“Las francesas disfrutan permaneciendo delgadas comiendo bien, mientras que las estadounidenses acostumbran a considerar el peso un conflicto y se obsesionan. Las francesas no se saltan ninguna comida ni la reemplazan por batidos acalóricos. A mediodía comen tres platos y cenan otros tres. Acompañados de vino, bien sûr, claro. ¿Cómo lo hacen? Comen con la cabeza y no abandonan la mesa sintiéndose llenas o culpables. La claves consiste en aprender que MENOS PUDE SER MÁS y descubrir cómo comer de todo con moderación”
“Cuando aprendas a reemplazar la comida basura por exquisiteces que realmente te sacien comprenderás que la regla de “menos es más” no es ninguna tontería y habrás descubierto algo que para las francesas resuta obvio: un solo trozo de buen chocolate ngro puede proporcionarte más placer que una docena de barritas de chocolate”
Mireille Guiliano
Érase una adolescente francesa que pasó un año de intercambio escolar en EEUU y regresó a Francia con mejor inglés, experiencias y muchos kilos de más que le acomplejaban y le ataban a hábitos de vida poco recomendables. Afortunadamente, y cuan hada madrina, un médico amigo de su familia le reintrodujo en los principios clásicos de la gastronomía francesa y le reveló los sencillos secretos para recuperar la silueta y equilibrar su relación con la comida, la bebida y la vida.
Décadas después, Mireille Guiliano se convirtió en una alta ejecutiva del mundo del champagne trabajando tanto en EEUU como en Europa, y allá donde iba transmitía sus conocimientos y trucos a las mujeres que querían conseguir/conservar un peso saludable sin castigos.
Su libro “Las francesas no engordan. Secretos para comer con placer y estar delgada toda la vida” se convirtió en un bestseller internacional y puso de manifiesto que la sensatez, la moderación y el respeto por uno mismo son más útiles que dietas estrictas, sentimientos de culpa o dejadez.
No se trata de un libro de nutrición sino de vivencias y de cultura, de vida mediterránea, de disfrutar de la buena mesa, de no autoengañarse, de minimalismo en la cocina (menos es más), de no prohibir sino reducir y apostar por la excelencia en la calidad, de optar por los productos frescos, de temporada y comprados en el mercado, de hacer yogur y pan en casa y del placer de comer bien sin engordar.
Mireille es una gran conocedora de las trampas de la sociedad y el trabajo del siglo XXI para las mujeres modernas y ofrece consejos sencillos para estar sanas a largo plazo. Historias reales, recetas y trucos se mezclan en el libro con palabras francesas y anécdotas divertidas, y lo convirten en una lectura amena y enriquecedora.
Personalmente, me gustó mucho el libro y me apunté la lista de “mandamientos antropológicos” por los que las francesas no engordan y otras mujeres sí.
Merece la pena teneralos en cuenta y adaptarlos a nuestro tipo de dieta y situación personal porque funcionan y porque son un homenaje a cuidarnos, a las cosas sencillas y al placer de los pequeños momentos:
- Las francesas tienen la costumbre de pensar en cosas exquisitas para comer. Las estadounidenses tienen la costumbre de preocuparse por alimentos poco saludables
- Las francesas comen raciones más pequeñas de más alimentos variados. Las estadounidenses comen raciones más grandes de lo mismo.
- Las francesas comen mucha verdura
- Las francesas comen mucha fruta
- Las francesas adoran el pan y no conciben una vida sin hidrato de carbono.
- Las francesas no comen nada «sin grasa», «sin azúcar» ni ninguna cosa desprovista artificialmente de su sabor natural. Optan por lo auténtico, pero con MODERACIÓN
- Las francesas adoran el chocolate, sobre todo el negro y ligeramente amargo.
- Las francesas aplican los cinco sentidos a la comida, y logran que menos parezca más.
- Las francesas mantienen un equilibrio entre el consumo de comida, bebida y la realización de ejercicio.
- Las francesas se saltan el programa, pero siempre regresan a él, puesto que creen que sólo hay desvíos, pero nunca callejones sin salida.
- Las francesas no suelen pesarse, prefieren controlar su silueta con la vista y la ropa (el «síndrome de la cremallera»)
- Las francesas hacen tres comidas diarias
- Las francesas no se pasan la vida tomando tentempiés
- Las francesas siempre evitan sentirse hambrientas
- Las francesaas siempre evitan sentirse llenas
- Las francesas entrenas sus papilas gustativas y las de sus hijos desde una edad muy temprana
- Las francesas cumplen con los rituales a la hora de comer y nunca comen de pie o con prisas, ni tampoco delante del televisor.
- Las francesas no ven mucha televisión.
- Las francesas comen y sirven alimentos de temporada, por su salud y su precio, y saben que disponibilidad no equivale a calidad.
- A las francesas les encanta descubrir nuevos sabores y siempre experimentan con hierbas y especias para que lo conocido parezca nuevo
- Las francesas evitan someter los alimentos a temperaturas extremas y disfrutan comiendo frutas y verduras a temperatura ambiente, y también prefieren el agua a esa temperatura.
- A las francesas les desagradan las bebidas fuertes
- Las francesas beben vino de manera regular, pero solo en las comidas y sólo una copa (o quizá dos)
- A las francesas les encanta el champán, como aperitivo en la comida, y no necesitan que la ocasión sea especial para dercorchar una botella.
- Las francesas beben agua durante todo el día
- Las francesas eligen sus propios lujos y compensaciones. Saben que las pequeñas cosas cuentan, tanto en la suma como en la resta y que de adultas, todas deben hacerse cargo de su propio equilibrio.
