Es una realidad que cada vez más matrimonios trabajan fuera de casa y que muchos de ellos deciden en pareja iniciar un negocio juntos: matrimonios emprendedores con sueños de cumplir metas juntos.
¿Es factible? Yo diría que, si es posible, pero no es fácil. Cuando una pareja decide poner un negocio en conjunto, no se trata solamente de un beneficio económico para la familia, sino que va más allá del dinero y del status.
Desde un punto de vista laboral están compartiendo sueños, esperanzas y expectativas a largo plazo. Saben que estarán junto en las buenas y en las malas.
Situaciones son muchas: conozco a mujeres que empezaron a vender alguna cosa desde su casa, las ventas crecieron y el hombre organizó el negocio en forma y ahora es un gran negocio; o, quienes decidieron abrir una tienda en un local, o a través de un sitio en internet. Matrimonios que tienen la misma profesión y han creado su propia empresa, o aquellos cuyas profesiones se complementan.
Llevar una relación y un negocio con mucha comunicación es clave para crear una familia y una empresa sana. Si los cimientos del matrimonio no están fuertes es posible que los desacuerdos, la rutina y los momentos de baja rentabilidad tengan como consecuencia el descuido del negocio, pero más importante, de los hijos, de ellos mismos y de la familia completa.
Una de las ventajas de las empresas formadas por esposos, es que ambos se conocen perfectamente, conocen sus fortalezas y debilidades y saben cómo sacar lo mejor de cada uno. Son conscientes del esfuerzo que requiere formar una compañía y de lo que esto representa para la estabilidad económica de la familia.
Ahora bien, aunque se conozcan muy bien, es necesario establecer ciertas condiciones laborales desde el principio:
- Asignar cuáles serán las actividades y roles
- Definir quién será el que tome las decisiones, y establecer que poder tendrá cada uno
- Establecer sueldos, beneficios, horarios y prestaciones
- Respetar las actividades y los conocimientos del otro
- Mantener y conservar la confianza mutua.
Comparto contigo algunos consejos de expertos para que se de un ambiente armónico entre la pareja tanto matrimonial como laboral:
- Saber separar lo laboral de lo personal.
- Mantener temas de trabajo solamente en horarios y espacios laborales. Al llegar a casa evitar hablar de ello.
- Dialogar diario sobre aspectos positivos, negativos y solucionar conflictos cuanto antes.
- Aprender a decir NO
- Saber que la competencia es hacia fuera y no entre ellos.
- Nunca discutir frente a clientes, empleados o proveedores.
- Buscar un hobby personal y practicarlo por lo menos una vez a la semana.
- Entender que, bajo cualquier situación, la familia es primero.
Si tienes un negocio o empresa junto con tu pareja, te invito a seguir estos consejos y a recordar siempre que antes que el negocio está tu relación. Si el matrimonio está fuerte y unido, el negocio saldrá adelante.
LUCIA LEGORRETA DE CERVANTES. Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer.
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