Aloha Amig@s,
Bueno, ya camino a Valencia para el gran evento de Being One.
Después de varios años, regresaré a Ámsterdam, y no podría estar más feliz. Amo los Países Bajos, y no solamente por la belleza del país, sino también por su gente. Su calidez y amor han sido siempre una parte de mí, y me hace sentir muy agradecida el regresar otra vez, y presentar ahí, el entrenamiento de Ho’oponopono.
Después de los Países Bajos, también volveré a Bucarest, que siempre ha sido mi segundo hogar. Tiene invariablemente un lugar muy especial en mi corazón (una de mis abuelas era de Rumania).
En otras palabras amigos, he estado ocupada viajando por el mundo (como siempre) y terminando mi libro Zero Frequency® (¡Casi listo!) Espero encontrarte en algún lugar a lo largo del viaje, si no es Valencia o Ámsterdam, ¿tal vez en Madrid el mes próximo?
Ustedes son mi razón para hacer esto.
Mientras tanto, les quiero recordar la importancia del perdón. Quizás hayan escuchado el dicho: “Resentimiento es como tomar veneno, y luego esperar a que la otra persona muera.” Es una vieja, pero sabia verdad. Pero claro, cuando se trata de perdonar, la persona más importante a la que debemos perdonar, es a nosotros mismos.
En Ho´oponopono, nunca sabemos con qué memorias estamos trabajando. A través de Ho’oponopono, le damos permiso a una parte nuestra que sabe perfectamente que es lo que estamos listos para dejar ir, y borrar a cada momento. Todos tenemos limitación de pensamientos de los que no somos conscientes, que se convierten en obstáculos que ponemos en nuestro camino, tales como: “no me lo merezco,” o “no tengo la educación suficiente,” o “nací pobre, y voy a morir pobre.” Aunque estos pensamientos ocurren a un nivel inconsciente, nos controlan y toman decisiones por nosotros mismo todo el tiempo. Muchos de estos pensamientos vienen de malos hábitos, como compararnos a otros, o tratar de ser perfectos.
Ho’oponopono es simple, y el trabajo interior es tremendamente eficaz porque lo que se borra de nosotros, también se borra de otras personas, especialmente de nuestra familia, parientes y hasta de nuestros ancestros.
El dolor es inevitable, pero sufrir es opcional. Tus problemas no tienen nada que ver con lo que se te ha dicho, o lo que se te ha hecho. Un problema es solo un problema si tú dices que lo es. De hecho, el problema no es el problema. El verdadero problema es cómo reaccionas a la situación. Cuando tú perdonas, como lo hacen los niños, tú dejas ir el problema y abres las posibilidades recibir nuevas conexiones y aventuras.
Decide perdonar y ábrele las puertas a la abundancia.
¡Nos vemos pronto!
La Experiencia Virtual Más CompletaNo tengo duda de que el programa virtual que hemos creado, será una experiencia indescriptible que te cambiará la vida. Ya se la ha cambiado muchos. |
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