El amor es un tema de actualidad que se ha tornado complicado debido a los diversos significados que implica, pero sobre todo, porque está a merced de una serie de construcciones mediáticas que tienen más que ver con lo simple y representa un producto de los medios de comunicación.
El amor es un valor, es un sentimiento y es también una manera de comprender diversas facetas del mismo. Entendido desde la televisión, el cine o la mercadotecnia el amor se convierte, en algo inalcanzable, en un sinfín de expectativas que cualquier ser humano, de a pie, no puede cumplir.
El amor representa compromiso, intimidad y solidaridad. Y más aún, el amor en pareja, ese sentimiento que nos mantiene unidos y en pertenencia, que nos permite sentirnos identificados y construir un proyecto de vida en común.
El amor que nos venden, es un amor de contacto, de sexo, de seducción, de estar siempre disponibles al gozo y al placer. Éste es solo un aspecto de la vida en pareja, pero no es posible relacionarse desde ese lugar con alguien a quién decimos amar.
La intimidad se construye poco a poco. Todos los días estamos expuestos a ella en la vida en pareja. El amor fluye o se destruye en esa intimidad. Cuando el amor se torna violento, necio, indiferente y hasta melancólico, no es posible vivir una intimidad sana o saludable.
Una característica de la vida en pareja es su grado de intimidad, es el espacio en el cual vivimos los placeres más deleitables, pero también, los más sufridos y llorados.
La vida en pareja no está en una condición distante de todos los modelos que se imponen, no es así, y entonces, las personas se sienten que sus relaciones no están bien, no van de lo mejor y renuncian o trastocan su amor y su intimidad.
Cuando existe amor por alguien, necesitamos estar con la persona, sentimos un gozo en su presencia, y más aún, cuando se está enamorado. Sin embargo, demasiado amor, demasiada intimidad, desear al otro todo el tiempo y renunciar a quiénes somos y queremos, eso no es amor, es tal vez, dependencia afectiva, pero el amor siempre está por encima de cualquier destrucción.
La intimidad está en relación directa con la expresión del mismo:
- Cómo expresas tu el amor?
- Cómo te expresan el amor?
- De qué manera sabes que alguien te ama?
- Cómo sabe tu pareja que lo amas?
EL amor puede tener muchas caras:
- Amores dependientes.
- Amores asfixiantes.
- Amores idealizados.
- Amores violentos.
- Amores ciegos.
En fin existe una gran gama para expresar el amor a la pareja, pero cuando la intimidad se trastoca, el amor sale corriendo en su expresión y nos volvemos posesivos, manipuladores y empezamos, tal vez a experimentar uno de los tantos riesgos del amor en pareja como yo los llamo:
- El abandono.
- El desamor.
- La violencia.
- Los malditos celos.
- La indiferencia.
Y en ese sentido el amor ya no es lo que esperábamos, se inicia un proceso de sufrimiento y dolor que las parejas disfuncionales comienzan a tolerar, a aceptar o hasta a provocar.
Es necesario entonces poner un alto en el camino y reflexionar, comprender y mirar con ojos realistas lo que sucede en nuestra intimidad.
Lo que realmente experimentas en ella es la verdad de tu vivencia en pareja. Puedes darle la vuelta, no ver, justificar y hasta descuidarte en tu persona por intentar rescatar una relación que de tiempo se ha ido, se ha marchado el brillo del amor.
Y es entonces, en ese preciso momento en el que es preciso replantear nuestra vida en pareja. Y si no podemos solos seamos honestos y busquemos ayuda.
Para nosotros es muy importante el trabajo sobre la vida en pareja porque consideramos que es una relación que impacta en todas las áreas de la vida de las personas y sobre todo aún sí existen hijos, ellos siempre son afectados en estas formas de amar.
Y para ello contamos con materiales importantes para recuperar la confianza en el amor.
Heridas y cicatrices de la vida en pareja.
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