Una mujer, que aquí llamaremos Rita, me compartió en nuestra última sesión, que estaba absolutamente convencida de querer terminar con su matrimonio, porque la situación era ya insostenible; sin embargo, debido a que se casó a muy temprana edad, sólo terminó la secundaria; además, en veintiún años de matrimonio, y con tres hijos, aún en edad escolar (20, 17 y 13 años), duda al pretender tomar una decisión, creyendo que probablemente deberá mantener a ella y a sus hijos si se divorcia. Lo peor de todo, es que afirma que no da el paso porque no sabe hacer nada.
Algunas preguntas que le formulé son:
¿Desde cuándo es insostenible la situación? ¿Qué has intentado para resolverla?
¿Nunca pensaste en seguirte preparando? Y no hablo sólo de la educación formal, sino, tal vez, de un oficio.
Por otra parte… ¿Qué te hace pensar que tendrías que mantener sola a tus hijos?, ¿estás segura de que tu esposo renunciaría a su trabajo para no darte pensión? ¿Sabías que en México, si te has dedicado al hogar, tú también tienes derecho a una pensión por el mismo tiempo que estuviste casada?
Y en otro orden de ideas…
¿Quién tendría que salirse de la casa? En caso de que seas tú, ¿es apremiante que lo hagas con tus tres hijos?, ¿es acaso un mal padre?, ¿sería factible que te fueras únicamente con tu hijo menor? o, ¿es posible que se encuentren bien con su padre? ¿Te sentirías una “madre desnaturalizada” si te fueras sola?
Todas estas reflexiones son el punto de partida para analizar objetivamente la situación y, por otra parte, para encontrar los modelos mentales que no la han dejado tomar decisiones.
Independientemente de lo anterior, la afirmación de “no sé hacer nada” habla de una falta de autoconocimiento y estima, por lo que, si te encuentras en una situación similar, te invito a que hagas una lista con las respuestas a las siguientes preguntas:
¿Qué tipo de actividades te apasionan?
¿Qué has disfrutado hacer desde que eras niña?
¿Qué te dice la gente que haces bien?
¿Para qué tipo de actividades, te piden ayuda?
¿En qué circunstancia te felicitan?
De todo lo anterior, ¿Qué crees que podría generarte un ingreso?
Las opciones son ilimitadas, el único reto es aprender a verlas. Hay muchos ejemplos de mujeres que gustan de la cocina y han creado sus canales de Youtube o sus reels en Tik Tok, con mucho éxito y, a partir de ello, venden sus recetarios o dan clases particulares; hay otras, en el mismo tema de la comida, que guisan maravillosamente y podrían generar sus tarjetitas de presentación (incluso digitales) para distribuirlas entre familiares y amigos, o entre sus contactos de las redes sociales, notificando que preparan taquizas o menús para eventos.
Hay quienes bordan, tejen o componen ropa maravillosamente; se pueden poner “manos a la obra” para crear regalos navideños y venderlos en un bazar o poner su pequeño taller de costura. Habrá quienes gusten de hablar y hablar, por lo que tal vez, las ventas sean lo suyo; pueden empezar con catálogos de zapatos o de cualquier producto multinivel con el que pueden trabajar en sus tiempos libres, de manera independiente.
Otras mujeres tienen un coche en el que podrían pasar por los hijos de sus amigas o familiares a la escuela y darles de comer en su casa, o entregarlos a sus domicilios; o tal vez dominen la computadora y quieran ofrecerse para capturar documentos…en fin, que solo se trata de una tarea de autoanálisis para determinar todo lo que se puede hacer, además de conseguir un empleo.
Todos sabemos hacer muchas cosas, pero, lo más importante es darnos cuenta si eso de “no sé hacer nada” es la frase que nos hemos “vendido” por muchos años, como un gran pretexto para no dar el paso que tanto deseamos.
Si realmente la situación con tu pareja es insostenible, como la de Rita, entonces tendrás que hacerte cargo de ti misma, responsabilizarte de tu destino y entrar en acción para superar exitosamente, “eso” que te está destruyendo y hacer un lado la idea de que no sabes hacer nada.
Si necesitas acompañamiento, búscame: gabycruzcoach@gmail.com
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