Reflexión (para nuestros hijos)

No le evitéis a vuestros hijos las dificultades de la vida, enseñadles más bien a superarlas (Louis Pasteur, 1.822-1.895. Químico francés).

Reflexión:

La vida es una escuela que nos enseña toda clase de experiencias tanto positivas como negativas, pero todas ellas igual de útiles y necesarias para nuestro desarrollo personal y espiritual. Si intentamos evitar a nuestros hijos la parte de estas experiencias que consideramos negativas, substituyéndoles en circunstancias que ellos deben afrontar, no hacemos otra cosa más que perjudicarles y retrasar su evolución, ya que pronto o tarde tendrán que enfrentarse a las dificultades de la vida. De modo que cuanto antes les demos la oportunidad de que aprendan por si mismos, antes sabrán afrontar, asumir y superar sus responsabilidades.

Fuente : Internet

Siempre se ha sabido que es mejor enseñar a pescar que obsequiar el pescado. Es una regla natural, pero ahí está el pero...Cuando somos padres en el afán de demostrarnos y demostrarles nuestro amor, la mayoría de nosotros nos equivocamos y tratamos de darles demás, así por desgracia para ellos y para nosotros mismos podemos caer en el error de hacerlos unos inútiles, blandengues, irresponsables, que en su inmadurez creen que todo lo merecen sin esforzarse, ante este dolor al verlos tan débiles nos arrepentimos y ¿ de qué sirve ? si crecen a nuestra hechura y por desgracia la vida se los puede cobrar con creces. Oh Señor ayúdanos e ilumínanos para educar en verdad y demostrar cuánto los amamos y respetamos para que sean libres y gocen de su autosuficiencia. Educar y amar no significa consentir de más.

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Comentarios

Martha de la Vega de Ávila 24 de Octubre de 2011 at 11:58am

Siempre se ha sabido que es mejor enseñar a pescar que obsequiar el pescado. Es una regla natural, pero ahí está el pero...Cuando somos padres en el afán de demostrarnos y demostrarles nuestro amor, la mayoría de nosotros nos equivocamos y tratamos de darles demás, así por desgracia para ellos y para nosotros mismos podemos caer en el error de hacerlos unos inútiles, blandengues, irresponsables, que en su inmadurez creen que todo lo merecen sin esforzarse, ante este dolor al verlos tan débiles nos arrepentimos y ¿ de qué sirve ? si crecen a nuestra hechura y por desgracia la vida se los puede cobrar con creces. Oh Señor ayúdanos e ilumínanos para educar en verdad y demostrar cuánto los amamos y respetamos para que sean libres y gocen de su autosuficiencia. Educar y amar no significa consentir de más.

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