La resistencia a tomar nuevas experiencias, la rigidez, los prejuicios, el miedo al fracaso y el perfeccionismo son subtítulos normales en nuestra vida diaria. Revisa los siguientes comportamientos. Puedes usarlos como una lista de control para valorar tu propio comportamiento:
• Comer el mismo tipo de comida durante toda tú vida. Evitar probar platos nuevos de gustos exóticos limitándote a los platos tradicionales y describiéndote a ti misma con frases como: “Yo soy de las que solo comen carne” o “Yo siempre pido pollo. Si bien es cierto que todos tenemos predilecciones y preferimos ciertas cosas, la resistencia a probar comidas desconocidas es simplemente una señal de rigidez. Muchas personas jamás han probado una comida griega o hindú simplemente porque se quedan en el terreno familiar de lo que están acostumbrados. Abandonar estos terrenos familiares no te hace una mala persona, simplemente estarás abierta a un mundo gastronómico nuevo y estimulante.
• Usar siempre el mismo estilo de ropa. No probar jamás un estilo nuevo o usar algo diferente.
Clasificarte siempre como “conservadora al vestir” o “conocedora de la moda” y seguir toda la vida así sin cambiar jamás de estilo.
• Leer los mismos periódicos y revistas que mantienen la misma posición editorial día tras día sin admitir jamás un punto de vista contrario.
• Ver las mismas películas (con distintos títulos) durante toda una vida. Rehusar ver cualquier cosa que pueda apoyar una creencia filosófica o política distinta, porque piensas que lo desconocido es desconcertante y debe ser excluido.
• Vivir siempre en la misma colonia, ciudad o estado simplemente porque tus padres y sus padres escogieron ese lugar de residencia. Tenerle miedo a los sitios nuevos porque la gente, el clima, el lenguaje, las costumbres o lo que sea, son diferentes.
• Rehusar oír opiniones e ideas que no compartes en vez de considerar un punto de vista del otro interlocutor. Automáticamente se juzga de forma severa y fuerte a alguien que no comparte de inmediato tus ideas.
• Tener miedo a probar una nueva actividad porque no la puedes hacer bien. Utilizas frases como: “No creo que la haría bien; me quedaré mirando”, “Estoy ya muy grande para estar pensando en esas tonterías”, etc.
• Vivir en el pasado, hablando siempre de los logros que te dieron satisfacción y/o éxito en vez de probar algo nuevo y desconocido sustituyendo lo uno por lo otro. Mayormente el ser humano se encuentra en su zona de confort a temprana edad y se estanca sin mirar la inmensidad de oportunidades que tiene el resto de su vida.
• Aceptar el empleo seguro donde sabes que vas a tener éxito y te va a ir bien en vez de inscribirte a una nueva carrera o empresa corriendo el riesgo de fracasar.
• Evitas cualquier persona que clasificas severamente como: “raros”, “extranjeros”, “hippies” “gays”, etc. Usar cualquier etiqueta peyorativa te sirve como defensa y protección del miedo a lo desconocido. En vez de aprender algo sobre esta gente, les pones una etiqueta y hablas de ellos en vez de hablar con ellos.
• Quedarte en el mismo trabajo aunque no te guste, no porque tengas que hacerlo sino por medio a la gran incógnita que significa un nuevo trabajo.
• Mantener un matrimonio que obviamente no funciona por temor a lo desconocido, a la soledad. No puedes recordar cómo es vivir sola y, en consecuencia, no sabes con qué te encontrarás. Piensas que es mejor seguir con lo habitual desagradable que adentrarte en un territorio que potencialmente es solitario.
• Tomas tus vacaciones en el mismo lugar, en el mismo hotel, en la misma época cada año. En este caso sabes a qué atenerte y no tienes que arriesgarte a probar nuevos lugares que tal vez pueden brindarte experiencias agradables.
• Hacer que el criterio para todo lo que haces sea el de la eficiencia, y el resultado obtenido, y no el placer que te brinda el hacerlo.
• Medir las cosas en términos monetarios. Si cuesta más, quiere decir que vale más; y en consecuencia, es una indicación de tú éxito personal.
• Estar pendiente de la hora dejando que el reloj domine tu vida. Vivir de acuerdo a un horario que te aleja de la posibilidad de probar cosas y desconocidas de tu vida. Llevar siempre reloj (incluso en la cama) y vivir controlada por éste. Dormir, comer y hacer el amor según la hora, sin tener en cuenta el hambre, el cansancio o el deseo.
• Desechar ciertas clases de actividades sin haberlas probado jamás. Esas actividades que llamas “raras”: meditación, astrología, etc.
• Enfocar el sexo sin imaginación, haciendo siempre lo mismo en la misma posición. No probar jamás algo nuevo y exótico porque es diferente y, por tanto, puede ser inaceptable.
• Esconderte detrás del mismo grupo de amigos sin buscar o aceptar gente diferente que represente mundos nuevos y desconocidos. Reunirte regularmente con el mismo grupo y seguir con ese mismo grupo durante toda tu vida.
• En una fiesta a la que asistes con tu pareja o una amiga, quedarte con ella toda la noche no porque así lo desees sino porque de esa manera te sientes segura.
• No atreverte a participar en una conversación con gente diferente o sobre temas desconocidos por miedo a lo que pasaría si lo hicieras. Piensas de ellos que son más inteligentes, más capaces, más hábiles o mejores conversadores, y usar esto como excusas para evitar una nueva experiencia.
• Culparte a ti misma sino triunfas en todos tus negocios.
Estos son tan solo algunos ejemplos de comportamientos que inhiben nuestra seguridad, la llamada baja autoestima provocado por el miedo a lo desconocido. Probablemente podrás hacer tú propia lista, pero en vez de hacer listas, ¿por qué no empiezas a hacer frente a tu tendencia a vivir cada día de la misma manera que viviste el día anterior, qué estás esperando para hacer lo que REALMENTE TÚ QUIERES?
Recuerda, Tú tienes el Control, Tú eres lo más importante. Que Dios te bendiga, nos vemos la semana próxima. Gracias.
Comentarios
Gracias Angy por sacudirnos un poco con este tema, es cierto que tenemos muchos temores y la zona de confort es muy tentadora, creo que empezar con pequenos cambios nos puede ir animando a hacer cambios mayores ... lo importante es empezar ...
Estimada Angy:
Buenas noches, me encantó tu artículo, nos hace crecer como personas, y ver la vida desde otra perspectiva.
Probablemente por estas fechas que aún tenemos ¨frescos nuestros propósitos de año nuevo¨, considerar el hacer un cambio a lo ya tradicional y cómodo en nuestra vida, creo que vale la pena.
Como siempre muy interesante tu reflexión.
Recibe un cordial saludo.
Edith.
Angy excelente, realmente interesante y muy cierto, gracias por tu aportación, saludos
Juan Fernando (Juanfer)
Gracias Angy tienes mucha razon siempre es bueno un cambio y la vida es tan corta que tenemos que apreder a disfrutar de todo!y ocuparnos en vez de preocuparnos.
saludos!