Publicado por Veronica Stasiuk el 26 de Septiembre de 2013 a las 9:21am
MUJERES.“Las mejores artistas”Las mujeres hemos venido desempeñando a lo largo de la historia diferentes roles y papeles dentro de la familia y la sociedad. Actualmente las mujeres son consideradas multifuncionales, nos colocamos diferentes y variadas vestiduras durante el transcurso de nuestra vida, por ejemplo nuestra vestidura de madres, que considero de forma muy personal que la mayoría de mujeres son ejemplo de una gran fortaleza, ellas casi siempre son las mayores responsables de la estructura y formación de la la vida emocional, física e intelectual de sus hijos, tratando de transformar a un pequeño totalmente dependientes en un adulto que llegue a ser independientes, así mismo jugamos papeles de esposas, hermanas, hijas, empleadas del hogar, choferes, enfermeras, cocineras , parejas que cooperan con la economía del hogar, etc. convirtiéndonos en medio de tantos papeles en todas unas artistas.Además la sociedad en la que vivimos "exige" que la mujer tenga que estar arreglada, que luzca bonita, que cuide su físico, que se vea bien y se encuentre bien emocionalmente. En nuestra juventud lo podemos hacer de una forma más fácil, pero a medida que pasan los años conseguirlo requiere de mayor tiempo y de más esfuerzo (económico, personal y familiar). Considero que cuidarnos y procurarnos nos es vanidad, sino una necesidad, pues "estar bien" significa tener una imagen de aspecto saludable y estar bien emocionalmente conmigo misma y con los demás.Generalmente a las mujeres nos cuesta trabajo cuidarnos, pensar y trabajar en nosotras mismas, hemos dedicado una parte importante de nuestras vidas al cuidado de terceras personas, la familia, la casa, el trabajo, los amigos, los padres etc., llegando a olvidarnos de nosotras mismas. Desde niñas hemos sido formadas para postergarnos a nosotras y proteger o sostener a los demás.El principio de amar y servir es maravilloso, sin embargo para las mujeres en ocasiones es una obligación. Como mujeres si bien tenemos muchas obligaciones, tenemos una no menos importante y es buscar tiempo y lugares que nos proporcionen espacios para disfrutar, descansar, divertirnos y trabajar en nuestro desarrollo y crecimiento personal y tener hasta nuestro propio proyecto de vida, aparte de nuestro proyecto de familia sin que este choque o afecte nuestros papeles de esposas, madres, hijas, amigas, compañeras de trabajo etc.Hay ocasiones en donde las mujeres han olvidado o se han apartado de su verdadera esencia, de sus sueños. En ocasiones les cuesta trabajo responder a preguntas tan sencillas como ¿Que te gusta hacer en tu tiempo libre?, ¿Que te gusta comer? ¿Cuál es tu mayor ilusión a cumplir en tu vida? ¿Qué harías si recibes una herencia en este momento? etc. Y pueden responder con mucha facilidad que le gusta comer o hacer a su pareja, cual es la mayor ilusión y metas de sus hijos o de sus padres, platican con mucha emoción como compartirían su herencia con sus familiares, amigos, y sin embargo no saben exactamente qué es lo que más les gusta o que quieren o necesitan para ellas.La pregunta es: ¿Dónde queda aquella joven ilusionada con metas y aspiraciones propias? Esa vida interior propia, es la que no debemos dejar morir y nadie más que a nosotras mismas nos compete oxigenarla, desempolvarla y volver a la vida. Date la oportunidad de reencontrarte contigo misma, de empezar a ser fiel a ti mujer y actualizar, modificar y soltar creencias, mensajes, grabaciones, máscaras y vestiduras que te han ido formando en el transcurso de tú vida y que en tú aquí y ahora ya no te hacen sentir feliz, contenta, plena y realizada.*Barry Stevens afamada terapeuta, narra de una forma clara y didáctica en su libro “No empujes el río que fluye solo” como se va dando este proceso.“En el principio yo era una persona y solo conocía mi propia experiencia luego me dijeron cosas y me convertí en dos personas……….Así pues había dos yos. Un yo siempre estaba haciendo algo que el otro yo desaprobaba….En el principio era yo, y yo era buena. Luego vino el otro yo y también la autoridad exterior llenándome de confusión. Y como había muchísimas autoridades exteriores, todas distintas, el otro yo quedo muy confundido”.Estos mensajes recibidos de diferentes formas y por diferentes personas nos vinieron a formar una imagen y una identidad de nosotras mismas de lo que no somos. El problema es que si no soy esa niña buena, calladita, linda, traviesa, burra, mentirosa, callejera, malagradecida, etc. que me dijeron que era, ahora ¿Quién soy yo?Esta es una de las quejas o preguntas más comunes en terapia. La respuesta es que cada una de nosotras tenemos que empezar a descifrar y encontrar nuestra verdadera esencia, nuestra identidad, nuestros verdaderos y auténticos gustos y deseos.No es fácil quitarnos las etiquetas que nos han impuesto o que nosotras mismas nos pusimos en su momento para agradar, para que nos dieran amor incondicional, aceptación, etc. fue lo mejor que teníamos, de cómo deberíamos de ser, que teníamos que decir, cómo lo deberíamos de hacer etc. No es fácil, pero tampoco imposible, recuerda que ahora ya eres una adulta y como adulta ya tienes más herramientas y recursos que en su momento, no tenías.Para empezar a trabajar con tus introyectos puedes tomar una hoja de papel y dividirla en cuatro columnas. En una columna ve anotando durante varios días todos los introyectos, mensajes o grabaciones que recuerdes haber recibido durante tu vida. En la segunda columna ve anotando de donde o de quien vienen, puede ser que los tengas bien identificados, de papá, mamá, maestro o alguna figura significativa en tu vida, si no recuerdas de donde los aprendiste lo puedes dejar en blanco. En la tercera columna quiero que pongas los introyectos o mensajes con los que sí te quieres quedar, los que hoy por hoy te vienen bien, te hacen sentir bien, con los que te sientes cómoda, pues no todos los introyectos son malos o nos hacen sentir mal, al contrario hay muchísimos que nos han transmitidos nuestros padres o figuras significativas que nos han ayudado a ser las mujeres que somos ahora. Recuerda que es importante, como se dice metafóricamente, “masticarlos” si te gustan y te vienen bien te los puedes “tragar”, ahora si, ya son tuyos, no son impuestos, tu lo estas decidiendo de una forma consciente. En la cuarta columna vas a escribir todos los mensajes recibidos que no te han servido para nada o peor aún que te han perjudicado y detenido en tu desarrollo emocional. Si identificas de donde o de quien viene, se los puedes regresar con todo respeto, porque esto ya no te corresponde, no es tuyo.Por otro lado si además te cuesta trabajo reconocer o identificar que es lo que te gusta, que le da sentido y te ilusiona de tu vida, has un pequeño ejercicio recordando tu infancia, pregúntate ¿qué te gustaba hacer de niña?, ¿con que te gustaba jugar?, ¿qué querías ser de grande?, ¿cuáles eran tus sueños e ilusiones?, ahí estaba nuestra verdadera esencia, nuestra verdadera vocación, cuando aun no estábamos contaminadas con los “tienes” o “debes”.Mujer atrévete a reconectarte, sé todo lo que puedas ser.*No empujes el río por que fluye soloBarry StevensEditorial: Cuatro vientosLic. Psic. Verónica Stasiuk O.Coordinadora de Dreamcamp (campamento para mujeres)
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