...tienes heridas que se manifiestan en excel.
Hay algo que no te dijeron cuando te enseñaron a ser “una mujer responsable con su dinero”:
Que ibas a sentir culpa. Que ibas a llorar frente a un presupuesto. Que te ibas a castigar con números, como si eso fuera sinónimo de madurez.
Nos dijeron que ser organizadas era la solución. Que hacer un excel bonito, con fórmulas y colores, era “tener el control”.
Y entonces ahí estás. Otra vez. Sentada frente a la hoja de cálculo, viendo cómo cada celda activa un recuerdo doloroso:
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La primera vez que te hicieron sentir que gastar en ti era egoísta.
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El momento en que dijiste “sí” a una deuda que no querías, por no incomodar.
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La vez que te reprocharon un gusto, y decidiste nunca más repetirlo.
El excel no muestra solo lo que entra y sale. Muestra cómo te enseñaron a callarte, a postergarte, a demostrar tu valor con sacrificio.
Y por eso, aunque lo hagas con las mejores intenciones… tu presupuesto se convierte en una nueva forma de exigencia.
Y de ahí, mi profunda postura al decir que los presupuestos no funcionan.
Al menos no así.
La verdad es que NO estás desordenada. Estás exhausta.
No estás “mal con el dinero”. Estás sobreviviendo en un sistema que nunca fue diseñado para ti.
Uno que te pide que ahorres, pero no te paga igual. Que te dice “invierte”, pero te culpa si no entiendes los términos. Que espera que seas previsora, mientras cargas con tres trabajos emocionales más:
la mente,el hogar,y el cuidado de otros.
¿Cómo vas a “organizar tus finanzas” si ni siquiera te dan permiso de organizar tu descanso?
Lo que duele no es el excel, duele lo que activa.
Una clienta me dijo hace poco:
“Mi Excel parece una lista de lo que no valgo.”
No hablaba de números. Hablaba de identidad. Cada fórmula le recordaba sus errores, cada categoría la juzgaba.
Y lo más triste es que se sentía culpable por no poder sostenerlo.
¿Te ha pasado?
Ese sentimiento de hacer un presupuesto, entusiasmarte dos días… y después abandonarlo como si hubieras fallado otra vez.
Pero no es que hayas fallado. Es que ese excel no fue construido para ti. Fue construido desde el juicio, no desde tu verdad.
Por eso, te quiero contar del Chakra Raíz
y la seguridad financiera femenina
El Chakra Raíz representa la estabilidad. En lo financiero, es la base: ingresos y egresos. Lo que entra, lo que sale, lo que sostiene.
Pero en mujeres, este chakra está profundamente ligado a memorias de carencia, control y resignación.
Muchísimas veces:
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No sabes cuánto ganas realmente porque lo compartes, lo divides, lo cedes.
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No sabes cuánto necesitas porque te acostumbraste a “hacer rendir” todo.
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No sabes en qué gastas porque priorizas a todos antes que a ti.
Y ahí, en ese desequilibrio, se te va la raíz. Empiezas a flotar. A dispersarte. A sobrevivir.
Cuando el dinero no da seguridad, se vuelve castigo
Y ver, reconocer y aceptar esto es doloroso.
Hacer un presupuesto debería ser un acto de empoderamiento. Pero para muchas mujeres es un ritual silencioso de autocastigo:
“No debí haber gastado en eso.” “Me pasé con el súper otra vez.” “Esto era para los niños, no para mí.”
Y entonces ajustas, corriges, recortas. Pero nunca te preguntas:
¿Qué me sostiene a mí?
La verdad incómoda es esta: Muchas veces usas el dinero para castigarte. Por desear. Por descansar. Por ponerte primero.
Y ese patrón no lo sana un excel nuevo. Lo sana una nueva identidad financiera.
Crear un presupuesto no es sumar. Es sentir.
Antes de abrir una hoja de cálculo, te propongo abrir tu cuerpo. Tu historia. Tu sistema nervioso. Tus emociones.
Y preguntarte:
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¿Esto me da paz o me genera tensión?
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¿Estoy haciendo este presupuesto para mí o para “cumplir”?
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¿Estoy gastando por necesidad, por deseo… o por miedo?
Haz estas preguntas a los cinco gastos más altos que tuviste en el mes. Y luego obsérvate con compasión.
Porque lo que emerge ahí es oro emocional.
No es solo un número. Es una narrativa entera sobre quién crees que debes ser para merecer.
La transformación ocurre cuando honras tu energía, no solo tus cuentas
Una mujer que trabaja conmigo me dijo:
“Nunca pensé que un presupuesto podía darme alivio. Siempre fue una jaula.”
Y cuando lo construimos desde su ciclo, sus valores, sus prioridades reales… no solo dejó de tener ansiedad. Empezó a dormir mejor. A dejar de pelearse con su deseo. A permitirse elegir.
Eso es lo que ocurre cuando alineas tu Chakra Raíz financiero. Cuando creas un presupuesto que no es una penitencia, sino una declaración de poder.
¿Y qué pasa cuando lo haces desde tu identidad?
Te dejas de adaptar a fórmulas y empiezas a crear rituales financieros propios. Dejas de justificar tus decisiones y empiezas a habitarlas con dignidad. No solo sabes cuánto tienes, sabes cuánto necesitas para estar bien.
Y eso… eso es libertad.
No la de “ser rica y viajar por el mundo” (aunque claro que también puede ser). Sino la de saber que estás a salvo. Que no tienes que demostrar nada. Que puedes usar el dinero para sostenerte, no para validarte.
Una nueva narrativa es posible
Por eso creé el programa Identidad Financiera Consciente.
No es otro curso más. No es para “mejorar tus finanzas” desde la exigencia.
Es para transformar la relación que tienes contigo a través del dinero.
Para que vuelvas a enraizarte. Para que escuches tu cuerpo antes que tu cuenta. Para que diseñes una estructura que no reprima, sino que te represente.
¿Qué incluye este proceso?
✔ Un diagnóstico completo de tu identidad financiera actual (emocional + práctica) ✔ La creación de un presupuesto consciente, no desde el deber, sino desde el deseo ✔ Herramientas adaptadas a tu realidad, tus ciclos y tu energía ✔ Acompañamiento cercano para sostener los cambios (sin juicio) ✔ Un espacio donde se honra tu historia, pero no te define tu pasado
¿Y si el primer paso fuera solo una conversación?
Te invito a una sesión gratuita de exploración. No es una sesión de venta porque aunque tener una identidad financiera consciente es obligatorio, el cuando, como y con quien es opcional.Más bien es un espacio de claridad, donde podemos ver si este proceso es para ti en este momento.
Porque si ya llegaste hasta aquí… no es porque te interese “organizarte mejor”.
Es porque intuyes que hay otra forma de vivir tu dinero. Y te la mereces.
Agenda tu sesión gratuita de exploración para Identidad Financiera Consciente:
https://bit.ly/RF-IdentidadFinancieraConsciente
Porque tu Excel no debería dolerte. Tu presupuesto no debería juzgarte. Y tu dinero no debería castigarte por ser tú.
¡Primero tú, luego el dinero!
Marijó
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