“Durante décadas, el equilibrio en la vida ha sido un problema enorme en nuestra sociedad. Aun ahora, en una época en la cual la mayoría de nosotros nos conectamos más rápidamente con lo que más importa o urge, sigue siendo un abismo, a veces un vacío enorme, entre aquello que reconocemos como lo más importante y la manera como invertimos, en la práctica, nuestro tiempo y nuestro dinero”
He visto parejas que pasan de la emoción por el nacimiento de un hijo a una desesperación profunda por el hecho de tener que continuar trabajando para mantener su nivel de vida. He visto padres y madres solteros que se sienten morir bajo el peso de tener que ser madre y padre a la vez, generar ingresos y, al mismo tiempo, seguir siendo seres humanos racionales. He visto personas que ansían con el alma poder pasar más tiempo con sus familias o contribuir de manera más significativa a la sociedad, pero cuyo tiempo y energía están al servicio de unas deudas enormes, de sus hábitos y de unos estilos de vida que les impiden hacer realidad esos deseos. He visto personas que “dicen” valorar cosas como la solidez de la familia y la independencia económica, pero salen a gastar desordenadamente, incurriendo en grandes deudas y lastimando, de paso, sus relaciones.
Después de años de trabajar y estudiar el comportamiento humano, de explorar estos problemas intensos y a veces apremiantes del equilibrio en la vida, he visto que, cada vez más, el trabajo, la familia, el dinero, el tiempo y la sabiduría de conocer quiénes son y cuál es su objetivo en la vida son aspectos entrelazados y que bien trabajados y entendidos cualquier individuo puede lograr mejoras graduales y cosechar grandes éxitos que en el transcurso de cada acto de su vida los lleve a tener el control de los acontecimientos y conocer su Poder interior.
No es posible tener una vida de calidad sin alcanzar el éxito razonable en cada uno de estos campos vitales.
1.El trabajo importa, el poder interior importa. El trabajo es mucho más que un empleo o una carrera. Es un principio fundamental que dignifica la vida. Es el medio por el cual nos sostenemos y sostenemos a nuestra familia. También es la forma de expresar nuestro amor, de contribuir y de nutrir nuestra esencia divina y creadora.
2.La familia importa, el poder interior importa. La familia es el principio fundamental de la felicidad personal y de una sociedad que se regenere y se renueva. El “éxito” más importante es el que alcanzamos en el hogar, y mejorar cada generación es la mejor manera de contribuir a la sociedad en conjunto.
3.El tiempo importa, el poder interior importa. El tiempo es el lenguaje del valor, la moneda de equilibrio en la vida. Podemos soñar y hablar todo lo que deseemos pero, en últimas, la diferencia está en lo que hagamos o dejemos de hacer de cada día. La manera de utilizar nuestro tiempo refleja nuestra capacidad para concentrar la atención en las cosas prioritarias y hacerlas realidad. Es la vara con la cual medimos nuestra capacidad de reflejar lo que más importa a la de tomar decisiones de todos los días.
4.El dinero importa, el poder interior importa. El dinero es también un lenguaje del valor y está íntimamente relacionado prácticamente con todos los aspectos que rodean la relación entre el trabajo, la familia y el tiempo. Es una manifestación concreta del valor que los demás le asignan a nuestro tiempo y a la energía vital, y también una manifestación de valor que le otorgamos a las “cosas” que podemos comprar. Gastar dinero equivale a intercambiar los resultados de los esfuerzos anteriores o a comprometer el tiempo futuro para tratar de mejorar la calidad de los momentos presentes y futuros, tanto para nosotros mismos como para los demás. El reto de administrar el dinero es quizás una de las herramientas más útiles a la hora de desarrollar disciplina y carácter.
5..La sabiduría importa, el poder interior de entender que tú eres lo más importante. Puesto que la vida es dinámica, el verdadero problema no está en el “equilibrio” sino en equilibrar. Es generar la capacidad para equilibrar, día tras día, en medio de las circunstancias específicas y cambiantes de nuestra vida. Por consiguiente la sabiduría es vital, no solamente para hacer planes a largo plazo y fijar metas, sino también en los “momentos decisivos” de todos los días, especialmente en esos momentos que ponen a prueba nuestra integridad, amplían nuestra conciencia, cuestionan nuestra manera de pensar, amenazan con desviarnos de nuestro camino o abren puertas hacia oportunidades imprevistas. Estar en conciencia en cada acto que realizamos nos conlleva a una vida mejor.
Nuestro desafío es lograr el éxito en estos cinco aspectos de nuestra vida.El conocer lo que somos y lo que nos provoca placer y felicidad nos acerca día a día a vencer cualquier desafío.
Las abrazo, excelente día.
Angy Newman
Comentarios