“Debes de aprender a congeniar con la gente, sin poner resistencia, porque en realidad tu dominas cualquier situación por tu capacidad y confianza en ti misma. Podrás parecer reservada, incluso, un poco débil, pero esto sólo significa que todo gira a tu alrededor favorablemente. Quizá algunas personas perciban lo que persigues y se molesten, no te preocupes solo cerciórate de disfrazar lo suficiente tu extrema confianza. Haz todo bien, porque no serás popular por tu capacidad de sonreír ante la adversidad, y querrán pelar siempre contra ti para verte caer, se defenderán como grandes guerreros y pelearan para que no alcances tus objetivos, pero tú ahora eres fuerte y segura, y estás preparada para dominar cualquier situación"
Gandhi era un gran estratega, por su apariencia frágil sus adversarios lo subestimaban, era un hombre educado en Londres, lo cual le permitía conocer muy bien a los ingleses. Esa la clave principal de la estrategia de Gandhi, “conocer tanto al adversario como a sí mismo”.
Hoy muchas personas son tan ambivalentes como lo eran los ingleses ante el poder y la autoridad. Necesitan Poder para sobrevivir, pero al mismo tiempo tienen una necesidad igualmente grande de creer en su propia bondad. En ese contexto, si combates a la gente con cualquier clase de violencia te hará parecer mala y agresiva. Y si es más fuerte que tú, en realidad le haces el juego, justificando una respuesta autoritaria de su parte. La culminación de la sabiduría de esta estrategia es aprovechar tanto tu preparación intelectual como tus valores.
Los seres humanos padecemos una limitación particular de nuestras facultades racionales que nos causan interminables problemas: cuando pensamos en alguien o en algo que nos ha ocurrido, generalmente optamos por la más simple, la más fácilmente digerible interpretación. Un conocido es bueno o malo, amable o grosero, con nobles o atroces intenciones; un hecho es positivo o negativo, benéfico o perjudicial, estamos contentos o tristes. Pero la verdad es que nada en la vida es tan simple. La gente somos invariablemente una combinación de cualidades buenas y malas, con fortalezas y debilidades. En ocasiones hacemos algo pensando que será benéfico para nuestra vida, resultando en ocasiones ambivalentes sentimientos hacia nosotros.
Aún el hecho más positivo tiene un lado negativo. Y con frecuencia nos sentimos felices y tristes al mismo tiempo. Reducir las cosas a términos simples nos las hace más fácil de manejar, pero esto no tiene nada que ver con la realidad, también significa que constantemente incurrimos en malentendidos y malas interpretaciones. Sería de infinito beneficio para nosotras que nos permitiéramos más matices y ambigüedad en nuestros juicios sobre las personas y los hechos.
Esta tendencia nuestra a juzgar las cosas en términos simples explica por qué la agresividad pasiva es tan diabólicamente eficaz como estrategia y por qué tantas personas la usan, consciente o inconscientemente. Por definición, la gente que actúa en forma agresiva-pasiva es simultáneamente pasiva y agresiva. Por fuera es dócil, amigable, obediente, incluso cariñosa. Al mismo tiempo, por dentro trama y emprende acciones hostiles. Su agresividad puede ser muy sutil: pequeños actos de sabotaje, comentarios destinados a exasperarte. También puede ser flagrantemente perjudicial.
Cuando somos víctimas de esa conducta, nos resulta difícil imaginar que ambas cosas están sucediendo al mismo tiempo. Podemos manejar la idea de que alguien puede ser amable un día y descortés al siguiente; a esto se le llama ser sencillamente de ánimo voluble. Pero ser descortés y amable simultáneamente… eso nos confunde. Tendemos a tomar por real la apariencia pasiva de esas personas y a involucrarnos emocionalmente con su aspecto agradable, no amenazador. Si vemos que algo no marcha del todo bien, que mientras que aparecen amigables podrían estar haciendo algo hostil, realmente nos dejan perplejos.
RECUERDA: nunca es prudente parecer demasiado ansioso de poder, de riqueza o fama. Tu ambición puede llevarte a la cima, pero no se te apreciará y descubrirás que tu impopularidad es un problema, es por eso que debes de llegar a dominar con paciencia y confianza en ti mismo.
Siempre hay alguien a tú alrededor trabajando e implementando alguna estrategia de ataque en contra tuya, para derrotarlo debes de trabajar en ti mismo. Eso significa ser agudamente consciente de la táctica de atribución de culpa tal como ocurre. Ahoga toda sensación de culpa que empieces a tener, esas personas pueden ser muy congraciadoras, usando el halago para atraerte a su telaraña, explotando tus inseguridades. Es a menudo tu propia debilidad la que te empuja a olvidar tu objetivo: dominar con paciencia y confianza lo que desees. “PONTE MUY ALERTA” cuando alguien conoce tus debilidades y no estás preparada emocionalmente y tu adversario está listo para derribarte.
Una vez que te des cuenta de que trabajas con elementos peligrosos, el movimiento más inteligente que puedes hacer es desligarte, idealmente para desaparecer a esa persona de tu vida, o al menos para no estallar y causar una escena. Debes guardar y aprender a mantener la calma. Si ocurre que se trata de una pareja en una relación de la que no puedes desvincularte, la única solución es buscar la manera de hacer que esa persona se sienta cómoda para expresar sus sentimientos negativos hacia ti y alentar ese hecho. Esto puede ser difícil de aceptar en un principio, pero es mucho mejor porque las críticas abiertas son más fáciles de manejar que el sabotaje encubierto.
“No es patológico intentar obtener el control de una relación, todos los hacemos; pero cuando se intenta obtener ese control mientras se niega hacerlo, la persona exhibe una conducta sintomática. En toda relación que se estabiliza, como entre esposo y esposa, ambas personas llegan a acuerdos sobre quién controla qué área de la relación”.
Muéstrate siempre tranquila, confiada, honesta con tus valores y principios, pero con la mentalidad y actitud de cuidarte y defenderte ante cualquier agresión que ofenda o agreda tus objetivos, mira por todos lados y toma las estrategias que mejor convengan a tus necesidades, recuerda “domina con paciencia y confianza”.
Recuerda, Tú tienes el Control, Tú eres lo más importante. Que Dios te bendiga, nos vemos el próximo martes. Gracias.
Comentarios
gracias muuuuuuuy bueno
GRACIAS ANGY POR TAN BUEN ARTICULO, SIEMPRE APRENDO ALGO NUEVO CONTIGO.
QUE LA PAZ SEA CONTIGO.
Hola Angy, muchas gracias por este aporte, es muy intenso y muy muy interesante, me pareceria muy abrumador pensar que siempre tendremos a personas decididas a atacarnos, sin embargo la realidad y el día a día nos han demostrada que es así y mientras no somos concientes de ello pues pasa lo que pasa. Hasta pronto, feliz semana