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Bienvenida a Mi Mundo

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Lugar: comedor de la casa de mi madre y mi padre

Ocasión: comida dominguera familiar

Invitado especial: mi padrino

Tendría escasos 10 años cuando sucedió que sentada en las piernas de mi padrino se dio la conversación de los hijos, mi padrino dijo con gran candidez, cuando Aurorita tenga sus hijos… inmediatamente lo interrumpo y volteo a verlo y le contesto, ¡yo nunca voy a tener hijos! No se exactamente de donde salió esta contestación pero después de 38 años he cumplido la auto-profecía. Intuyo que fue porque vi a mi madre siempre trabajando ocupada con 10 hijos, perdió dos en el vientre. Nunca la vi descansar, ni quejarse de todo el trabajo que tenía, la verdad no se como le hizo, aun me lo pregunto. Pasado los años cuando me llegó la presión social, no quería confesar que no iba a ser madre, sentía que la gente me señalaba y que algo estaba mal conmigo. ¡Cómo una Mujer podía no desear en absoluto tener hijos, que blasfemia!

Una vez que descubrí el poder de mi voz me volví rebelde, daba mis argumentos y me daba risa ver la cara de sorpresa de la gente, me encantaba verlos en estado de shock porque me atrevía a decir que no tenía el instinto materno. Les aseguraba que no estaba dispuesta a tener hijas e hijos para pasarles todas mis neurosis y a que vivieran en un mundo de locos.

Yo se que a la madre se le ensalza mucho pero no se habla del otro lado de la moneda, de las Mujeres que no quieren ser madres y no se atreven a decirlo y terminan teniendo hijas e hijos a los que no les tienen paciencia, los abandonan emocionalmente y muchas veces abandono físico. Esas mujeres que luego tienen como síntoma la depresión post-parto porque se sienten atrapadas en un papel que no les nace. Esto no quiere decir que todas las mujeres que sufren esto sea porque no querían tener el o la bebe, pero en muchos casos así es. Ser Madre es la responsabilidad más grande del mundo, están formando a la sociedad y si vemos alrededor no es de lo más bonita. También cabe aclarar que no es papel exclusivo de la madre, pero la realidad es otra y esto no se puede negar.

El mundo necesita más Mujeres que eligen la maternidad conciente, que están deseosas y esperen con ansia la llegada de los terruños, que comprendan la gran responsabilidad que es forjar seres humanos. Dice mi madre que si todo mundo pensara como yo, no habría población en el mundo, quizá tiene razón.

Le agradezco a la Divinidad por haberme dado luz a tan temprana edad y haber podido, por decisión propia, no tener hijas e hijos. Se que mi misión es otra y como siempre comento a la gente que todavía me mira con tristeza cuando les digo que no soy madre y ya estoy en la década de los 40s, -¿Cómo puedo dar a luz a otro ser si aun me estoy dando a luz a mi misma?-. No puedo imaginar a un o una bebé viendo a su madre pisciana con estados de ánimo cambiante, no lo merecen. Sin embargo admiro profundamente a las Mujeres que han sido Madres por vocación, las aplaudo y les rindo tributo. Si hubiera más de ellas, Gloria Taboada no hubiera tenido que escribir su libro “Madres Mexicanas, Ni Madres”.