“Se el adulto que hubieras querido tener a tu lado cuando eras niño”
La comunicación no se puede dar al menos que el emisor y el o los receptores estén en el mismo nivel.
Uno de los grandes problemas que tenemos en la actualidad es que no nos sabemos comunicar; empezando por no saber expresar lo que nos pasa ni lo que queremos y terminando por distorsionar los mensajes asumiendo lo que se iguala a nuestra percepción.
Por los último miles de años hemos vivido en un Sistema de Autoridades y Obediencia y en este sistema no existe la comunicación plena, ya que la Autoridad solamente ordena y el otro solo obedece las órdenes dadas. No hay acuerdos conscientes en este sistema, no se puede, porque las autoridades se han creído que ellos ordenan y los demás obedecen y los que obedecen creen que así debe ser.
El estructurar a la sociedad, las empresas y la vida misma en niveles es muy normal y mientras esto siga existiendo jamás podremos llegar a la equidad que se supone estamos buscando. Desde la familia, existen los abuelos, los padres, los hermanos mayores y los hermanos menores, este sistema ya trabaja con Autoridades y Obediencia. Y sin contar que la mayoría aun son familia patriarcales donde el papá (hombre) es la máxima autoridad y la mujer solo obedece.
Aun tenemos países que tienen reyes, reinas, príncipes y princesas y donde se guarda un protocolo especial si quieres estar presente donde ellos (la autoridad) se encuentran. Si hablamos de la sociedad hay que hablar de clases sociales, alta, media y baja; ricos, medio ricos, medio pobres y pobres. A donde volteemos a ver todo está estructurado en niveles y clases, y eso es muy normal para nosotros, sin darnos cuenta que muchos de los problemas sociales que tenemos tienen su base en este tipo de estructura.
No se puede dar una comunicación asertiva o completa si no nos ponemos al mismo nivel.Es muy difícil que haya un acuerdo consciente, donde las dos partes estén completamente de acuerdo y satisfechas con la decisión o el acuerdo, cuando uno es autoridad y el otro solo obedece. Cuando yo creé y publiqué la historieta de “Berrinchitos y sus Amigos” en el diario la Opinión de Los Ángeles (1999-2000), yo aun no tenía hijos y algunas personas me decían, como puedes educar a los papás si tú no tienes hijos, y mi respuesta siempre era “A mi no me interesa educar a los papás como papás (autoridad), a mi me interesa educarlos desde el punto de vista de los hijos (como quisieran los hijos ser educados) y yo soy hija, para eso no necesito ser mamá”.
Y ya que tuve a mi hija puse en práctica todas esas enseñanza y estoy muy agradecida y contenta con ellas. Y sigo creyendo lo mismo, jamás nos vamos a poder comunicar con nuestros hijos cuando estamos en el nivel de padres (autoridad), para comunicarnos con ellos requerimos ser hijos al igual que ellos.Nos es muy fácil ser autoridad y solo dar órdenes o decir como deben ser las cosas, sin embargo eso no educa, eso solo cría hijos inseguros, irresponsables y dependientes. No es lo mismo ser autoridad que guías. Un buen guía siempre es uno más de los demás (siempre está al mismo nivel), solo que tiene más práctica y experiencia.
Hemos sido educados para practicar el sistema de Autoridades y Obediencia y para salirnos de él hay que despertar del automático en el que vivimos y empezar a ser conscientes. Esto es un proceso que no se logra de la noche a la mañana, toma su tiempo y por supuesto que para lograrlo hay que estar muy despierto (consciente) para no dejarse envolver por nuestro medio ambiente. Por eso creemos que es mucho más fácil seguir obedeciendo las reglas y recomendaciones que despertar y empezar a ponerme al mismo nivel que las personas con las que me quiero comunicar.
Ponernos al mismo nivel es ser humildes. La verdadera humildad es saber ponerme al nivel de toda persona (arriba o abajo) para beneficio de ambas partes. Humilde es aquel que se sube al estrado y habla desde el mismo nivel que las personas que lo están escuchando. Lo mejor sería que los niveles no existieran, sin embargo aun nos vamos a tardar mucho para dar ese paso, así que podemos empezar por ponernos al mismo nivel que las personas con las que queremos comunicarnos.
Y si hablamos de niveles, es mucho más fácil “bajarnos” de nivel que querer subir al otro. Un padre de familia fácilmente se puede poner en el nivel de hijo para hablarles a los hijos. Un jefe fácilmente se puede poner en el nivel de empleado para hablarle a sus empleados. Un líder fácilmente se puede poner en el nivel de “aprendiz” para hablarles a sus aprendices. Ya deja ese miedo de perder el respeto o reconocimiento de los demás si te pones al mismo nivel. Si eso pasa es que ni siquiera tú estás seguro que te mereces ese nivel en el que pretendes estar.
Todos nos podemos poner fácilmente en el nivel universal de “Ser Humano” para tratar y hablarle a otro ser humano. Todos somos seres humanos, todos merecemos respeto y ser tratados con amor y compasión, y todos tenemos el mismo valor. ¿Tú que crees?
Abrazos y bendiciones,
Patricia Anaya
Patricia Anayaes la creadora del programa, membresía y la comunidad de YoSoyAbundancia.mey autora del Libro para niños "Los Tres Poderes, ¡La Magia de Amarse a uno Mismo! (www.LosTresPoderes.com) y "The Three Powers, Magic to Love Yourself! (www.TheThreePowers.com).
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