Mindfulness es una habilidad, no una técnica. Desarrollamos la habilidad aplicando técnicas formales.
Estas técnicas se practican en la meditación formal. Aquí es donde puedes dedicar tan poco como 10 minutos al día o el tiempo que desees, cada día, con el fin de adquirir y profundizar varios aspectos de la habilidad.
Y esto es importante. La práctica disciplinada regular es crítica para desarrollar y perfeccionar la habilidad. Si tú has estado practicando durante un mes ó 30 años, la práctica regular es igualmente importante, ya que hay capas más y más profundas en Mindfulness. Un pianista virtuoso sigue practicando escalas sin importar cuánto tiempo ha estado tocando. Lo mismo se aplica a la atención plena.
La atención plena es una forma de ser, una forma de expresarse y una forma de moverse en el mundo. Y es esta capacidad de ser consciente, momento por momento, que es el mayor beneficio. Te permite estar plenamente vivo en este momento. Y después de todo, ¡éste es el único momento que hay!
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