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A pesar de que mentir crea conflictos dobles… hay personas que igual, deciden mentir. 

 La mentira es un mal hábito que tiende a disfrazar la verdad de las personas que no tienen valor para enfrentar la vida con integridad. Cuando el miedo a decir o enfrentar la verdad es mayor que los principios morales, hay personas que la utilizan como su último recurso.  Ellos se aseguran que pueden comprar tiempo extra, para eventualmente, poder enfrentar su verdad. Así creen que el mentir los va a salvar o a proteger de su mala situación.

El mentir o cambiar la realidad, es un gran problema, que al parecer muchas redes sociales utilizan para vender la imagen de la vida ideal, la mujer bella, el matrimonio perfecto etc… lo  que crea estándares casi imposibles de alcanzar, frustración y expectativas irreales. A pesar del mal que sufrimos por la mercadotecnia moderna, existe todavía un mal mucho peor; cuando una persona miente a una persona querida, con el fin de ocultar algún problema que cree no tiene otra solución.

Por mejor relación que uno tenga cuando hay una mentira en medio,  esta acción  rompe casi para siempre el lazo de  confianza. Una mentira por más pequeña e insignificante que sea, puede provocar daños, en ocasiones irreparables.

Por supuesto que a nadie le gusta que le mentían, sin embargo este recurso es utilizado con frecuencia y sin piedad.

A pesar de que hay de mentiras a mentiras, es importante recordar que hasta las mentiras blancas e inocentes siguen siendo mentiras,  por más pequeñas que sean,  y, estas también crean conflictos. Mentir es un acto deshonesto que lástima y daña a cualquier relación. A pesar de que las mentiras perjudican a todos,  el mal  que esta acción toxica  genera, siempre será, mayor para la persona que miente. Ya que además de romper el código de confianza, el mismo se crea dudas e inseguridades que eventualmente lo van a perseguir, encarando la verdad y lastimando a todos por igual.

  Mentir nunca es la primera opción, cuando se habla de personas emocionalmente sanas.  Sin embargo, cuando uno hace algo indebido y difícil de admitir, intenta evitar conflictos y evade todas las consecuencias posibles por su mala decisión. Casi sin pensarlo,  la persona que siente culpa, vergüenza o simplemente se ha quedado sin excusas o justificaciones, decide mentir, ingenuamente, espera poder esquivar una confrontación temida.  

Cuando  la mentira tiene la simple intención de proteger o protegerse, entonces surge  la pregunta, ¿De qué o a quién está protegiendo? ¿Será que la mentira solucione el problema? O más bien ¿la mentira causaría problemas adicionales?

El mentir causa, decepción, dolor y crea un sentimiento de poca confianza. No importa si uno miente por proteger la paz familiar, la estabilidad de un trabajo o por cuidar la lealtad de alguna amistad. Mentir no es bueno, ni sano y nunca trae buenos resultados.

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Hablando con la  verdad

Ingredientes:

1 racimo de integridad - honestidad y valor para enfrentar la realidad

2 rebanadas de conciencia- responsabilidad y sensibilidad con uno mismo y sus relaciones

1 taza de valor – fortaleza de valores y carácter

 2 gotitas confianza – creer en sí mismo y tomar decisiones asertivas y beneficiosas.

1 cucharada de prudencia – hablar en el momento adecuado para no crear más dolor

Recomendación del chef: NO decir la verdad o  decir las cosas como uno quisiera que fueran, es como caer en una trampa sin salida, que crea más problemas de los que inicialmente se tenían.

Como evitar decir mentiras, a pesar de que sea difícil:

1.       La verdad siempre encuentra un camino para darse a conocer. Las palabras y las acciones personales deben de ser congruentes con la realidad, hablar con la verdad es más fácil que inventar u ocultar lo que es, ya que tarde o temprano la verdad siempre sale.  

2.      Al mentir uno se engaña a si mismo, más que a los demás. Tratar de ocultar la verdad por beneficio propio es simplemente un fraude que termina destruyendo el carácter de la persona que miente.

3.       El Mentir crea doble dolor, decepción e incrementa la dificultad para enfrentar cualquier problema. A parte de que la mentira crea dolor y decepción, aleja y rompe o enfría las relaciones personales por lo que esto dificulta aún más poder solucionar el problema inicial.

“¡Mentir poquito también es mentir!” *Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2017 Recetas para la vida ®. Todos los Derechos Reservados

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