El tema que me atañe el día de hoy es el de la muerte. Esa idea en la que no nos gusta pensar hasta que no acontece ya sea por medio de un ser querido o nuestra propia muerte.Se has preguntado porque nos da tanto temor pensar y hablar de la muerte?Recuerdo cuando recien llegue a los Estados Unidos la primera vez y me sentía tan lejana a mis padres, la mayor mortificación que tenía, era pensar que se pudieran morir al estar yo tan alejada. Era un pensamiento que me quitaba el sueño y me ponia muy triste.Supongo que no nos gusta pensar en la muerte porque en primer lugar no sabemos a donde vamos a ir y nuestra práctica espiritual no está lo suficientemente fortalecida como para que hayamos llegado a la total comprension, de que regresaremos a reunirnos con el ser creador o la creadora como le llamo yo. También considero que las creencias sobre el cielo y el infierno juegan un papel importantísimo en el temor de morir. En general los seres humanos no nos sentimos lo suficiente buenos como para merecer el cielo y dependiendo de la religión que profeses quizá crees que le tocará irse al purgatorio o si hiciste muchas travesuras iras directito al infierno. Con este tipo de creencias es obvio que es realmente aterrador el solo hecho de pensar en la muerte.Hay ideas que he llegado a adaptar, sobre la muerte, y que estoy aprendiendo a procesar. Creo que la muerte es una transicion en la vida del espíritu que es muy parecida a la transicion del nacimiento. Me imagino que nos vamos al lugar de donde venimos y que quiza cuando iba a llegar el momento de nacer nos sentiamos igual de aterrados por el solo hecho de pensar que teniamos que encarnar en un cuerpo.Por muy duro que se escuche es importante meditar acerca de la muerte y aprender a hablar de ella para que cuando se llegue el momento de trascender de un ser querido o la propia, no nos caiga tan de sorpresa y sepamos hacer las pases con un proceso que es tan natural como el nacer.Es importante exteriorizarles a tus seres queridos que te gustaría que hicieran contigo si caes en coma, si te gustaría ser cremado o sepultado y sobre todas las cosas planea su funeral, no le deja a su familia aparte de la pena de haberte perdido, el peso de los gastos que son muy costos. Hay muchas manera de planear y puede comenzar con pagos módicos. Recuerde TODOS, TODOS sin excepción nos vamos a morir. Aminore la pena y hable con su familia de este tema.Asi opino yo y tu, ¿que opina?
Hola Gabriela, que terrible! Me imagino lo tremendo que ha de ser para toda tu familia en especial para tu hermana, no se quien la pueda ayudar en linea, pero definitivamente es urgente que alguien la ayude. Un abrazo
ES CIERTO QUE AVECES SE PREPARA UNO PARA LA MUERTE DE UN SER QUERIDO CUANDO SE ESTA ACTIVO EN UNA IDEOLOGIA, PERO EN LA FAMILIA NOS PASO ALGO, NO ESTABAMOS PREPARADOS PARA UNA MUERTE TAN VIOLENTA Y CON TANTA AZAÑA, Y NO ALCANZA UNO A COMPRENDER, PORQUE SI LA VIDA ES TAN BELLA EXISTEN "LACRAS DE LA SOCIEDAD O DEMONIOS" PORQUE ESO SON QUIENES ACABAN CON LA VIDA DE UNA PERSONITA INDEFENSA QUE NO DEBIA NADA A NADIE QUE NO LE HACIA DAÑO A NADIE Y ES BRUTALMENTE AESINADA Y NO CONFORME CON MATRALA VESTIALMENTE LE MARTIRIZAN LE MUTILAN Y AUN PRENDERLE FUEGO, ESO NO SE VALE. ESA MUERTE NUNCA SE ACEPTARA Y NUNCA ESTAMOS PREPARADOS PARA MORIR ASI. ESO DUELE TANTO QUE ES COMO VIVIR ESTANDO MUERTO EN VIDA . ESO LE PASO A MI SOBRINITA DE 17 AÑOS. ANITA
cierto es que nos presentan a la muerte como algo tenebroso, siendo sòlo la etapa final de la naturaleza, vayamos trabajando para que en tiempos venideros veamos la muerte como algo lleno de recuerdos no dolorosos, cuando se vaya algo muy querido veamos solo bueno recuerdos; tambièn se vale recordar tiempos dificiles y asì podremos asimilar eso precisamente que se llama muerte, nos dolerà menos.
