OJO:
Esta imagen representa a Cupido cuando se dio cuenta que flechó a las personas equivocadas.
El amor, el amor...siempre nos hace felices, pero en ocasiones nos sorprende amargamente. Sucede, cuando por azares del destino, la relación que tantas ilusiones, alegrías, dulces emociones y brillantes sensaciones llenaban de forma total nuestros sentidos...llega a su fin.
Resignémonos: Cupido se equivocó. Flechó a quienes no se corresponderían hasta el fin de sus días.
Sí, cualquier ruptura es amarga Nos invade el dolor, la impotencia, la tristeza y una sensación de soledad y de autocompasión...insoportables. Nuestra autoestima se ve afectada, ¡¡y eso no debemos permitirlo jamás!!
No importa el tiempo que haya durado ese romance. Cuando nos enamoramos lo hacemos de forma total, por lo tanto, nos causará conmiseración. No entendemos (o no queremos entender) que esa felicidad absoluta que nos provocaba dicho "amor", de pronto se transforma en angustia, en agonía y en una aparente soledad.
Ya saben, para seguir leyendo la nueva entrada, pueden acceder a:
http://crisalidaunaesperanzaperenne.blogspot.com/2011/02/guia-infalible-17-claves-para-olvidar.html
Comentarios