¿Tu hijo reniega de todo?¿Si le das una orden, su respuesta es NO?¿Su actitud es desafiante y siempre te lleva la contra?
Aunque como papás, la rebeldía de nuestros hijos es difícil de manejar, tiene una razón de ser. Desde el punto de vista del desarrollo, la rebeldía típicamente comienza a los ocho años y generalmente no pasa de la adolescencia y es la forma en la que un hijo trata de ser autónomo e independiente.
En aproximadamente un 30 y 40 por ciento de los niños y adolescentes se trata de una etapa transitoria y sin embargo, un 20 por ciento desarrolla trastornos de conducta que pueden llevar a actitudes más peligrosas como: meterse en pandillas, destruir cosas y consumir alcohol, y drogas.Son varios los factores que hacen que un hijo se quede instalado en una rebeldía exagerada y anormal.
1. El estrés. Cuando un niño enfrenta conflictos en su hogar como peleas constantes entre sus padres o una separación.
2. Exceso de disciplina; padres exageradamente estrictos y controladores
3. Identificación con un papá o una mamá impulsiva y explosiva que grita y agrede y no sabe escuchar.
4. Ausencia física y emocional de los padres porque tienen que trabajar mucho y casi no están en casa.
Si tus hijos están transitando por una época difícil y no sabes como manejarla los siguientes LIZITIPS te van a servir.
1. Los hijos necesitan calidad pero también cantidad de tiempo. Trata de brindarles todo el tiempo que puedas expresándoles en palabras y con hechos que los amas.
2. Autoevalúate: Es conveniente que identifiques donde radica el problema: ¿Tu forma de imponer disciplina es excesiva? ¿En vez de hablar con ellos, les gritas o insultas cuando te enojas o te desesperas? , ¿Hay algún miembro de la familia impulsivo o agresivo a quien tu hijo está imitando?
3. Los niños o adolescentes casi nunca se dan cuenta de que están haciendo mal. Es tu responsabilidad hacérselo saber
4. Si el problema persiste, es necesario buscar ayuda profesional para recibir terapia individual y familiar
5. Es necesario poner limites pero con amor. Tus hijos necesitan saber lo que tu esperas de ellos. Di no a conductas inadecuadas, pero nunca lo insultes o lo denigres como persona.
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