El siglo veintiuno se ha caracterizado hasta ahora por un canto hacia la fuerza, el poder, la inteligencia y la capacidad de lograr sus sueños de la juventud.
Si bien es cierto que la juventud es la etapa formativa del ser humano, dónde decide cuál será su destino y dónde se prepara para ello, la vida cursa por varias etapas, dónde se destaca la madurez cómo una ventaja competitiva, habida cuenta de la experiencia acumulada en el tránsito vital.
A nivel de las relaciones de dependencia laboral, pasados los treinta y cinco o cuarenta años, parecería que los seres humanos ingresamos en una etapa de desecho, sin tener en cuenta lo aprendido, y la visión diferente de la vida que podemos tener como consecuencia de haber ingresado en la madurez de nuestra existencia.
Ni tanto ni tan poco. Es decir, es innegable que la juventud es sinónimo de fuerza, de sueños e ilusiones, pero la falta de experiencia hace que hoy en día uno de los problemas fundamentales que tienen los jóvenes es la baja tolerancia a la frustración. Cuándo algo no sale bien en su vida, se angustian, se deprimen, y consideran que no vale la pena hacer ningún esfuerzo para revertir esa situación.
La madurez nos da una visión diferente de la aventura de vivir. Sabemos que hay éxitos y fracasos, que hay lágrimas y sonrisas y que hay alegrías y tristezas en este emprendimiento que se llama vivir.
Por ello es bueno aprender a convivir, los jóvenes con quienes están en la madurez y con quienes han ingresado en el otoño de la vida. Las vivencias que marcan el derrotero existencial, son las condecoraciones que nos otorga la naturaleza como gratificación por haber sabido atravesar por los períodos difíciles y por las crisis personales, buscando siempre las herramientas necesarias para subsistir con dignidad.
La madurez es una de las etapas más agradables de la vida, dónde la mesura, la reflexión y la orientación para quienes vienen detrás en ese largo camino de la vida, es la norma y es el legado que le podemos y debemos dejar a los más jóvenes.
Dr. Walter Dresel wdresel@adinet.com.uy www.exitopersonal.org
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