Por supuesto que como papás lo último que deseamos es que uno de nuestros hijos empiece a consumir alcohol o drogas. Sin embargo, son muchas las ocasiones en que los últimos en enterarse y reconocer que un joven tiene una adicción son sus propios padres.
Existen factores de riesgo que debemos conocer y estar pendientes:
- Grupo de amigos: en la adolescencia y la juventud es cuando más existe la necesidad de pertenencia o aceptación al grupo. Este grupo puede tener una influencia positiva, pero también negativa. Los verdaderos amigos se ayudan a mejorar, cuando se manipulan y se degradan entre sí no hay verdadera amistad.
- El amigo íntimo drogadicto: estudios recientes han comprobado que la adicción a las drogas inducida por el amigo íntimo es el factor de riesgo más importante de todos.
- Disponibilidad de las drogas: la pueden encontrar en la calle, en los centros de diversión, las escuelas y universidades, tiendas, fiestas, etc., por medio de sistemas que los adultos ni imaginamos.
- Publicidad: directa o indirectamente, se les presentan a los jóvenes de una forma atractiva y estimulante.
Comparto contigo algunas señales de abuso de drogas en los jóvenes, para tener los ojos bien abiertos y actuar antes de que sea demasiado tarde, de los más comunes a los más avanzados:
- Pupilas dilatadas
- Ojos enrojecidos
- Uso constante de anteojos oscuros para ocultarlo
- Somnolencia, o excitación excesiv
- Paso tambaleante
- Dificultad para dormir
- Baja en el rendimiento escolar
- Aburrimiento
- Uso de camisas de manga larga para ocultar el uso de inyecciones
- Esconder jeringas
- Frascos de pegamento o papel de cigarrillos
- Pequeños robos para conseguir dinero
- Cambios en el aspecto exterior
- Cambios de temperamento
- Exceso de tiempo solo, demanda de privacia
- Menos comunicativo/a
- Cambio de amigos
- Peleas o accidente inexplicables
- Crisis de cólera o manifestaciones de pasividad hasta el extremo de euforias por algún tipo de música
- Intento de suicidio
Es muy importante que esta vigilancia no se convierta en una vigilancia obsesiva, ya que puede influir negativamente en la relación con los hijos. Debemos de observar sin que se sienta, y considerar que la reacción de cada individuo ante una determinada droga es diferente.
Ser conscientes como papás que el hacer uso del alcohol o las drogas es señal de un problema de fondo, es un llamado del joven para solicitar auxilio, atención y sobre todo de cariño. Te invito a estar muy alerta, antes de que sea demasiado tarde.
LUCIA LEGORRETA DE CERVANTES. Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer.
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