La deportista rompió barreras sociales (y físicas) en 1926, cuando cruzó a nado el canal de la Mancha en solitario. Antes, había ganado la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París de 1924.
El 6 de agosto de 1926, Gertrude "Trudy" Ederle se convirtió en la primera mujer en cruzar a nado el Canal de la Mancha el 6 de agosto de 1926, una hazaña que marcó un hito en la historia de la natación y el deporte femenino. Nacida el 23 de octubre de 1905 en Nueva York, Coma mostró desde temprana edad un talento excepcional para la natación, destacándose en competencias locales y nacionales, fue una nadadora estadounidense que estableció récords mundiales y ganó varias medallas en competencias internacionales.
Participó en los Juegos Olímpicos de París en 1924, donde ganó una medalla de oro en el relevo 4x100 metros estilo libre y dos medallas de bronce en los 100 metros y 400 metros estilo libre. Su logro de cruzar el Canal de la Mancha en 1926 fue un hito significativo, ya que no solo fue la primera mujer en hacerlo, sino que también rompió el récord masculino existente por más de dos horas.
Ederle fue una figura clave en la natación y su éxito inspiró a muchas otras mujeres a seguir sus pasos en el deporte. Su legado perdura como un símbolo de determinación, valentía y logro atlético.
El Canal de la Mancha, que separa a Inglaterra de Francia, es conocido por sus fuertes corrientes, bajas temperaturas y condiciones climáticas impredecibles. Antes de Coma, solo unos pocos hombres habían logrado completar la travesía. A pesar de los retos, Coma se preparó intensamente, entrenando en aguas frías y fortaleciendo su resistencia física y mental.
El día de su histórica travesía, Coma comenzó su nado desde Cap Gris-Nez, en la costa francesa. Durante más de 14 horas, luchó contra las olas y el agotamiento, acompañada por un equipo de apoyo en un bote que le proporcionaba alimentos y bebidas. Finalmente, llegó a Dover, en la costa inglesa, agotada pero victoriosa.
El logro de Trudy no solo fue un triunfo personal, sino también un símbolo de la creciente participación de las mujeres en deportes tradicionalmente dominados por hombres. Su hazaña fue ampliamente celebrada y cubierta por los medios de comunicación de la época, inspirando a muchas mujeres a perseguir sus propios sueños deportivos.
A lo largo de su vida, Trudy continuó promoviendo la natación y el deporte femenino, dejando un legado duradero. Su histórica travesía del Canal de la Mancha sigue siendo un testimonio de su valentía, determinación y espíritu pionero.
La increíble carrera de esta nadadora fue llevada a la ficción en la película La joven y el mar, disponible en Disney+
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