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 Hace unos años fui a una conferencia en la ciudad de San Francisco, California para personas emprendedoras. La oradora principal era una Mujer entrada en la década de los 30s. De todo lo que nos compartió hubo una frase que me ha acompañado hasta ahora, “Tu Construyes tu Valor”. Resulta que esta Mujer hizo millonaria a los 26 años y lo logró porque se tomó a la tarea de hacer eso precisamente, construir su valor. Nos contó que tenía una idea de negocio pero no tenía los fondos para llevarla a cabo. El universo le dio la oportunidad de ponerse frente a personas inversionistas que

buscan negocios en donde poner su dinero, se llaman “Angel Investors”. Esta Mujer con solo un papel en mano, con un sueño por visión y con un auto-valor construido por ella misma consiguió los fondos para su negocio. Me pareció increíble que ella no tenía “absolutamente nada” ante los ojos de las personas que piensan que se necesita mucha preparación y un plan del ABC para realizar un sueño. Ella se preguntó cuanto valía y cuanto valía su idea, se lo creyó, lo vivió y lo presentó y lo mejor de todo es que resultó.

Las mayoría de las Mujeres vamos por la vida esperando que alguien nos de el valor, ¡que grave error! por dentro no nos sentimos merecedoras y vamos por la vida enviando ese mensaje a nivel inconciente y la gente lo capta, porque cuando dos personas hablan, en realidad la conversación es de cuatro, el conciente de una con el conciente de la otra y el inconciente de una con el inconciente de la otra. Entonces, si no nos sentimos merecedoras, la gente lo capta y entonces nos regatea, nos pide descuentos, minimiza nuestro trabajo, nos pisotea, nos abusa, nos falta al respeto y todo porque no hemos hecho el trabajo interno de valorar los talentos con los cuales nacimos y las habilidades que hemos adquirido a través de la vida, los cuales son las herramientas para entregarlos al mundo y son el vehículo de nuestro Poder Manifestador.

Es de suma importancia que nos apropiemos de nuestros talentos y habilidades. Desafortunadamente, cuando les pido a las Mujeres que trabajan conmigo en transformar su relación con el dinero, que hagan una lista de talentos y habilidades para después hacer la Ceremonia de Apropiación, no pueden escribir gran cosa, la hoja se queda mayormente en blanco. ¡Ah! pero si les pidiera una hoja de defectos, estarían más que dispuestas para llenarla.

No podemos pedir que se nos valore allá afuera si no nos hemos valorado nosotras primero. Cuando nos valoramos, lo proyectamos, la gente lo siente, nos aprecia porque ven algo que muchas y muchos no tienen y están pidiendo a gritos. Cuando nos valoramos hablamos de lo que queremos con seguridad, no solo en materia de dinero, en todos los campos. Aprendemos a ponerle valor a nuestro trabajo, a nuestro tiempo, a nuestra presencia y una vez que nos valoramos es mas fácil poner el precio a nuestros servicios. Además otra buena noticia es que cuando nos valoramos a nosotras mismas aprendemos a valorar a las y los demás. He notado que desde que me valoro ya no le regateo a nadie por sus servicios, lo considero una falta de respeto. Esa persona ha decidido ponerle valor y precio a las cosas y yo tengo el derecho de faltarle al respeto.

Nuestro mundo externo es un reflejo de nuestro mundo interno, ¿nos gusta lo que vemos?

Psic. Aurora Medina

Especialista en la Psicología del Dinero

Inspirando a las Mujeres a Transformar su Relación con el Dinero para una Vida Plena