- Las francesas disfrutan yendo al mercado
- Las francesas planean las comidas con antelación
- Las francesas consideran que cenar en casa es tan sexy como cenar fuera.
- Las francesas adoran recibir a los amigos en casa
- Las francesas dan una gran importancia a la presentación de la comida porque les importa cómo contemplas los platos
- Las francesas van andando a todas partes, dentro de lo posible
- Las francesas suben por las escaleras siempre que pueden
- Las francesas se visten para sacar la basura (nunca se sabe)
- Las francesas son tercas y no siguen las tendencias
- Las francesas adoran la moda
- Las francesas saben que un corte de pelo estupendo, una botella de champán y un perfume divino dan mucho de sí
- Las francesas saben que l ‘amour fait maigrir (el amor adelgaza)
- Las francesas evitan cualquier cosa que exige demasiado esfuerzo por un placer demasiado escaso
- Las framcesas adoran estar sentadas en un café y limitarse a disfrutar del momento
- Las frandesas adoran reírse
- Las francesas comen por placer
- Las francesas no hacen dietas
- Las francesas no engordan
Y rescato unas citas del libro que destacan por su realismo, buenas sugerencias a tener en cuenta o por lo anecdótico:
“El 65% de los estadounidenses pesa más de la cuenta y los libros más vendidos son los de dietética, que en su mayoría están redactados como si fueran manuales de bioquímica. (…) De todas maneras la demanda persiste. ¿Por qué? ¿Por qué unos millones de ejemplares no acaban definitivamente con nuestras desgracias? Por decirlo de manera sencilla, por PURO EXTREMISMO INADECUADO”
“Las americanas comen a escondidas con demasiada frecuencia y ese comportamiento se parece más a la CULPA que al placer. Hazlo con moderación”
“Me parece una paradoja americana: que una nación con tantos y tan excelentes atletas, una fascinación por el deporte y una gran pasión por el material deportivo, se las arregle para evitar el camino fácil e indoloro que conduce a estar en forma. A veces creo que todos estos elementos son un vestigio del puritanismo: instrumentos de autoflagelación pública para compensar pecados privados como remolonear en el sofá y comer en exceso. Afortunadamente las francesas no sufren estos excesos del bien y del mal. EL BIENESTAR SUPONE UN EQUILIBRIO que no tiene una definición precisa”
“El buen champan supone una gran diferencia (…) El champán me deleita y mucho. Para mí, es mágico. Y también es un vino sumamente femenino. Adoro todo lo relacionado con él: su seductor color miel, las diminutas burbujas (que danzan para ti), los aromas y los sabores y el maravilloso y prolongado resabio a levadura. Me encanta el estado de ánimo que crea el champán, una sensación que no genera ningún otro vino: celebración, alegría de vivir. También lo considero un vino muy indulgente: el contenido teatral de la copa hace que sea difícil beberlo apresuradamente y nunca me he emborrachado con champán ni me ha provocado resaca. Claro que lo bebo con moderación y siempre acompañando la comida. Como en todas las cosas buenas de esta vida, EL EQUILIBRIO ES FUNDAMENTAL”
“Mi mantra relacionado con la calidad por encima de la cantidad es doblemente importante aplicado a algo tan poderoso como el chocolate” (La autora es adicta a la marca Valhorna, casa chocolatera de lujo francesa)
“Las francesas comen chocolate (unos seis kilos anuales de media). También comen pan (¡hicimos una revolución para poder hacerlo!), otro ingrediente que figura en nuetsra lista de alimentos delictivos. Pero recuerda: la francesas no engordan”
“Para librarte de tu melancolía, ningun ejercicio de yoga, ninguna meditación en una capilla con acompañamiento musical te será más útil que HACER TU PROPIO PAN“
Sitio oficial: Mireille Guiliano
Comentarios
Muy interesante !!! gracias por compartirlo. Saludos !!!
Hola! que buen articulo.
Desde el 15 de Enero 2013 hasta el 20 de Junio, bajé con la Dieta DUKAN (tambien hay link en Español en internet), veinte Kilos!
Ahora estoy en la fase de 10 x 20 = 200 días de estabilización. Cuidando aún mi alimentación, ya que este dieta Dukan es para cambiar HABITOS, y conciencia!
Saludos para tod@s!
Buenisima informacion.
Gracias!, Gracias por compartir.
Saludos!!
Me encantó! Yo soy alemana y por la educación que me dio mi madre tengo muchos de esos mismos hábitos. Desgraciadamente me "tropicalicé" ya y tengo algunos kilitos de más, afortunadamente no demasiados gracias a uno que otro buen hábito que sobrevivió. Lo que sucede es que perdemos el amor por nosostras mismas y nos dejamos arrastrar por pésimos hábitos de vida. Voy volando a comprar ese libro, creo que debería ser de cabecera!
Tip personal: no hay antidepresivo mejor, después de un día complicado, que sentarse en el sofá para relajarse con una buena copa de vino tinto y un delicioso chocolate amargo.
Gracias por compartir éste artículo, que interesante!!
Me encantó!!! y curiosamente me encuentro con muchos hábitos que tengo y he tenido desde hace años :) y eso me agrada. Y en efecto, las elecciones que he hecho al decidir como y que comer, son en base a que pienso en lograr un equilibrio, así que veo que es exactamente lo mismo! Y sobre todo, se trata de ser feliz con esta forma de vida!!
Jajajajaja me encantó, lo importante es que si hay que relacionar lo que comemos con el ejercicio que hacemos, la tele influye si, la publicidad influye si, el estatus influye si, la vida social influye si, el estatus influye si, que hay que hacer estar consiente de lo que comemos, la cantidad y la frecuencia, no es tan fácil como parece, todo es cuestión de estar aquí y ahora, gracias
interesante!!!!