lunes 9 de noviembre de 2009ANTE UN SABOTEADOR EXTERNO!Cuando estamos en un proceso de baja de peso, nos damos cuenta que contamos con suficientes elementos para lograr nuestro objetivo. Vamos encarrilados, vamos generando avances. Nuestro saboteador interno es más consciente. Hemos ejercitado nuestra voluntad y nuestra conciencia a tal grado que hemos dejado de lastimarnos y empezamos a reconocer cuestiones nocivas para nuestro proceso de bienestar. La labor la hacemos por nosotros y para nosotros. Nuestra voluntad es firme, nuestro objetivo es conciso, nuestro proceso ha sido consciente. El esfuerzo ha sido notorio y satisfactorio. Dejaste de irte a los tacos de carnitas los sábados, dejaste el pancito dulce de todos los días, dejaste los refrescos fuera, dejaste , dejaste e implementaste e implementaste!. Muchos cambios, un proceso de duelo, un esfuerzo digno. El saboteador interno esta cada vez más enano. Tus emociones han sido más identificadas, así como los alimentos dopaminosos.Ok, hagamos un stop! Y te pregunto. Este listado anterior ya lo procesaste?. Acuérdate que no pasa nada si lo estas logrando de “noche”, lo importante es que te des cuenta y que te des la oportunidad de repasar las “lecciones no aprendidas”. En realidad no pasará nada si sigues haciendo “como que dejas de comer y como que sigues adelgazando” sin hacer clic del para qué lo estás haciendo. O quizás no pase nada si tus anhelos de ser un flaco en potencia están supeditados por la fiesta de diciembre, o porque quieres verte bien para la galana, o porque deseas algo que no es de fuerza y peso para ti, sino para alguien más. Y así nos vamos en cuenta regresiva hasta llegar a connotar el objetivo: ¿par qué quieres bajar de peso?.Este simulacro puede ser útil para quien esté pasando de noche el proceso. Puede ser el tope que te haga frenar y te haga preguntarte el par qué.En fin, este fue un gran paréntesis.Lo importante es que si ya has caminado, y has avanzado en tu camino del bienestar, ¿de qué manera le das la vuelta, no a tu saboteador interno, sino a tu o a tus saboteadores externos? No se si te ha pasado, pero me cuenta la prima de una amiga, que por mas que haya avances, la familia sigue sin dejar de “consentirla” con su pan de dulce semanal, por ejemplo. O por más que la ven adelgazando y sintiéndose de maravilla, siguen comprándole gomitas y chocolates que atesoran en la cocina.Así son los saboteadores externos. Muchas veces nuestra propia familia, o nuestro mismo entorno que nos “ama” nos brinda excesivas muestras de amor con alimento. Parte de los rituales dominicales es ir al mercadito de garnachas, o ir a comer la tan esperada de barbacoa, o el desayuno familiar con unos chilaquilitos acompañados por una pieza inmensa de carne (sí, a las 11:00 de la mañana!!),o de plano es el domingo de ¡vamos a conocer un buen lugar!. Y ahí nos lanzamos todos a los tormentosos IHOP para extasiar el día con una dosis excesiva de carbohidratos contenido en tres tristes hot cakes! Y 1800 calorías en un omelette supremo bañado en mantequilla.El domingo se vuelve un domingo del sufrir, en vez de un domingo del placer. El caos no es el lugar. El caos no es la familia. El caos es tú falta de control y decisión ante el saboteador externo. La complicidad de ir en familia a devorar una dosis kilométrica de calorías, hace al paseo dominical en eso, una complicidad. Nos volvemos partícipes de los malos hábitos de la familia. Nos dejamos envolver en seducciones que son nuestra debilidad, para formar parte de ellos, para seguir perteneciendo. Ellos me quieren como soy. Ellos me aceptan como soy. Si como 10 huevos y 5 sanwiches