La cita es en la Plaza de la Unión en San Francisco, California. Por nueve años consecutivos nos hemos reunido en este lugar en el mes de Octubre. Comenzamos diez mil Mujeres, el pasado 14 de octubre hemos llegado a la cantidad de 25 mil.
Cada año regreso, desde el 2004 que decidí correr el primer maratón de Mujeres organizado en los Estados Unidos, tengo que confesar que después de recorrer 40 kilómetros, habiéndome lesionado los dos tobillos 6 semanas antes de la carrera, juré y perjuré que jamás lo volvería a hacer, pues mentí, sí, mentí vilmente porque aunque los siguientes ocho años solo he corrido 20 kilómetros, o sea medio maratón, ahí estoy religiosamente cada año. Volví porque soy adicta a la energía positiva de miles de Mujeres reunidas para lograr un sueño. ¿Quién no querría estar rodeada por
esa energía maravillosa de miles y miles de Mujeres que están dispuestas y listas para cumplir un sueño? ¡Yo quiero estar ahí! Es por eso que desde el 2004 hice la promesa de que cada año regresaré a San Francisco a reunirme en esta gran fiesta femenina, hasta el día en que me muera. Tuve la fortuna de correr en la carrera inaugural y de ser ahora una “legacy runner” que podría traducirse como corredora de legado, en realidad nunca he visto este término en español, pero significa que he estado ahí desde el principio, lo cual me llena de una gran satisfacción y me da el empuje para volver año con año.
En el 2004 cumplí 40 años y quería ponerme el reto de correr un maratón, al mismo tiempo el esposo de una de mis hermanas fue diagnosticado con cáncer y le quise dedicar a él la carrera y también la dediqué por el empoderamiento de las Mujeres. Ahora cada año le pongo la intención de que esa energía que generamos entre todas las asistentes le llegue a los millones de Mujeres que están buscando su superación personal. Es una manera de decirles, -si nosotras podemos, tú puedes.
Es una carrera sumamente divertida donde nos miman tremendamente, días antes se abre una “expotique” en donde nos podemos maquillar, arreglar las uñas, darnos un masaje y nos llenan de regalos. Es realmente una fiesta incomparable. Al finalizar la carrera unos apuestos hombres en smoking nos esperan para entregarnos nuestra medalla de participación que es nada más y nada menos que un precioso dije de la marca “Tiffanny”. Yo he guardado cada uno de ellos porque cuando tenga diez reunidos iré a la tienda a que me los pongan todos en un collar.
El próximo año será el décimo aniversario de la carrera y he decidido que es tiempo que vuelva a correr otro maratón como en el 2004, así que comenzaré a entrenarme desde ahora. Me hace mucha ilusión pues será otra carrera de festejo pues estaré muy cerca de entrar a la década de las Cincuentonas Extra Súper Fabulosas, qué mejor manera de festejar que con un increíble grupo de Mujeres decididas a lograr una gran meta.
Te invito a que sigas tus sueños, no importa si no te gusta correr, elige algo que te guste y que sientas que no eres capaz de hacer y toma el reto, te aseguro que cuando lo logres te sentirás fantástica y créeme que no existe mejor manera de aumentar la autoestima que conquistar las metas que nos ponemos.
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