MIRAR HACIA ATRÁS EN LA HISTORIA DE TU PROPIA VIDA

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Cuando uno mira hacia atrás en la historia de su propia vida, pueden surgir varias posibilidades o varios sentimientos. Podemos estar conformes con lo que hemos vivido, podemos quizás soltar alguna lágrima por aquellas cosas que no nos han salido bien, o que de alguna manera han generado en nosotros emociones negativas que venimos arrastrando hace mucho tiempo y que aún hoy las tenemos, pero hay algo que me parece que es sumamente importante : estamos haciendo un balance del pasado, por lo tanto estamos haciendo un balance de un tiempo que ya pasó, de un tiempo que ya vivimos, de un tiempo que no tiene modificación, por lo cual yo te pediría que en lugar de sentir esos pensamientos encontrados, es bueno intentar sonreír. Por qué? Porque en ese momento en que tú comienzas a hacer el balance de tu vida, llega también el encuentro con lo mejor de tu persona. Hoy tú te estás descubriendo, cuando pones en marcha  un proceso que te va a llevar inexorablemente hacia una identidad distinta, diferente, verdad? Hay un antes, un durante y un después en la vida.

Y esa identidad distinta que tú estás generando, y que estás creando, tiene derechos y tiene sentimientos que son respetados, que no permitirás  más invasiones a ese espacio absolutamente propio que son las doscientas millas marinas. Ese espacio personal, donde nadie tiene el derecho a incursionar sin nuestro permiso, es el espacio de la realización personal, es el espacio del crecimiento, es el espacio de la expansión, es el espacio donde tú , yo y cada uno tiene derecho a ser como es y tiene derecho a ser como siente que quiere ser.

Y ese pasado que ahora ya forma parte de la historia, tiene que enseñarnos,  en primer lugar, a no cometer los mismos errores, y en segundo lugar, a permitirnos levantar nuestra frente bien alta, con un sentimiento de dignidad que será, en primer lugar, reconocido por nosotros mismos y que automáticamente provocará y promoverá el respeto de los demás.

Que tienes derecho a estar triste? Sí, por supuesto que sí, pero no eternamente, no para siempre. Una cosa es lamentarse, o sufrir, o sentir que uno tiene heridas que todavía no han cerrado porque no las pudimos procesar o porque no las pudimos trabajar adecuadamente, y otra cosa es disponerse a sufrir eternamente por eso. Hay una diferencia muy grande. La tristeza es un sentimiento de vacío que lógicamente sigue, verdad? Viene a continuidad de una agresión, de una herida, o de una pérdida. Y lo que yo estoy tratando de ayudarte, es a que tú puedas cicatrizar esa herida y otras que puedas tener, pero no simplemente con palabras, sino con argumentos, con propuestas concretas, que te conduzcan a incorporar entre tus sentimientos, uno que es fundamental, y es el valor que tú tienes como ser humano, por ocupar un lugar el Universo.

Y la recuperación de la confianza y el respeto por uno mismo, que se traducen en un concepto de dignidad personal, no tienen época, no tiene edad, ni tiene un espacio específico para poder ponerlo en marcha.  Hoy es tu día, no es mañana ni el año que viene, porque de esa manera pensando de que va a ser la semana que viene, vamos postergando algo, que no debemos hacerlo, y que debemos iniciar ese proceso de reconstrucción en el mismo momento en que estamos leyendo estas palabras y que estamos sintiendo lo que nos está pasando. 

Vamos a sacar, a dejar afuera de nuestra vida todos esos desechos  emocionales que hemos venido acumulando a lo largo de muchos años, y que no hemos logrado eliminarlos porque no tenemos un sistema de eliminación de las emociones negativas. Pero, una cosa es sentir que podemos haber vivido en forma equivocada, y otra cosa es quedar amarrados a ese sentimiento.

La tarea de reconstrucción está en marcha ya. O sea, yo haré lo posible por respaldarte , pero, hay una parte del trabajo que es propio y otra parte en la cual podemos necesitar apoyo, podemos necesitar una contención que nos ayude a canalizar de una manera adecuada todo aquello que sobrevuela en nuestra mente, donde nuestra vida se nos representa como una película que está siendo mostrada a gran velocidad.

Pero, si tomamos un café, si nos sentamos con humildad a tomar un café con nosotros mismos, vamos a elaborar un diálogo que, aunque sea virtual, te va a hacer sentir que no estás solo, o que no estás sola, en esta tarea de reencuentro con lo que tú vales como ser humano, con lo que tú vales como persona. Y avanzar en este proceso significa o significará ir tomando decisiones, pero sobre todas las cosas, entrar en acción.

 

Dr. Walter Dresel            

w.dresel@adinet.com.uy

www.exitopersonal.org

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