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Al parecer, aquellas personas que han experimentado "el flechazo de Cupido" conocen la sensación extremadamente placentera y emocionante que genera el enamoramiento; sin embargo, ese intoxicante estado de motivación y mariposas en el estómago no suele ser muy duradero. Por lo que puedo observar en los entrenamientos para parejas que imparto, muchas personas se encuentran decepcionadas de la experiencia que viven en su relación de pareja, en primera instancia porque han asociado el amor con “aquella sensación de enamoramiento” y en segundo lugar porque ha sido rebasada su propia capacidad de manejar la frustración.

Así es que me resulta evidente que requerimos incrementar el esfuerzo y entrenarnos para asumir con amor, técnica y algo de comedia el día a día: "El bueno, el malo y el feo".

Abraza al bueno.- Atrévete a vivir esos días de bonanza, donde todo parece fluir naturalmente o bien, aquellos días que hacemos especiales por el significado que les damos, como cuando logramos juntos un objetivo en pareja, celebramos una fecha especial o sencillamente nos sentimos en sintonía. Te sugiero que te atrevas a vivirlos, porque en muchas ocasiones, puedes desconectarte del momento con ideas tales como “esto es demasiado bueno, no debo acostumbrarme”. Sencillamente nútrete del día bueno y recarga la pila para abrazar los días que son diferentes.

Abraza al malo.- En toda relación no faltará uno que otro día “malo”, y con ello me refiero ese día caracterizado por el conflicto y los malos entendidos. Déjame contarte que es inevitable que existan conflictos en una relación y ello no descalifica el amor que experimentan; te digo que es inevitable, porque el conflicto es el proceso básico por el cual se coordina la diversidad. Así es que atraviesa el día malo pensando que necesitan desarrollar habilidades para coordinar sus diferencias; dejando la lucha de poder entre el punto de vista de cada uno para lograr una solución de los dos ¿cuál es la mejor solución para una situación? "la nuestra".

Abraza al feo.- Más que feo, yo diría insípido, son aquellos días que parecen repetitivos, rutinarios y sin nada que comentar. Por increíble que parezca, la percepción de estos días, es lo que más desgasta las relaciones. Porque, aparentemente carecen de propósito: los días buenos son para disfrutar (ese es el objetivo), los días malos son para defender nuestras ideas (esa es la creencia común, aunque ahora sabemos que son para coordinar), pero ¿qué pasa con el feo? Tal vez no reconocemos el propósito del día insípido que es construir con base en la constancia aquello que decidimos crear como pareja.

Decididamente la cercanía que experimentas al relacionarte con una persona que es distinta a ti, generará fricción y cada uno de estos días tendrá su propio costo en el desgaste de la tolerancia y buena actitud personal. Sin embargo, el amor es lo que cohesiona la experiencia completa y te permite abrazar el claroscuro de la vida.

Amor sin Drama significa entonces, abrazar la experiencia completa de compartir la vida, desapegarnos de la idea de que “mi cuento debe cumplirse textualmente” y tomar acciones para regenerar los recursos gastados en el día a día de la vida.

Nuria Suárez Castro
Terapeuta Emocional por Objetivos
www.relacionatesindrama.comAutora del libro: "Relaciónate sin Drama con tu Pareja"