Muchas parejas, incluso aquellas con una relación satisfactoria y feliz son incapaces de hablar de sexo, o les provoca tanta ansiedad el tema que prefieren esquivarlo o darle la vuelta.
Si eres de las personas que les cuesta trabajo hablar de sexo, una alternativa es la COMUNICACIÓN NO VERBAL. A veces NO hacen falta tantas palabras para que nuestra pareja sepa lo que nos gusta, basta tomar su mano y guiarla por las zonas del cuerpo cuya estimulación nos resulta más gratificante, señalando la frecuencia e intensidad de las caricias.
Una mirada o un beso insinuante acaba siendo más erótico que una invitación directa de tipo “¿Hacemos el amor en la noche?”
También es cierto que a veces las insinuaciones no son suficientes, hay personas que desean tener relaciones pero se pasan días esperando que su pareja tome la iniciativa. Esto es un juego tonto que no lleva a nada bueno.
Pedirle a tu pareja que tenga relaciones contigo es expresar un sentimiento, manifestar una necesidad y hacer evidente la atracción que sientes por el o ella. Por supuesto que no debe ser una imposición o convertirse en una pregunta irónica como “Soy seguro hoy tampoco tienes ganas ¿verdad?”.
Para disfrutar más la intimidad con tu pareja:
- No te calles, si consideras que tu vida sexual es insatisfactoria. Cuando nos guardamos lo que nos molesta acabamos explotando y luego es demasiado tarde para buscar soluciones.
- Se tolerante. Nadie es perfecto, ni nadie nace sabiendo como ser un buen amante. De hecho la mejor escuela, es la relación de pareja.
- Suaviza las críticas sobre desempeño sexual. Antes de que le vayas a hacer una critica a tu pareja, ponte en sus zapatos y piensa como te afectaría a ti escuchar lo que le vas a decir. Suaviza tus palabras antes de hablar.
- Habla en el momento y el lugar apropiado. Interrumpir una sesión amorosa para hablar no es una buena idea, de preferencia platica con tu pareja sobre el tema en un lugar neutral y antes de hablar piensa muy bien lo que vas a decir.
- Evita las generalizaciones. Los “siempre” y los “nunca” son enemigos de un buen dialogo. Si empiezas una frase con: “Cuando”, ej. “Cuando me acaricias así…” evitarás la tentación de culpar a tu pareja y herir sus sentimientos.
- Pide lo que deseas. En lugar de criticar, explícale a tu pareja lo que deseas. Ej. “Cuando me acaricias suave, me vuelves loca”
- Describe con un ejemplo y no con una crítica lo que no te gusta ej. “Me siento mal cuando vas demasiado rápido”
- Agradece que te haya escuchado. No ahorres en elogios o reconocimientos sobre lo que te gusta del el/ella y convierte tus platicas sobre intimidad en una actividad frecuente.
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