NO HAY EXCUSA

13749771896?profile=RESIZE_710xNo hay excusa, es el lema de la campaña para conmemorar el Día internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, oficializado por la Asamblea General de la ONU en 1999.

En 1960, las hermanas Mirabal murieron en la República Dominicana por luchar contra la dictadura de Rafael Trujillo, pero fue hasta 1981, que se llevó a cabo el Primer Encuentro Feminista latinoamericano y del Caribe, en donde se propuso establecer un día de conmemoración anual, para hacer un llamado contra la violencia hacia las mujeres.

Cada 25 de noviembre se conmemora este día, para sensibilizar a todas las naciones sobre la relevancia de luchar firmemente contra cualquier forma de violencia hacia la mujer. Ha sido un camino lento y lleno de obstáculos, porque, además de requerir cambios en las leyes, implica cambios de paradigmas al interior de las familias. Recuerdo que en 1991, una amiga me confió que quería separarse de su esposo porque la violentaba psicológicamente y, eventualmente, también de manera física. Le pregunté si ya había hablado esto con su familia y respondió afirmativamente, pero con un semblante que reflejaba tristeza y desesperación.- ¿Qué te dijeron? Cuestioné. – Mi mamá me hizo una serie de preguntas, me respondió. ¿Es que tu marido te engaña? –No. Al menos que yo sepa-. ¿Es un borracho? Tampoco, siempre llega a casa sobrio; -¿No te da tu gasto? –Sí, me lo entrega puntualmente; entonces…- ¿De qué te quejas? Te ha tocado un buen marido y debes cuidarlo; ya es tiempo de que dejes de actuar como una niña.

Hoy recuerdo esa conversación sin culpar a la madre de mi amiga, porque así había sido educada; no tenía idea de que existían muchos tipos de violencia contra la mujer. Por supuesto, la violencia física es la más evidente, pero hay muchas más. Es por ello, que me gustaría compartir algunas de las formas de violencia que puedes estar padeciendo y, tal vez, no lo has detectado como tal:

  1. Si te sientes humillada, minimizada, incapaz de lograr lo que deseas, y esto ha surgido a raíz de lo que tu padre, tu madre, tus hermanos, tu jefe, tu pareja, o cualquier persona importante en tu vida, te dice con frecuencia, por ejemplo: “mejor no opines, porque no tienes idea”, “¿de verdad crees que puedes hacer eso? No te engañes, eres una inútil”, “si sigues respondiéndome, te vas a arrepentir”, “ es falso lo que dices, tienes demasiada imaginación, yo creo que estás loca” (gaslighting), “¿para qué quieres estudiar? Tú no sirves para eso”; es claro que eres víctima de violencia psicológica.
  2. Si te sientes acosada por tu jefe o un profesor, si sufres una clara agresión sexual, si tu pareja pretende obligarte a tener encuentros íntimos, entonces sufres violencia sexual.
  3. Si un hombre pretende explicarte algo, que seguramente tú ya sabes, en un tono que te hace sentir como si le hablara a alguien con deficiencia intelectual; si en tu círculo social, continuamente festejan los chistes machistas, si te comentan que debes de cuidar tu aspecto para que tu pareja no te abandones; se trata de manifestaciones de violencia simbólica. Parece inofensiva, pero permea en muchas sociedades.
  4. Si en las redes exhiben modelos femeninos estereotipados, si se juzga la conducta de las mujeres cuya vida es pública, si culpan a las mujeres por haber sido agredidas (revictimización), utilizando expresiones, como: “ella se lo buscó”, indudablemente es violencia mediática.
  5. Si se te amenaza con reducir o quitarte el dinero, si tu pareja te prohíbe trabajar, si no intervienes en las decisiones económicas de tu hogar, estás viviendo violencia.
  6. Cuando acudes a recibir servicios de salud y se te trata con negligencia, como si fueras ignorante o poco valiosa, se minimiza tu sentir o hasta se te habla con brusquedad, estás en una situación de violencia de salud. Es así como muchas mujeres han perdido a sus hijos durante el embarazo, parto y posparto.
  7. Si te limitan o anulan las oportunidades de crecimiento en el trabajo, se te paga menos que a los colegas masculinos, o se te trata en forma despectiva por tu género, son síntomas de violencia laboral.
  8. Si te insultan, maltratan, amenazan o engañan a través de internet, estás siendo víctima de ciberacoso.

Lo primero es reconocer que estás siendo violentada, y después, solicitar apoyo si tienes miedo a tomar decisiones. Acércate a una red de apoyo (amigas o familiares); lo más importante es ponerte a salvo. Investiga las instancias que hay en tu país para denunciar y tomar las acciones conducentes porque la violencia debe parar.

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