Con demasiada frecuencia, nosotros como líderes perdemos nuestro rumbo.
En lugar de enfrentarnos a lo que es más importante, nos dejamos atrapar en el caos circundante o en la "emergencia del día", mientras que los asuntos verdaderamente importantes se dejan sin supervisión. Y, con el tiempo, podemos comenzar a sentir como si esto es simplemente la forma en que es, incluso como también notamos una sensación de pérdida, ira o frustración.
Sabemos que no estamos liderando con el tipo de excelencia que somos innatamente capaces de exhibir. Las oportunidades perdidas, la falta de innovación, los errores éticos y la pérdida de productividad pueden ser el resultado. Y eso no es ni siquiera el final de la historia!
El impacto personal y profesional de esta existencia cotidiana del piloto automático es el agotamiento y la desconexión. Empezamos a sentirnos como si estuviéramos simplemente pasando por la acción, o apenas completando la jornada. Perdemos nuestra pasión, nuestra alegría y nuestra motivación. Echamos de menos nuestras vidas y cuando no estamos presentes para los momentos de nuestra vida, no hay posibilidad de que podamos liderar con el tipo de excelencia que necesitamos hoy en día. Esto es verdad si estamos hablando de liderar nuestras propias vidas, un equipo, una organización, un aula o una actividad familiar
Simplemente no podemos darnos el lujo de este desencuentro tan generalizado.
Vivimos en un momento en el que necesitamos aprovechar cada oportunidad de liderazgo que viene en nuestro camino. Entonces, ¿existe una manera sencilla de comenzar a apoyar el desarrollo del liderazgo y cultivar la capacidad de liderar con excelencia? Afortunadamente, hay.
Puede comenzar con una pausa deliberada:
Toma unos momentos ahora para simplemente detener lo que estás haciendo,
Siéntate cómodamente y nota cómo se siente tu cuerpo. ¿Estresada, suelta, despierta, cansada, adolorida, pesada, a gusto? Asistir a las sensaciones del cuerpo es una gran manera de sacarnos del caos y regresar a este momento.
No hay necesidad de cambiar lo que estás notando en este momento. Todo lo que se necesita es que prestes atención a lo que tu cuerpo está sintiendo.
Cuando estés listo, hazte esta pregunta: ¿Qué es lo que puedo cambiar sobre mi programa que creará un espacio en mi día? No tiene que ser nada dramático. Un espacio de quince minutos está bien. Basta con crear un espacio para que tu salgas de la rueda del piloto automático y estar 'en tu propia buena compañía' cada día.
Tu "espacio" es sólo para ti y poder sentirte en silencio, dar un paseo, en realidad probar la comida que has elegido para el almuerzo, tomar una taza de té, lo que te permitirá tomar un descanso real de la agitación de la vida. ¡La única "regla" es; no estar en la multitarea !!!
No mires el Twitter mientras caminas, ni eches un vistazo a YouTube mientras comes, etc.
Este simple ejercicio puede ser un poderoso comienzo para ver más claramente cómo te relacionas con los momentos de tu vida y las decisiones que estás tomando cada día.
También puede ser el espacio que te permite descubrir de nuevo el enfoque, la creatividad y la compasión que se pierden fácilmente en una vida llena de demasiada ocupación y demasiadas distracciones.
Inténtalo por una semana. Quizá algo nuevo que ganar!!
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