Hoy en día la educación emocional y la difusión de la salud mental es más público que nunca y uno de los nuevos términos con los que nos hemos encontrado en redes sociales es la responsabilidad afectiva pero ¿qué es y cómo nos afecta?
Cuando se establece un concepto sobre vínculos afectivos y sociales es complicado darle una definición objetiva ya que cada interacción social depende de sus propias circunstancias. A diferencia de la empatía la responsabilidad afectiva se refiere directamente a todas esas acciones que generamos al relacionarnos con los demás (la empatía por su parte se refiere a las circunstancias del otro aunque no tenga una conexión con nosotros).
Este término se ha popularizado en redes desde que los movimientos sociales han puesto especial atención al desarrollo de vínculos afectivos sanos, empáticos y responsables.
Podemos decir que una persona es afectivamente responsable porque comprende que sus actos tendrán consecuencias también en el cómo se siente el otro, y aunque no nos culpabiliza por ello nos hace conscientes de que podemos mejorar estas interacciones para que los involucrados no se sientan agredidos directamente pero ¿hasta dónde podemos controlar lo que causamos en los demás?
Pongámoslo en un caso práctico: cuando una persona le es infiel a su pareja es probable que cuando no esté pensando en las repercusiones emocionales que puede tener en la otra persona sino en el hecho de que el acto le parece placentero. Hay que recordar que los seres humanos trabajamos con dos energías motivantes: el miedo y el placer.
En ocasiones ese hedonismo nos hace perder de vista que lo que hagamos puede generarle un daño a otras personas aunque no estén involucradas en el acto mismo. Por eso es importante adoptar esta nueva forma de relacionarnos para evitar afectar directamente a otras personas, pero para tener estos términos claros también hay que llegar a ser objetivos y entender que sí, sonos responsables de nuestras acciones pero tampoco podemos hacernos cargo de las malinterpretaciones que el otro pueda tener.
La comunicación asertiva es vital no sólo para los vínculos de pareja sino también laborales, familiares, de amistad o con uno mismo. Cuando aprendemos a comunicarnos en consciencia todas las relaciones mejorarán porque habrá menos espacio para que quepan los malentendidos y las malinterpretaciones.
Una vez más, reiteró que es muy complicado poder ser 100% objetivos al relacionarnos con los demás y con sus interpretaciones sobre nuestros actos ya que cada juicio que emitimos está dotado de nuestros valores personales y las circunstancias vividas por la que hemos pasado y por algunas creencias que incluso puede llegar a nublar nuestro juicio, y si bien en esencia este nuevo forma relacional se de manera responsable con las demás tiene muchas ventajas también es imposible pensar que existe una manera perfecta de comunicarnos y establecer vínculos
No podemos responsabilizarnos 100% de lo que el otro sienta con las acciones que realizamos pero si podemos tratar de ser empáticos aprender a comunicarnos de forma asertiva siempre en conciencia de nuestros valores y de nuestra identidad pero sin afectar al otro.
No hay reglas escritas de cómo tienen que ser las relaciones humanas y esa es la magia de conocer nuevas personas. Creemos vínculos sanos desde el amor propio recuerda: nada "por amor" es justificado, odos desde el amor siempre prospera.
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