...y eso es justo lo que necesitamos aceptar para reconciliarnos con el dinero.
(Y con más razón siendo mujeres)
¿Alguna vez te has sentido torpe con el dinero… aunque ganes bien?
Esa sensación de "algo estoy haciendo mal" aunque aparentemente todo esté en orden.
No es falta de inteligencia.
Es falta de permiso para sentir.
Como mujeres, nos exigieron ser buenas administradoras sin habernos dado nunca un espacio para equivocarnos sin culpa.
Nos juzgaron por gastar, por ahorrar, por pedir, por no saber.
Y en medio de todo eso, nos quedamos solas con una relación emocional con el dinero que nadie nos enseñó a habitar.
Nos vendieron una historia: el homo economicus.
Ese personaje masculino, racional, maximizador.
Y nosotras, intentando encajar en esa lógica mientras cargamos historias de maternaje, desigualdad, cuidados y dobles jornadas invisibles.
Las decisiones financieras no siempre son lógicas.
A veces son emocionales, instintivas, cíclicas.
Y eso no es un error. Es información de nuestro sistema.
Cuando partimos de la idea de que deberíamos actuar como robots financieros, nos desconectamos de nuestra intuición.
Y lo peor: nos llenamos de culpa por no saber "como se debe".
La respuesta no está en autocorregirnos.
Está en reaprender a escucharnos.
Cuando alineas tu Chakra Raíz desde esta verdad…
Pasas de la falsa estabilidad numérica a una sensación real de seguridad.
El chakra raíz representa la base: ingresos, gastos, estabilidad.
Pero también representa nuestra capacidad de sostenernos sin tener que demostrarle nada a nadie.
En una cultura que espera que las mujeres hagan magia financiera con pocos recursos, es común vivir con ansiedad económica a pesar de tener ingresos.
Heredamos miedo. Aprendimos que la abundancia es egoísmo. Que cuidar de nosotras es lujo.
Que "mejor no depender" pero tampoco "te hagas la independiente".
El chakra raíz, cuando se alinea, nos permite dejar de sobrevivir y empezar a sostenernos con dignidad.
👣 Acción concreta que puedes hacer el día de hoy: redefine qué significa para ti seguridad financiera sin usar el lenguaje del deber.
Haz una lista de cosas que te hacen sentir segura como mujer, en tus propios términos: tiempo, claridad, redes de apoyo, descanso, espacio mental.
Cuando activas tu Tercer Ojo con esta claridad…
Pasas de planear desde el miedo a proyectar con intención.
El tercer ojo es visión.
Una visión que respete tu ritmo, tu deseo, tus necesidades cíclicas.
No se trata de planear metas frías. Se trata de imaginar un futuro donde te sientas expandida, libre, sostenida.
¡Cuántas veces hemos perseguido metas impuestas, solo para descubrir que no eran nuestras!
Y cuántas veces hemos tenido sueños que callamos por miedo a no ser suficientes.
👣 Acción concreta que puedes hacer el día de hoy: escribe una escena de tu vida financiera en 3 años, desde lo que deseas como mujer.
No cifras. Sensaciones.
Dónde estás. Cómo te sientes. Qué te das permiso de vivir. Quién te rodea. Qué ya no cargas.
Esa visión es tuya. Nadie puede dártela ni quitártela. Pero sí puedes fortalecerla y hacerla viable.
Y esta es la verdad incómoda y liberadora:
No necesitas ser racional. Necesitas ser honesta contigo.
Las mujeres fuimos formadas para dudar.
Para pedir permiso.
Para ser eficientes sin dejar rastro.
Hoy es momento de recuperar nuestra capacidad de decidir con el cuerpo, con la historia, con el alma.
La racionalidad es una herramienta. Pero tu intuición también lo es.
Y juntas, son una fuerza imparable.
Tus decisiones financieras tienen un sentido. Aunque no lo entiendas a la primera.
Aunque el Excel no lo valide. Aunque nadie más lo comprenda.
Esa compra impulsiva puede ser un grito. Esa deuda, una lealtad.
Esa fuga de dinero, un reflejo de cómo te das o te niegas placer, descanso o autonomía.
Y cuando lo ves así, dejas de castigarte. Empiezas a conocerte.
En Identidad Financiera Consciente: Alineando tus 7 chakras financieros,
trabajamos esto con herramientas claras y una guía compasiva.
No desde el juicio.
Desde la memoria de lo que ya sabes en tu cuerpo.
Este programa está diseñado para mujeres que quieren:
- Dejar de sobrevivir económicamente.
- Romper pactos invisibles de escasez heredada.
- Diseñar una relación con el dinero que sea coherente con su historia, su deseo y su dignidad.
No necesitas otra estrategia más.
Necesitas una identidad financiera que te refleje. Que te sostenga. Que te abrace.
Y eso es obligatorio.
Lo opcional está en si decides hacerlo sola o acompañada y cuándo.
Si estás lista para dejar de traicionarte financieramente, puedes escribirme a contacto@educacionfinancieraintegral.com
y conocer más del programa: Identidad Financiera Consciente: Alineando tus 7 chakras financieros.
Recuerda...
¡Primero tú, luego el dinero!
Marijó
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