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¿Has sentido alguna vez coraje por el éxito de otra persona?

¿ Te da rabia cuando una amiga tuya se ve más guapa que tú?

¿Sientes coraje que un amigo tenga más éxito que tu?

¿Vives fijándote en lo que tienen los demás y no valoras lo que tú logras?

Si contestaste SI a estas preguntas ¡ERES UNA ENVIDIOSO (A)!

La palabra envidia viene del latín invidere que significa “mirar con malos ojos”. Casi todos hemos sentido envidia en alguna ocasión, el problema surge cuando esta se convierte en un trastorno que impide sentir alegría y felicidad por los éxitos que obtienen los demás.

La envidia está considerada como uno de los siete pecados capitales en la tradición cristiana, por eso en nuestra cultura se ve como algo MALO, pero desear tener aquello que el otro posee no siempre tiene que ser un sentimiento negativo, la envidia bien manejada puede servir como  impulso para esforzarse  por obtener lo deseado.

¿Puede existir la envidia buena?

Así como BUENA, no, pero si podemos distinguir entre

• La envidia positiva, que implica desear lo que posee el otro y luchar por obtenerlo  y
• La envidia negativa en la que se desea que el otro pierda aquello que nosotros deseamos

La envidia no es una emoción pura, habitualmente se acompaña de otros sentimientos como son la rabia, la tristeza, el enojo, la impotencia y el desprecio hacia uno mismo. La envidia se convierte en un problema cuando pasa a ser la emoción central en la vida de alguien. La gente envidiosa es la que hace comentarios descalificadores, críticas negativas injustificadas y desprecios.

La envidia es un problema en cuando:

• Te sientes crónicamente enojada por no tener lo que tiene alguien mas
• Cuando tu deseo por lo ajeno desemboca en una conducta violenta o delictiva

La gente envidiosa generalmente

• Tiene baja autoestima
• Es egocéntrica
• No se gusta a si misma
• Se siente mediocre
• Es impulsiva
  

La envidia provoca

• Ansiedad
• Mal humor
• Trastornos de alimentación
• Trastornos del sueño
• Negativismo
• Desesperación

La sociedad, la cultura y el ambiente en el que la gente se desarrolla  influyen en este sentimiento. Las mujeres, por ejemplo,  tienden a envidiar la belleza y la juventud de otras mujeres,  los hombres envidian el éxito económico y profesional de otros hombres. Los medios de comunicación utilizan la envidia para potenciar el consumo, por eso mucha gente envidia lo que no tiene y piensa que si consigue lo que otro tiene será envidiado.