La codependencia se manifiesta de muchas maneras dependiendo de la personalidad de los individuos o de la forma de relacionarse con los demás, podemos distinguir cinco formas:
Rescate
Control
Reacción
Atadura
Dependencia
RESCATE.
El rescate es una de las *manifestaciones de la codependencia.
Es la obsesión de rescatar como “trampa del mesías”. El rescatador es el que carga sobre sus hombros en forma obsesiva la responsabilidad de la vida de otro. Desconoce sus propias necesidades y es incapaz de expresar sus verdaderos sentimientos, casi siempre porque el mismo no los reconoce.
Aparenta ser un acto de gran generosidad y amistad, pero en realidad no lo es, porque cuando rescatamos consideramos a la persona como incapaz y después de que lo hacemos sentimos enojo por hacer algo que no queríamos, ignorando nuestras propias necesidades. Por su parte, la persona que es ayudada, la supuesta víctima, no está agradecida por la ayuda y nos lo demuestra, originándose mucho enojo por ambas partes.
Existen varios tipos de rescatadores:
El mesías complaciente: comienza con el deseo de ayudar y de pronto toma sobre sus hombros la responsabilidad de otra persona. Dice que sí a todo y luego se siente muy angustiado por no poder cumplir con todos los compromisos de ayuda que ha aceptado.
El dador: es feliz regalando todo.
El mesías protector: se preocupa mucho por el bienestar de otros y hace lo imposible por ellos. Quiere tomar decisiones por ellos y no es apreciado porque hace sentir a los demás como incapacitados.
Los consejeros: son aquellos que tienden a ayudar a quienes viven en situaciones problemáticas. Es como si tuviera una antena especial para detectar a las personas angustiadas y antes de que pidan ayuda ya los consejeros las están escuchando y aconsejando.
El salvador: es aquel rescatador que atrae a las personas que están en crisis. Se dice de los salvadores que son candil de la calle y oscuridad de su casa, pues dejan a los suyos para correr en pronta ayuda de todos los demás.
El maestro: se caracteriza por trabajar con grupos. Se ve que ha caído en la trampa del rescate cuando mira su actividad como una obligación o cuando la realiza en forma obsesiva. Se siente casi siempre agotados y a veces muy solos aunque estén rodeados de gente. Sienten que ayudan a muchos, pero que nadie los ayuda a ellos.
Es importante cuestionarse cuál es la verdadera motivación de su trabajo, si es una auténtica vocación, si es la necesidad de aceptación de los demás o bien la culpa por no compartir todo lo que saben.
Los rescatadores empiezan a descuidar su persona y su salud, nunca tienen tiempo para ir al doctor, porque las necesidades de los demás están siempre por delante de las propias.
Podemos ayudar cuando el otro nos invita a hacerlo; cuando nos da lo mismo que acepten nuestros consejos o no. La importante es el bien verdadero de los demos y no el que ellos hagan lo que nosotros juzgamos mejor.
Asimismo podemos ayudar cuando creemos que el otro es valioso y digno de nuestro apoyo.
Muchas veces, hacemos cosas que parecen buenas o lo son en sí mismas, pero nuestra intención no es pura ya que la hacemos por:
Culpa
Necesidad de ser reconocidos.
Necesidad de ser necesitados.
¿Qué te empuja a la codependencia sino el ansia de ser amad@? Solo que nadie puede darnos aquello que no somos capaces de procuramos a nosotros mismos.
Por lo tanto, para AMARTE, respetar las siguientes reglas:
¡CODEPENDIENTES ABSTENERSE!
1.- De complacer;
2.- De adivinar en el otro necesidades aún no manifestadas;
3.- De entregar tu habilidad para resolver problemas ajenos;
4.- De responder de inmediato a la demanda del otro;
5.- De hacer servicio esperando recompensa;
6.- De vivir según lo que supones que va a ser aceptado;
7.- De programar tu día después de atender a otros;
8.- De sentir CULPA - VERGÜENZA - DESVALORIZACIÓN;
9.- De sentirte INADECUADO;
10- De OLVIDARTE DE TI MISMO...!!!
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