Si sufría por algo yo lo consolaba…pobre!!
“Le solucionaba las cosas, lo trataba de distraer, ya sea con mi cuerpo, con mis emociones, era mi bebé, como un niño, mi todo”
Cuando pretendemos acallar el dolor o el sufrimiento del otro, no es otra cosa que acallar nuestro propio dolor, lo que percibimos en el otro, es lo que no queremos atender en nosotras.
Y hemos apagado, ignorado, enterrado lo que sentimos, porque tratamos de consolar al “niño” que vemos en nosotras, sin darnos cuenta que solo es la niña interior que nos llama, nos pide ser atendida de alguna manera, aunque sea con “premios de consolación” no con verdadero amor y atención en nosotras.
Hay una niña que pide ser escuchada, una niña que no ha terminado de madurar, ni de acomodarse en un papel de mujer, y siempre sufre por los “niños ignorados” que es el tipo de hombre que busca que solo le refleja lo que no atienda en ella…
Hoy puede ser diferente, que tal que te preguntas, ¿Que quiere mi niña hoy? Y así todos los días hasta que esa niña siga dando sus pasos, a su propio crecimiento y rol de mujer…
Dejar de ser niña para ser mujer, ¿No es cierto?
¡Acomódate en tu etapa!
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