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En el sexo los hombres y las mujeres somos y actuamos de manera diferente: uno por educación y dos por nuestros propios ritmos biológicos.
Las mujeres creen que ellos lo saben todo y nos van a venir a enseñar cómo disfrutar del erotismo. Eso muchos también se lo han creído y esperan ser nuestros maestro en las artes del amor.
Pero en realidad no saben nada de las mujeres ya que ni siquiera nosotras nos conocemos y mucho menos nos atrevemos a pedir lo que deseamos y necesitamos.
Por ejemplo:

1.- Nosotras necesitamos más tiempo para el calentamiento. Ellos en cambio con un breve estímulo pueden estar listos para el cuchiplanche.
2.-Nosotras necesitamos un tiempo prolongado para las caricias y besos que disfrutamos muchísimo.
3.-Llegar al orgasmo no es nuestra única finalidad, las mujeres buscamos la relación sexual para sentirnos apapachadas, deseadas y queridas.
4.-Necesitamos palabras de amor y ternura para excitarnos. Nuestro mayor órgano erógeno es el oído. Nos encanta oír que somos hermosas y maravillosas, que nos aman y somos lo más importante para ellos. Los hombres prefieren palabras rudas durante el acto y antes del coito necesitan ver para estimularse.
5.-En general no nos preocupa el tamaño del pene, mientras él sepa estimularnos de otras formas creativas y sabrosas eso pasa a un segundo término.
6.-Las mujeres tenemos un plano erógeno bastante más amplio y complejo que el de ellos, por lo que necesitamos conocernos para darles una orientadita.
7.-El clítoris es nuestro punto más sensible y se encuentra fuera de la vagina, en el área superior de la vulva, acariciarlo con la mano, la lengua o cualquier vibrador puede hacer que la mujer llegue al orgasmo de manera más rápida e intensa que con la penetración.
8.- La mayoría de las mujeres no llegan al orgasmo en la penetración. Eso es normal y no tiene que ver con un mal desempeño de ellos.
9.- Cuando les decimos que “nos duele la cabeza” tal vez lo que queremos decir es que necesitamos un poco más de romance y seducción y no llegar a lo que “te truje”, cuando nosotras estamos enojadas, resentidas o no nos sentimos bien amadas solemos “castigarlos” con la indiferencia o rechazo sexual.
10.- Estamos educadas para no tomar la iniciativa y para “hacernos del rogar”, así que muchas veces un “no” tal vez sea un “si, pero ruégame tantito”. Abrir la comunicación con la pareja es super importante por que es muy desgastante andarle jugando el adivino.

Por todo esto es fundamental que nosotras aprendamos a conocernos, autoexplorarnos y desinhibirnos para decirle a nuestra pareja lo que nos gusta, lo que deseamos y esperamos de nuestra vida sexual, y a los hombres les pedimos encarecidamente que se ocupen más de la ternura y el romanticismo que tanto nos excita y facilita la relación.