Todo lo que concebimos de manera material es en realidad puramente energía. Si ampliáramos un átomo (la partícula física más pequeña) veríamos cómo los electrones en realidad lo rodean a una distancia descomunal.
Vivimos en un universo básicamente vacío donde lo que reina realmente es la información. Sin embargo, vivimos bajo un paradigma materialista, esto es, concebimos la realidad de una manera material, donde la materia, las cosas, se entienden de manera independiente y disociada respecto de la información.
Lo importante de esto es: el universo es fundamentalmente vibración, y tus pensamientos y emociones afectan a la materia. Y no se trata de una opinión. Es un hecho científico.
La clave entonces es, si vivimos en un mundo esencialmente vibracional donde nuestras emociones y los pensamientos influyen en la materia, aprendiendo a gestionar y manejar las emociones tendremos más capacidad de influir en el entorno material que nos rodea.
Comentarios