diferente porque puedo entender los contratos que se hacen a nivel inconciente y cómo nos afectan. Esta vez siento desde el centro de mi ser que puedo lograr estar en el peso saludable que me corresponde y hacerlo desde un lugar de amor en lugar desde un lugar de miedo.

Después de esta experiencia que fue grabada para efectos de capacitación de otros profesionales que se quieren formar en la TRR, pedí permiso para compartirlo porque siento que muchas mujeres se pueden beneficiar de mi experiencia. Es una sesión de casi una hora pero considero que vale la pena verla. Te la comparto con todo cariño, te invito a entrar a mi mundo personal y como estoy sanando las percepciones equivocadas que me había formado sobre mi cuerpo. Te puedo asegurar que la sesión ¡te sorprenderá!

En solidaridad y suficiencia

Aurora Medina

Efecto Mariposa