Recuerdo muy bien como una amiga mía me dijo al terminar su día: hoy el día me vivió…yo no lo viví. Yo te pregunto ¿cuántos días te viven? Te levantas muy temprano: la casa, los niños, el trabajo, las citas, la comida, el transporte, las compras, etc., etc., y cuando te das cuenta ya son las diez de la noche y el día a terminado.
Constantemente nos quejamos de no tener tiempo. Está comprobado que las personas que realizan deporte y son activas en su vida privada, social y laboral, no disponen de más tiempo que los que no lo hacen, sencillamente se organizan mejor.
Nadie nos regala el tiempo y tampoco se puede comprar. A pesar de ser algo valioso, lo malgastamos, menospreciamos, y es imposible de recuperar.
La vida es única, y lo es porque el tiempo no tiene repetición. Debemos darle su verdadero valor: dime a que dedicas tu tiempo y de diré quien eres.
Comparto contigo algunos consejos que pueden ayudarte a aprovechar mejor tu tiempo:
- Orden de prioridades: la mejor manera de ordenar las prioridades es tener claro cuáles son nuestros valores. Que es lo importante para ti. Si lo es la familia, tus hijos y tu pareja, el trabajo no puede estar presente los fines de semana. Si tus papás son importantes, dedícales tiempo. Si tu salud y bienestar te preocupan, dedícale tiempo.
- Escríbelo: el cerebro tiene una capacidad ilimitada para guardar información, pero no podemos programarlo para todo, porque se satura. Mejor anota tus llamadas pendientes, citas, compras; las famosas “listas” te permiten dar un orden: qué, cómo, cuándo, dónde y a qué hora tengo que hacer las cosas. Al escribir los planes y pendientes aumenta la motivación y el compromiso con ellos. Vivirás más tranquilo, ya que cuanto más planifiques, menos dejas en manos de la improvisación.
- Atrévete a delegar: supone dar a otros responsabilidades. Al delegar no solo te vas a liberar, sino que vas a permitir que los que te rodean sean autónomos y se motiven.
- Menos perfección: no existe la perfección, solo la posibilidad de mejorar, crecer y superarse. Si eres una persona que nunca estás tranquila de como realizas tus actividades, lo único que conseguirás es vivir insatisfecho. Tienes que aprender a diferenciar el límite entre lo que está realmente bien a lo perfecto, que como ya mencionamos no existe.
- Estar concentrado: si tienes varias cosas que hacer, piensa que solo puedes realizar una a la vez. Mejor céntrate en lo que tienen entre manos. Esto supone poner atención con los cinco sentidos, tratar de disfrutarla, vivir el presente.
- Aprende a decir NO. Si alguien te pide un favor, tienes dos posibles respuestas: si y no. No tienes la obligación de decir a toda persona que lo vas a hacer. Mejor utiliza frases cordiales y amables para declinar sino lo puedes hacer.
Te invito a vivir cada uno de tus días plenamente, aprovechando al máximo cada minuto, para que al final puedas afirmar: hoy viví plenamente, el día NO me vivió.
LUCIA LEGORRETA DE CERVANTES. Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer.
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