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El dinero y las emociones están enganchadas debido a que los asuntos de dinero tienen que ver con la supervivencia del ser humano. Si vemos nuestra supervivencia amenazada entra en acción el cerebro reptil y se detonan memorias de la infancia que tienen que ver con carencia económica y emocional.

Una de las emociones más frecuentes que le ponemos al dinero es la de la vergüenza, sobre todo para las personas que ponen su propio valor en lo que tienen y no en lo que son. Un ejemplo muy claro de ello es “el guardar las apariencias”. Millones de personas en el mundo dedican una cantidad enorme de energía en hacer creer a las y los demás que tienen más de lo que en realidad poseen en materia de dinero. Para esto, una de las principales herramientas es el crédito y por ende las deudas. Podemos observar a una chica súper bien vestida, con un peinado sensacional, lo que se llama el “look” del millón de dólares, con una bolsa de esas de marca, pero sin embargo no tiene un cinco en la bolsa o en la cuenta bancaria y esto le puede proporcionar una sensación de impostora que va cubierta por una tremenda vergüenza que generalmente esta a nivel inconciente. Sonríe, aparentemente proyectando seguridad, pero por dentro lleva una carga que no la deja disfrutar porque no está a la altura de lo que ella quiere proyectar.

Nuestra sociedad nos ha enseñado a valorar mas el dinero que a las personas, esto quiere decir a valorar más lo que poseemos que lo que somos. Mientras no sanemos esta percepción errónea, la vergüenza y otras emociones negativas, nos acompañaran en nuestra relación con el dinero.

Es importante recordar que antes de hacer y tener esta el “Ser”, apreciar quienes realmente somos, apropiarnos de nuestros talentos y habilidades y dejar de poner el poder fuera de nosotros en objetos inanimados como lo es el dinero. El dinero solo se mueve a través de la energía de los humanos. La representación del dinero, billetes, monedas, plástico, no existe. Cuando ya no sirve sale de circulación, el verdadero valor esta en la energia que representa y somos nosotras la que la generamos, es nuestro poder manifestador interno, inherente a cada ser humano, un derecho por nacimiento.

No tiene absolutamente nada de malo querernos ver bonitas, bien presentadas, “echando rayos”, el problema reside desde que espacio se hace. Si es desde el miedo, desde la vergüenza, desde las apariencias o si es desde nuestro centro. Es nuestra obligación y derecho transformar la idea equivocada que tenemos del dinero y el falso poder que le hemos dado sobre nosotras. No existe absolutamente nada que valga mas que un ser humano, el día que nos demos cuenta de nuestro inmenso poder y nuestra valía la tierra se volverá el paraíso y ya no habrá necesidad de engancharle emociones negativas al dinero como la vergüenza.

Comencemos a trabajar en apreciar quienes somos, en valorar lo inmensamente ricas que ya somos independientemente del dinero que se tenga o no se tenga, una vez que nos apreciemos y pongamos al dinero en su justo lugar, comenzará a fluir en suficiencia, el portal directo hacia la abundancia.

Psic. Aurora Medina

Especializada en la Psicología del Dinero

Inspirando a las Mujeres a Transformar su Relación con el Dinero para una Vida Plena.

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