La mayoría de las personas tenemos conceptos errados acerca de lo que debería ser la confianza en uno mismo, lo que sumado al respeto nos daría una adecuada autoestima, que es la clave del éxito en la vida.
¿Por qué afirmo que tenemos ideas equivocadas al respecto?
Transcurren muchos años de nuestra vida, pensando que tener confianza en uno mismo, es sinónimo de desarrollar determinadas habilidades para lograr ciertos objetivos, quedando afuera todo aquello para lo cual no estamos preparados adecuadamente.
Nada más errado; la confianza en uno mismo debe basarse en el pensamiento y en el sentimiento de que haremos todo lo posible para lograr aquello que nos hemos propuesto, aunque no estemos perfectamente entrenado para ello.
Dicho de otra manera: si sólo nos sentiremos bien haciendo aquello que sabemos hacer, nuestra vida sería extremadamente limitada, y quedaría enmarcada dentro de aquellas cualidades que hemos sabido desarrollar con cierta habilidad.
Lo que sí es cierto, es que si no tenemos por ejemplo aptitudes para las matemáticas o para el dibujo, no deberíamos insistir en ser arquitectos o ingenieros, pero eso no va en desmedro de que podamos esforzarnos por crecer y avanzar en la vida, en función de nuestra capacidad y de nuestra potencialidad para lograr mucho más de lo que creíamos hasta el día de hoy.
Siempre miramos a los exitosos y creemos que siempre les ha ido bien, y no nos damos cuenta que antes de llegar al sitial que hoy ocupan esas personas, hay innumerables fracasos que le han enseñado cómo deben hacerse las cosas, y de cuáles deben alejarse para no repetir las caídas estrepitosas.
Traslademos esto al terreno del amor. Cuántas veces fracasa una persona por no tenerse confianza, y cometer una y otra vez los mismos errores, que lógicamente le conducen al mismo resultado. Son abandonados irremediablemente, generando de ese modo situaciones de angustia muy profunda que hacen que cada vez crean menos en sí mismos, construyendo una imagen de minusvalía que no es real.
Podemos equivocarnos y tenemos derecho a hacerlo, porque eso certifica únicamente nuestra condición de seres humanos, pero lo que no podemos es repetir esa historia una y otra vez, para erigirnos en las víctimas de los demás, cuándo en realidad somos nosotros que hemos perdido el rumbo y la confianza en nosotros mismos.
Cada ser humano tiene ciertas condiciones individuales que le caracterizan y algunas debilidades que son los flancos vulnerables de su persona. Reconocer éstas últimas es un acto de valentía y de coraje, pues a partir de ese reconocimiento las intentaremos convertir en nuevas fortalezas que unidas a las que ya poseemos, serán los puntales de la nueva identidad que intentamos generar.
Todos nos damos cuenta cuándo una persona carece de confianza en sí misma. Son personas permeables a la opinión de los demás, que no defienden sus derechos, ni sus pensamientos y sentimientos, siendo fácilmente avasallados por individuos con personalidad más definida y con convicciones más firmes.
Si te estás sintiendo identificado o identificada con esta descripción, no desesperes. Tú también puedes cambiar en la medida que lo desees y que trabajes para ello. Ante todo deberás definir lo que quieres para tu vida de aquí en adelante. Éste es un paso fundamental, pues será la guía que te irá marcando el camino hacia la responsabilidad de tu destino.
¿Qué debes hace? Mirarte en el espejo del alma, y hacer un balance de tu vida hasta el presente. Descubre lo mejor de tu persona y también lo peor. Ten el coraje de enfrentarte a tu realidad, como primer paso de la construcción de un sentimiento de confianza diferente, basado en tus principios y en tu ética y tu moral.
No importa lo que piensen los demás, siempre y cuándo tu actitud no invada los territorios de quienes te rodean, a la vez que deberás defender férreamente tú propio terreno y trazar tu propio surco en la vida. De ese modo los demás aprenderán a respetarte por lo que eres y por lo que vales.
Si tú no te respetas a ti mismo, los demás no tendrán porqué hacerlo y ten la seguridad que no lo harán.
El mundo hoy en día es extremadamente exigente con cada uno de nosotros. Adaptarse a ese vértigo es para algunas personas una complicación muy dura en su vida cotidiana. Pero no queda otra opción que adaptarse a esa realidad y flexibilizar nuestro posicionamiento ante la existencia.
No dejes pasar un día más. Comienza hoy ya, por evaluar el grado de confianza que tienes en ti mismo y verás como en algunas áreas eres muy seguro y desenvuelto, y en otras sientes que estás empantanado.
Ya, comienza con el balance que te he sugerido, mirándote en el espejo de tu alma, y saca tus propias conclusiones. No te arrepentirás.
Dr. Walter Dresel
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