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  Todo acto de valor lleva un precio, que implica muchas veces un sacrificio, algo que ni todo el oro  del mundo puede compensar.

El valor no se puede explicar, se tiene que sentir, se tiene que vivir para poderlo entender, el valor surge de dentro de cada quien, muchas veces no se sabe cuanta fortaleza se tiene hasta que verdaderamente no se tiene otra opción mas que de ser fuerte, luchar y vencer, sin temer y sin pensar.

El valor contiene, entrega, sacrificio, generosidad, pero sobretodo amor y gratitud por la vida.

 Lo que hubiera podido ser una notica preciosa llena de alegría y felicidad se convirtió en una pesadilla, obscura, pesada y difícil de digerir. Cuando Lara llego al doctor para confirmar que estaba embarazada por segunda ocasión, el medico la llamo a su oficina para conversar.

Con un tono de preocupación y sin encontrar fluidez en sus palabras el medico tomo valor y le dijo:   “Tengo dos noticias que darte: La primera es que estás embarazada;   el bebé  se ve sano, se esta desarrollando según su tiempo de gestación, felicidades; la segunda noticia que te tengo que dar no es tan grata como la primera, lo siento mucho, te encontré principios de cáncer, tienes que decidir que alternativas quieres tomar.”

Un silencio grande y hueco lleno la oficina, en un instante se derrumbo la vida de esta madre joven y bella.  El doctor le planteó dos alternativas: la primera, podría ser que abortara iniciando de inmediato el tratamiento de quimioterapia y radiación pero no le aseguraba nada, más que le daría posiblemente 50% de probabilidad para sobrevivir.  La otra opción consistía en terminar el embarazo a su tiempo, dejando desarrollar a término al bebe e inmediatamente después del nacimiento comenzar el tratamiento. Esta segunda opción tendría por supuesto menos posibilidades de curación

Sin tener mucho conocimiento de  la enfermedad, todo indicaba que las posibilidades de sobrevivir el cáncer realmente eran muy pocas.

Curiosamente lo que para muchos se hubiera planteado un dilema, para Lara nunca lo fue, de hecho y a pesar de la pena que le causaba su condición, ella dio una respuesta segura.  

 Lara decidió, tener su bebe y dejar todo para después. Podía sentir emerger dentro de su cuerpo una nueva vida, un nuevo latido.  Tenía con ella esa conexión íntima que solo una mujer embarazada puede sentir. El amor y el deseo de crear una  oportunidad para la vida que se estaba gestando, la llenaba de felicidad así  que escogió sin consultar a nadie, sin resentimiento, ni reproches.  Decidió dejar que su bebé crezca y regalarle una compañera a su hija mayor, asegurándose que en caso que no sobreviviera, las niñas nunca  estarían solas, con suerte  se  convertirían en mejores aliadas frente a la vida tan difícil que les tocaría en un futuro.

Lara murió a los pocos meses después de nacimiento de su segunda hija. Sufrió dolores inmensos, sin embargo, nunca se arrepintió de du decisión, hoy en día las hermanas son unas bellas jóvenes que se acompañan y se cuidan tal como su mamá algún día había soñado. Esto es tener valor cuando sabes que hay algo aun más grande que tu vida, y estas dispuesta a dar todo a cambio de nada absolutamente.

El que no tiene una razón para morir, es probable que tampoco tenga una razón para vivir.

La Receta

  Valor

Algo que no tiene precio
 
Ingredientes:
 2 sobrecitos de fortaleza; valentía para enfrentar retos y conquistar miedos

1 rebabada de paciencia; recordar que todo pasa, todo se resuelve y de todo se aprende

1 lata de confianza y aceptación; amor a la vida, buena disposición para confrontar la realidad
1 racimo de altruismo; reconocimiento, generosidad y gratitud por lo que se posee
1 taza de propósito; conciencia de la magnitud e importancia de la vida
1 cucharada de actitudes positivas; elección personal para superar los problemas con dignidad

3 gotitas de fe; esta nunca de debe de perder, uno nunca esta solo  

  Recomendación del chef: hoy me siento fuerte, tomo decisiones con seguridad porque sé que al final todo va a estar bien,  me tengo paciencia, me respeto y tengo fe.
 
  

Modo de preparación:
 

1. El valor  encuentra la fortaleza para darle  sentido a la lucha de la vida. El corazón conoce razones que la mente no entiende, sin embargo cuando momento lo amerita, ambos se unen y se complementan, logrando que la persona sobrepase situaciones que en condiciones normales serian imposible resistir
2. Las pequeñas acciones valientes multiplican el valor personal. Cada acción por mas insignificante que parezca, aumenta la confianza y  solidifica el valor de la persona e inspira para seguir superando las pruebas de la vida.  Brotando una fortaleza interna que jamás se   volver a perder.
3. El valor cambia todo. Una persona que tiene valor, tiene todo lo que necesita para conseguir lo que busca, es una persona poderosa, consiente y sobre todo determinada, sabe lo que quiere y sabe que tiene que hacer para obtenerlo, a pesar de que el camino sea difícil, no ve obstáculos al contrario busca las oportunidades para lograr sus objetivos.

  “El valor es un ingrediente que cambia la vida de la persona que lo adquiere para siempre”  

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