Marianne Weber: pionera del feminismo
Por Gina Zabludovsky Kuper
TWEETER;@ginazabludovsky
BLOG:ginazabludovsky.com
Publicado originalmente en: www.lasillarota.com (el 3 de febrero de 2012)
Es un gusto para la comunidad académica y para el público en general, contar por primera vez con una traducción en español de los ensayos de Marianne Weber (1860- 1954) que fueron publicados a finales del año pasado, por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM en su colección “Debate y reflexión”.
Marianne Schnitger, quien fuera la esposa del célebre sociólogo alemán Max Weber, sobrevivió más de treinta años a su marido y se entregó en forma vehemente a la edición, reconocimiento y difusión de este autor quien ha pasado a la historia como uno de los clásicos más importantes de las ciencias sociales. De hecho, gracias al trabajo de Marianne, se hizo posible la edición de Economía y sociedad, magnaobra inacabada de Max Weber editada póstumamente y que, en una encuesta mundial realizada en el 2000, fue considerada como el texto más influyente para la sociología.
Marianne fue una de las primeras mujeres en doctorarse y su desarrollo intelectual y político coincide con su creciente actividad dentro del movimiento feminista en cual se insertó a través de su amistad con la dirigente de la Federación de Asociaciones de Mujeres Alemanas Gertrud Baümer. De hecho, como lo indica González García en un texto que forma parte del libro, a pesar de que ella misma consideraba lo contrario, desde una perspectiva feminista, el trabajo de Marianne resulta mucho más importante que el de su marido y como figura pública, llegó incluso a ser más conocida que él.
Marianne también fue una de las primeras mujeres que pronunció sus discursos ante un público mayoritariamente masculino ya que, hasta ese entonces, las escasas disertaciones escritas por mujeres, eran leídas por varones mientras que las autoras se recluían en un rincón para estar “a salvo de cualquier posible alboroto”.
Marianne abogó por la protección jurídica y la independencia económica de las mujeres y su trabajo en el movimiento feminista abarcó tanto tareas intelectuales como organizativas. Sus escritos analizan el papel asignado al hombre como proveedor, destacan la importancia de la educación para lograr la equidad, abordan la cuestión de la doble jornada y denuncian cómo las mujeres ganan menos por igual trabajo. Con un enfoque sociológico, distingue las condiciones que enfrentan según las diferentes clases sociales advirtiéndonos que no es lo mismo hablar de los obstáculos de las mujeres en los estratos más altos que en los desposeídos.
Además de investigar y defender la causa feminista, durante cerca de tres décadas, en la práctica, Marianne Weber, controló el destino de la sociología de Heidelberg. De hecho, para tener éxito académico, era necesario haber pasado favorablemente la prueba de fuego en la discusión de las reuniones semanales que ella organizaba.
En el salón de Marianne se llevaban a cabo las jornadas y debates más importantes de la época que, como lo señala la editora, con el ascenso del nazismo tuvieron que dar otro viraje. Sobre este tema, el libro incluye un texto titulado “El sentido de la catástrofe” que es escrito al finalizar la Segunda Guerra Mundial donde la autora muestra su enorme desencanto y hace un llamado a los alemanes a enfrentar su culpa colectiva frente a la barbarie.
Bienvenido este libro, y gracias, a la académica Maya Aguiluz por redactar una estupenda introducción, presentarnos una cronología que vincula acertadamente biografía e historia, y posibilitar que esta importante obra esté ahora al alcance de los lectores (as) en español.
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