UNO SUELE TEMER A LA MIUERTE POR QUE ES EL FIN , POR NUESTRAS CREENCIAS , POR LO QUE NOS IMAGINAMOS , SIN EMBARGO, CUANDO ES ALGUIEN MUY QUERIDO QUIEN NOS DEJA , ES EL DECONCIERTO Y EL DOLOR EL QUE DOMINA , CUANDO FALLECERON MIS HIJOS PENSE QUE NO PODRIA CONTINUAR , SIN ELLOS , QUE NO HABRIA MAS NADA EN MI VIDA, ASI HAN PASADO 6 AÑOS Y AUNQUE AUN ME DUELE , LA MUERTE LA VEO COMO UNA ESPERANZA DE QUE ALGUN DIA LOS VOLVERE A VER , ES MUY DIFICIL POR QUE NADIE NOS PREPARA PARA LA PARTIDA DE NUESTROS AFECTOS
Pues en mi caso, la muerte no me da miedo si es para mi, inclusive desde muy jovencita, la desee, y por lo tanto no la veo con malos ojos. De echo me encanta la idea de la reencarnacion. Pero si quien muere es alguien querido, ahi si q me duele, quizas es normal, uno nunca quiere q se vayan para no volver a verlos en cuerpo presente, pero se q para eso hay q prepararse para no tomar las cosas tan fuertes. Gracias Aurora por este blog.
La pérdida de un ser querido es una situación por la que muchos hemos atravesado o atravesaremos a lo largo de nuestras vidas. Si bien es una de las transiciones normales y naturales de la vida, no sabemos si por lo inesperado o impensado, nos deja en una situación de estupor, aturdidos, y sin palabras que nos permita describir o expresar nuestras sensaciones y sentimientos. Nos apegamos a seres queridos que nos acompañan, nos complementan y terminan siendo partes nuestras. Toleramos su ausencia, si sabemos que ésta no es duradera y que a pesar de la distancia, podremos recuperarlo, pero si tenemos que confrontarnos con la irreversibilidad de la muerte, entonces, ya nada nos consuela, y la angustia y el miedo, se transforman en nuestra diaria compañía. ¿Será por eso que la perdida de un ser amado nos hiere haciéndonos sentir un dolor insoportable, como si nos hubieran arrancado una parte vital de nosotros mismos.
En este trance se resquebraja nuestro mundo, lo que era hasta ese momento, ahora ya no lo es más, perdemos el timón de nuestro barco, no sabemos cómo ni para dónde seguir. Nuestra vida pierde sentido y muchas veces anhelamos la muerte como única salvación, en una fantasía loca y desesperada de reunión con ese ser querido en algún otro mundo.
Nos duele el cuerpo y el alma, nada nos calma, la tristeza y el anhelo de recuperar lo perdido, nos agota, nos abocamos en una búsqueda sin fin. Nuestras cabeza trabaja a un ritmo alocada en su intento de encontrar respuestas a tantos interrogantes, pero como un disco rayado, se repiten escenas, se reviven recuerdos en un intento de recuperar a ese otro aunque sea a través de la memoria.
Nuestras lágrimas se transforman en el mejor modo de sintetizar el desasosiego, el vacío y el miedo de tener que enfrentar el mundo sin ese otro. La culpa de no haber podido evitar de algún modo la muerte, y tener que lidiar con ella ahora, nos deja impotentes y nos hace sentir que ya no podremos nada.
¿Cómo poder frente a una realidad tan devastadora, encontrar a esta altura algún camino con salida? Quizás éste constituya el gran desafío, si bien frenar y evitar todas estas emociones, es una actitud frecuente a la hora de mitigar el dolor del duelo, es necesario la creación de estrategias de afrontamiento ....
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En este trance se resquebraja nuestro mundo, lo que era hasta ese momento, ahora ya no lo es más, perdemos el timón de nuestro barco, no sabemos cómo ni para dónde seguir. Nuestra vida pierde sentido y muchas veces anhelamos la muerte como única salvación, en una fantasía loca y desesperada de reunión con ese ser querido en algún otro mundo.
Nos duele el cuerpo y el alma, nada nos calma, la tristeza y el anhelo de recuperar lo perdido, nos agota, nos abocamos en una búsqueda sin fin. Nuestras cabeza trabaja a un ritmo alocada en su intento de encontrar respuestas a tantos interrogantes, pero como un disco rayado, se repiten escenas, se reviven recuerdos en un intento de recuperar a ese otro aunque sea a través de la memoria.
Nuestras lágrimas se transforman en el mejor modo de sintetizar el desasosiego, el vacío y el miedo de tener que enfrentar el mundo sin ese otro. La culpa de no haber podido evitar de algún modo la muerte, y tener que lidiar con ella ahora, nos deja impotentes y nos hace sentir que ya no podremos nada.
¿Cómo poder frente a una realidad tan devastadora, encontrar a esta altura algún camino con salida? Quizás éste constituya el gran desafío, si bien frenar y evitar todas estas emociones, es una actitud frecuente a la hora de mitigar el dolor del duelo, es necesario la creación de estrategias de afrontamiento ....