En el contexto del Día del Padre, reflexionemos sobre este tema. Con el paso del tiempo, se ha puesto de manifiesto que el padre es más que un proveedor material en la vida familiar, los hijos no sólo necesitan ser mantenidos físicamente, sino que requieren del sostén emocional que la figura paterna puede brindar. Con gusto observo que cada día más papás, principalmente jóvenes se involucran en la educación de sus hijos; son conscientes de que su presencia es esencial en el desarrollo de su hijo. El padre es la primera figura masculina presente en la vida de un niño o niña, su relación se inicia desde el más simple contacto en juegos, paseos y convivencia diaria hasta lograr una relación que durará muchos años. Sin embargo, al igual que nosotras las mamás, suelen cometer errores. Uno de los más comunes es el querer ser papá y amigo al mismo tiempo, confundir el ser cálidos y amorosos con consentirlos demasiado y sobre protegerlos.
Esto sucede con frecuencia por las limitaciones naturales que tienen como padres: horarios largos de trabajo, viajes, comidas fuera de casa, entre otras, que impiden estar con ellos algunas horas durante el día. El tema de ser padre-amigo posee un ingrediente importante que debemos aceptar: todo adulto, y principalmente un papá tiene miedo al rechazo de sus hijos, no quiere verles la cara larga, que le digan que es anticuado, distinto a los padres de sus compañeros o que convive poco con la familia.
Las consecuencias son muchas: los niños no tienen un referente distinto de sus amigos para educarse, desarrollan una pésima tolerancia a la frustración porque su padre no le dice que no, y si lo hace, cambia fácilmente con manipulaciones. La función paterna es principalmente poner límites, disciplina y normas, mezclado por supuesto con afecto y amor. Comparto contigo algunos consejos que pueden ayudar a los papás de hoy en día para estar más cerca de sus hijos:
- Dedícales tiempo: nunca es tarde para pasar tiempo juntos. Organizar tu horario para conocer mejor a tus hijos, sus sueños, miedos, alegrías, gozar a medida que vayan creciendo.
- Construya una relación de confianza y comunicación: platica con ellos sobre diferentes temas, demuéstrale que puede confiar en ti para cualquier problema o eventualidad.
- Protégelos, pero darles libertad: darles a tus hijos la libertad que necesitan sin sobre protegerlos, para que aprendan a tomar sus propias decisiones con responsabilidad.
- Enséñales a respetar y a ser disciplinados
- Dales buen ejemplo siempre.
- Exprésales tu cariño sin reservas: no ocultes ni te avergüences de expresarles tu amor sin importar su edad o sexo.
Una palabra de afecto, una caricia o un beso significan mucho y siempre serán bien recibidas. Los beneficios no sólo serán para tus hijos, cada día existe mayor evidencia científica de que los papás que se involucran en la crianza de sus hijos son más saludables, participan más de actividades comunitarias, poseen mejor relación con sus familiares, fortalecen sus relaciones de pareja, se vuelven más eficiente en el trabajo, se estresan menos por cuestiones laborales y tienen claro que su familia está en primer lugar de su lista de prioridades. Recuerda: tus hijos tendrán muchos amigos durante su vida, y papá: solo uno.
Lucía Legorreta de Cervantes Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer. cervantes.lucia@gmail.com www.lucialegorreta.com. Facebook: Lucia Legorreta
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