de una sentada, ellos me amarán. Si como una ensalada de pollo y una botella de agua, ellos me amarán.Los saboteadores aún no se han dado cuenta de sus malos hábitos, o quizás sí, pero no desean generar el cambio. Como cuando vas a una fiesta y llevas la convicción de esa noche no beber alcohol. Nuca falta el “amigo” saboteador que dice “¡¿cómo, no estás chupando?..., cómo pura agua mineral?!!. Y la incisión se convierte tormentosa, por que no solo lo dice una vez, en su evidente estado alterado, lo repite al menos 18 veces!Y no es que nos pongamos en el papel de la víctima. NOOOO!!. No es que digamos ¡ayy pobre de mi, yo tan sano y mi entono tan hostil conmigo! NOOO!. Es respeto de un lado y de otro. Yo respeto tu falta de compromiso contigo, tú respeta mi compromiso conmigo. Nuestro trabajo nos ha costado estar convenidos de querer un bienestar con nosotros como para no saber decir NO a un saboteador externo. Al saboteador interno ya lo amarramos, lo enjaulamos y hasta lo hicimos enano…, cómo entonces nos cuesta trabajo controlarnos ante las fieras tentaciones del exterior!Engancharnos es el punto crucial para pasar el rato con respeto y con amor. No juzgaré que te comas 10 hot cakes frente a mí. No. Es tu cuerpo, es tu vida, y cuando sea tu tiempo (y si es que llega ese tiempo), te darás cuenta de lo perjudicial en esa ingesta. Y yo, no me permitiré caer en seducciones tentadoras que me inviten a desacreditar mi postura del día de hoy: YO DECIDO ESTAR BIEN CONMIGO!.De un lado y del otro hay responsabilidad. No culpas, ya sabemos que esos términos no aplican para los Flacos en Potencia. Solo responsabilidad.Pude ser responsable con mi saboteador interno y decirle que gracias por sus continuos obstáculos que me puso en mi camino, pude atreverme a decidir estar bien conmigo. Si lo logré, créeme que los límites ante un saboteador externo son de risa. De verdad. Palabras claras, en frases cordiales, con ideas congruentes, son el mejor límite!Excelente Noche!
Gracias Aimee, es muy padre cuando te das a respetar y tu entorno respeta tu proceso. Creo que nuestra VOLUNTAD es relevante, pues una vez que hayas puesto tu INTENCIÓN en lograrlo, moverás y harás de todo para conseguir tu objetivo..., pese a cualquier obtáculo. Ante todo es amor por uno mismo y en consecuencia..., RESPETO.
Felicidades por tu decisión de BIENESTAR.
Un abrazo,
Claudia
Muchas Gracias por tu texto Claudia, muy bueno y MUY CIERTO !!! Cómo cuesta trabajo empezar a respetarse uno mismo, no entiendo por qué es tan dificil que los demás respeten esa decisión, en fin, lo importate es tenerlo claro uno mismo para hacer que los demás lo respeten.
Te comparto que yo fumé durante 23 años y llevo casi 3 meses que no he vuelto a tocar un cigarro como consecuencia del respeto a mi misma que estoy retomando y curiosamente, mi familia y mis amigos me han demostrado su admiración y respeto, algunos se han sentido raros al fumar frente a mi, se dan cuenta que si yo he podido... porqué ellos no? pero bueno, ya les llegará su momento, mientras tanto, agradezco a Dios haberme mandado ya el mío.
Un abrazo !!!
Comentarios
Felicidades por tu decisión de BIENESTAR.
Un abrazo,
Claudia
Te comparto que yo fumé durante 23 años y llevo casi 3 meses que no he vuelto a tocar un cigarro como consecuencia del respeto a mi misma que estoy retomando y curiosamente, mi familia y mis amigos me han demostrado su admiración y respeto, algunos se han sentido raros al fumar frente a mi, se dan cuenta que si yo he podido... porqué ellos no? pero bueno, ya les llegará su momento, mientras tanto, agradezco a Dios haberme mandado ya el mío.
Un abrazo !!!