Es común que las empresarias de hoy caigan en desesperación y se pregunten: ¿cómo puede mi empresa ser más rentable?, ¿qué hacen aquellos que tienen éxito?, ¿cómo vender en medio de la crisis?.
Llevándose las manos a la cabeza exclaman: ¿Qué hacen los que tienen éxito?, ¿Hay alguna fórmula para este supuesto “éxito o rentabilidad” en las empresas?, ¿Me estoy perdiendo de algo o algo me está faltando? Concluyes: Seguro hay algo que me hace falta, e inicias la búsqueda y el peregrinar… vas a diplomados de alto rendimiento, contratas un consultor (el cual no te funciona, por cierto), cambias por un coach que no te lleva a ningún lado, te rindes y solicitas asesoría. El resultado no llega y pides te recomienden un mentor, que te salé casi un gurú que no entiende nada de tu negocio. Llevas a tus vendedores a cursos, talleres, vas a seminarios de negocios, no te pierdes ninguna ponencia en la semana en eventos de emprendedoras y montas un stand. Te haces de becarios y gente recién egresada con la esperanza de que la juventud traiga su torta bajo el brazo, haces donaciones. Te vuelves socialmente responsable, cambias todas las computadoras, les compras a todos los vendedores un tablets. Le pides un empujoncito o recomendaciones a todos tus amigos, primos y hasta enemigos. Contratas un maestro de yoga para todos los empleados, cambias a tu web master y community manager y te certificas en marketing digital y cuando nada de lo que haces en la empresa parece funcionar, te vas a la Villa, hablas con un cura, y entonces aseguras que el mal está en ti; visitas al médico, al psiquiatra, a un sexólogo o consejero matrimonial, vas a que te hagan una limpia, meditas, te vuelves coach, aprendes programación neurolingüística, te compras una bici, bebes, dejas de beber y te unes a un grupo de autoayuda, cambias tus hábitos alimenticios y dejas de comer carne, te suscribes a todas las revistas que hablen de éxito en los negocios, tomas cursos de oratoria y el arte de hablar en público y te vuelves experto en lenguaje corporal.
Al final intentamos todo y no encontramos la solución, entonces pensamos: ¿será el gobierno, la crisis mundial o tus padres que te heredaron genes de fracaso o lucha sostenida? Aún así, insistimos porque sabemos intuitivamente que hay una respuesta. ¿Dónde está nuestro punto ciego?, ¿por qué no podemos encontrar la respuesta?, ¿será que siempre buscamos la respuesta fuera de nosotros mismos y por eso no la podemos encontrar?, ¿será que la respuesta está dentro de mí, dentro de mi propio sistema de creencias?
¿Cuáles son tus creencia que te limitan?, ¿sabías que tu realidad está dada por tus creencias? Los expertos dicen que tus creencias producen tus pensamientos, mismos que generan tus sentimientos y desde ahí es tu acción o conductas que se convierten en un hábito, y todo este sistema da como resultado TU REALIDAD.
¿Quieres saber cuáles son tus creencias? Solo mira tu realidad, pues esa está dada por tus creencias, cambia tus creencias NEGATIVAS Y LIMITANTES y cambiará tu REALIDAD en todas la áreas de tu vida.
10 PODEROSAS CREENCIAS QUE CAMBIARAN TU NEGOCIO:
- CREO EN MI (soy suficiente para lograrlo)
- CREO EN MI EMPRESA (tú y tu gente no venden nada; resuelven problemas para otros a cambio de dinero)
- AMO LO QUE HAGO Y ME APASIONA (haz como que crees y terminarás creyéndolo)
- EL CLIENTE NO SIEMPRE TIENE LA RAZÓN (aunque él no lo sepa)
- TENGO PERMISO PARA EL ÉXITO (aunque la realidad actual diga otra cosa)
- SÍ PUEDO (madura… tus padres no vendrán)
- SOY VISIONARIA (soy una buena negociadora, comerciante y empresaria)
- EL DINERO ME LLEGA CON FACILIDAD (aunque tu cartera diga lo contrario)
- LOS NEGOCIOS SE ME DAN FACILMENTE (yo hago el resto)
10. NO ESTOY SOLA (hay un Dios que quiere lo mejor para ti… esta debería ser la primera)
Y ahora…. a triunfar mujer.
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Comentarios
Falto incluir aprender a servir con honestidad